The Seven: Luna Sanguis (FF Lizkook- J.J.K. * L.M.)

Capítulo 16

Hallar noticias de V había sido muy difícil porque oficialmente su contrato con la B.T.S se ha concluido, desde que "Black Swan" ha llegado a su fin no había vuelto a saber nada de él. Lisa había buscado en el archivo del personal de la Empresa pero la única dirección localizable había sido lo de un Penthouse a Hongdae resultado vacío, ningúna mención a aquella mansión antigua aparentemente deshabitada y en la que ahora se está dirigiendo. El taxi la deja frente esa puerta de hierro, una vez que se baja mira a su alrededor, la casa tiene un aspecto tétrico también a la luz del día, ella no puede prescindir de volver atrás con los recuerdos... es todo tan surreal reflexiona tratando de entrár, empuja la puerta pero está cerrada con un gran candado, entonces fija curiosa hacia su interior, camina alrededor del perímetro, parece en serio un lugar desierto. Para irse hasta ahí Lisa le había mentido a JungKook diciéndole que tenía que recoger sus efectos personales en la Empresa, desde que ha vuelto el chico se ha puesto hiperprotectivo... suspira frustrada, son días que intenta localizar ese gusano, quizás se divierta a verla correr de un punto al otro de la ciudad. El sol está al ocaso y está a punto de llamar de nuevo el servicio de taxi cuándo de la nada se materializa un hombre arriba de una moto de gran cilindrada, se para a su costado y cuando se saca el casco ella se percata de su mirada innatural morada tendente a la púrpura, el desconocido le entrega un segundo casco.

"Te está esperándo" dice sin añadir más, Lisa mordiéndose nerviosa el labio inferior piensa que este es un riesgo enorme pero no puede hacer de otra manera, así agarrando ese objecto y poniendoselo sube detrás la criatura, que sin previo aviso parte a una velocidad inaudita. Hongdae es la zona de los locales más trendy de la ciudad, el corazón de las noches coreanas, la moto camina con lentitud entre aquella marea de gente, luego se introduce en un callejón y poco después se para delante la entrada de un night dónde una fila de chicos hace horas espera de entrar. Lisa por fin baja de aquella maldita motocicleta y sigue ese individuo que parece haber salido de una peligrosa banda de gángster, en el caos general fácilmente superan la fila y los gorilas sin un quejido les abren paso. Una vez adentro es aturdida por la música ensordecedora, si esa puede definirse música, y por la muchedumbre de cuerpos danzantes, mujeres guapísimas se mueven sensuales dentro jaulas y columpios suspendidos del techo, parecen criaturas divinas tan son perfectas. El inmortal la agarra por una muñeca y la arrastra detrás suyo sin demasiadas ceremonias, suben unas escaleras y superados una serie de privé al final del pasillo se paran delante una puerta vigilada por un energúmeno grande cuánto la misma. Después de haber visto el extraño tatuaje de espiral sobre el antebrazo del otro se desplaza dejándolos pasar, esta vez bajan por una estrecha escalera, mientras proceden la luz poco a la vez desaparece dejando puesto a la oscuridad, por lo tanto ella se para; quizás no haya sido una idea muy brillante venir hasta ahí sóla. El espectro se vuelve y también en penumbra puede ver el brillo morado de ésos globos vitreos, silbando le aprieta el brazo y la empuja adelante, por fin otra puerta se abre y Lisa se encuentra en una habitación de la entreplanta. Por los conductores del aire entra, aunque amortiguada, la música del piso de arriba, también allí la decoración es exclusiva y lujosa... muchas esferas vítreas se apuntan sobre ella, silbidos guturales le dan la bienvenida... aquella habitación hierve de inmortales que le abren paso para dejarla pasar. Lisa avanza incierta hasta que lo ve.. V se encuentra sentado en un sofá de piel roja con una camisa negra abierta dejando en bella muestra sus trabajados pectorales mientras dos mujeres están acurrucadas a sus pies con la cabeza apoyada cada una en sus rodillas, tienen las miradas perdidas en el vacío. Esta escena le reconduce a la mente otra parecida, altanera realza la barbilla parándose frente a él, se siente temblar bajo esa mirada de helado jade, pero no le dará la satisfacción de verla asustada.