MC | Placeres Retorcidos, Dante Ivanov © (18+) ¡María Del Mar! (COMPLETADA)

Cpitulo 18.

Capitulo 18 | Rochelle

Nos dirigimos al campo de golf, y cada interacción con Dante durante el juego se convierte en una mezcla de tensión y atracción. La competencia va más allá de un simple partido de golf; se convierte en un enfrentamiento de voluntades, Dante juega a la perfección junto al otro hombre, realmente son buenísimos en esto. Después de varios partidos entre los hombres y Dante. Me entretengo por mi lado no tan lejos de ellos, para mi sorpresa, juego sorprendentemente bien, aunque han sido más los tiros fallidos que los acertados, y emocionada por mis acertados tiros, comienzo a brincar de alegría, involuntariamente golpeando a Dante en la nariz con el palo de golf en un giro inesperado, no me he dado cuenta que estaba detrás de mí.

-¡Mierda! -exclamo, sorprendida y preocupada.

Dante, entre sorprendido y divertido, lleva una mano a su nariz que ahora sangra por mi culpa.

-Demonios, Miller, parece que ahora también eres hábil en combate cercano. -comenta con una sonrisa.

-No era mi intención, lo siento. -digo, mirándolo intentando evaluar su rostro.

-¿Debería creer eso viniendo de ti? -dice con sarcasmo y tono divertido.

Dante sostiene su nariz mientras veo la sangre.

-Mierda, estás sangrando, ay por dios lo siento tanto.

Digo desesperada, intentando ayudarlo.

-No pasa nada, Miller. -dice Dante con tranquilidad.

-Como que no pasa nada, estás sangrando. Casi te mato con ese golpe, por dios ven.

-No seas dramática, Miller.

Lo guío hasta los baños del campo y lo ayudo a sentarse en unos bancos cerca de los lavamanos.

-Quédate ahí, ¿sí? -digo desesperada, buscando papel de higiénico. Humedezco un pedazo y camino hacia él.

-Carajos. -jadea Dante cuando lo deslizo en su nariz, moviéndose.

-Podrías quedarte quieto. -chillo furiosa. Él baja sus manos y me mira en silencio.

Limpio el área, notando una cortadura en su nariz.

-Mierda, podría haberte roto la nariz.

Él suelta una risa ronca y niega.

-No pasa nada. Los accidentes pasan, Miller, aunque creo que debería tenerte miedo. Eres peligrosa.

Ruedo los ojos y continúo limpiando su herida.

-¿Señorita Miller? -escucho fuera del vestidor.- Le he traído un kit de primeros auxilios.

-Regreso ya.

Salgo y recojo el kit, para volver a entrar. Dante recuesta su cabeza contra la pared, tocando su nariz ahora hinchada.

-Debería tenerte miedo. -me dice con una voz áspera

-Sí, deberías créeme que puedo ser peor que esto. -añado juguetona, riendo mientras preparo las gasas y desinfectantes.

-¿Tan rápido quieres deshacerte de mí, Miller?

-Ojalá pudiera, pero si lo hiciera, sería de la manera más atroz que puedas imaginar. -digo con ironía acercándome a él.

-Lamento decirte que no será tan fácil librarte de mí.

-Ni tú de mí, Ivanov...

Comienzo a limpiar el área lastimada con suavidad.

-Mhmm. -jadea Dante cuando vuelvo a limpiar, posa su mano sobre mi pierna descubierta por la corta falda que llevo puesta, posándola exactamente detrás de mi rodilla y entierra sus dedos en mi piel. Separo mis labios succionando aire, intentando reprimir el gemido que ha querido salir de mis labios al sentir su mano sobre mi piel con tanta firmeza. Intento mantener la compostura, Dante permanece sentado, su mirada fija en la mía. Mis manos tiemblan ligeramente mientras continúo limpiando su nariz mientras lo escucho jadear y quejarse.