cap. 1

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- RANMAAAAA

-RYOGAAAAAA

Golpes eran esparcidos por aquel parque, los jóvenes los cuales habían empezado a pelear repartían  golpes hacia su contrincante, técnicas nuevas, algunos gopes que lograban dar al objeto, tierra volando por el aire y uno que otro jadeo por parte de los chicos.

Esto era una rutina, cada vez que se veían tenían que pelear debido a que al Hibiki le gusta la prometida de Ranma, era como una clase de ritual, más bien, un ritual que habia empezado ryoga, un chico atractivo el cual casi siempre está vestido con un pañuelo moteado amarillo y negro alrededor de su cabeza, una túnica amarilla de manga larga con cuello amarillo claro y mangas plegadas, pantalones negros con bandas amarillas alrededor de las piernas, un cinturón negro y calcetines de color amarillo pálido; su pelo, usualmente la parte delantera, es bastante larga, ocultando su bandana tras él , unos ojos penetrantes, un pelo que de cierta manera era el corte y peinado perfecto para el y lo más atractivo de él, sus colmillos, los cuales con una simple sonrisa lo hacen ver aun mas hermoso, y si no fuera por su mal sentido de la orientacion y su "mal gusto en mujeres" como decía Ranma (debido que al chico cerdito le gustaba akane) sería  un gran partido.

La pelea siguió por unos minutos más, culminando en la victoria de Ranma, un joven el cual usa ropa de estilo china en forma de camisas de manga larga de colores rojos, un pantalón negro y zapatos del mismo color; este siempre lleva una trenza de peinado, sus ojos sencillos pero vibrantes, una sonrisa que enamora a cualquiera y una actitud que podria enamorarte.

- Ryoga, ríndete, acepta de una ves por todas que soy más fuerte que tú - decía el chico de camisa roja mientras se sentaba en el piso del parque esperando a que su contrincante se recuperara de los golpes, aprovechando para controlar su respiración debido al cansancio -

El chico de colmillos solo imitó la acción de su rival.

- nunca lo aceptaré, me iré y volveré cuando sea más fuerte y te venceré para así poder quedarme con mi linda akane- dijo mientras sonreía mientras se imaginaba casado con la chica-

- ay ryoga, que mal gusto en mujeres tienes, ella no sabe hacer nada y no creas que te hará comidas deliciosas, talvez hasta te mate con su comida - las palabra que pronunció le recordaron la comida de la chica, la cual no era mala, era horrible -

- pero yo puedo cocinar en su lugar - dio un suspiro -

- no se que le ves, es fea, tiene un temperamento horrible, no sabe cocinar, y pues, simplemente vela, no es lo que se espera de una mujer - sus propias palabras le desagradaron, no le gustaba decir cosas así, pero, si era lo único para evitar que su amigo siguiera enamorado de ella las diría, y de paso el se alejaría de su compromiso con aquella chica -

- Ranma, no digas eso, akane es una mujer tan hermosa

La conversación terminó con esa simple frase, la cual quedó grabada en la mente del chico Saotome.

Se quedaron 20 minutos en silencio, recuperando las fuerzas perdidas en su anterior pelea, la lluvia se hizo presente, por suerte ryoga traía su paraguas rojo con el cual pudo cubrirse para no convertirse en cerdo

Mientras tanto, Ranma se convirtió en chica, una mujer de cabellos rojos vibrantes, unos ojos grandes, un cuerpo voluminoso, con cintura pequeña, pechos y caderas grandes.

Este se paró del piso quedando a la altura del joven Hibiki ya que este al cubrirse con su paraguas de la lluvia se paró para no mojarse con las gotas que caían al suelo.

- supongo que no quieres quedarte acampando con esta tormenta

-eh?, ¿Como sabes que va a ser una tormenta?

- lo vi en las noticias esta mañana - empezó a caminar - puedes quedarte en casa de los tendo

-no, gracias, prefiero quedarme aquí

- ryoga, ya te lo dije va a ser una tormenta - regreso sus pasos y tomo la mochila del chico - no te hagas del rogar, sabes que a ellos no les molesta tu visita- empezó a caminar hacia la casa de los tendo

No hubo respuesta por parte del chico cerdo, solo siguió a su rival.

Al llegar a la casa de los tendo ranma solicito al padre de aquella familia, Soun tendo, que dejara que ryoga se quedara por aquella noche en su casa, este no tuvo mayor problema.

Ranma subió a su habitación segundo por el chico de bandana amarilla, la chica de cabellos rojos dejo la mochila de su contrincante en el piso de la habitación que compartía con su padre.

- me voy a bañar, no te salgas porque sino te perderás - se dirigió a la puerta -

- oye, yo igual quiero bañarme,noo quiero oler a sudor -

Algo que Ranma admiraba de cierta manera de ryoga era su olor, este siempre olía bien, siempre, desde que eran niños a este nunca le gustaba oler a sudor por lo cual siempre llevaba consigo un desodorante y un perfume, aunque practicarán artes marciales el chico siempre olía bien.

- entonces bañate tú primero, después lo haré yo, vamos deja te llevo porque eres capaz de perderte como es tu costumbre-

Y así, el chico cerdo se bañó, regreso a la habitación con Ranma acompañadolo, este se fue a bañar enseguida despues de decirle al chico que no saliera de aquella habitación

La tarde pasó y llegó la noche, en la cual kasumi llamo a los chicos para que cenarán, una pelea de los prometido se hizo presente, debido a que akane se había molestado de que Ranma no hubiera llegado a tiempo para la comida ya que en ese momento se encontraba peleando con ryoga.

- ya te lo dije, no fue mi culpa, fue la culpa de él

- no Ranma, ya estoy arta de ti, te odio, no sé cómo mí padre pudo comprometerme con alguien tan horrible como tú - dijo mientras se sentaba en el suelo y compensaba a comer -

Ranma iba a contestar pero una mirada lo detuvo, era su padre el cual lo veía con unos ojos fríos, dando a entender que si llegaba a contestarle a la chica pagaría las consecuencias.

La cena pasó "tranquila" y los chico se dirigieron de nuevo a la habitación compartida de Ranma, el cual para su suerte, su padre, más bien el señor Soun dijo que el padre de Ranma durmiera en su habitación para que ryoga pudiera estar más cómodo.

Ryoga fue el primero en entrar en la habitación seguido por su rival

-como la odio -dijo en un susurro casi inaudible, que si no fuera por el silencio de la habitación ryoga no hubiera escuchado -

- ¿A akane? - dijo mientras se sentaba en el futón de su amigo -

- ah?

- ¿Que si odia a akane ?

- ah eso, no - desvío su mirada del chico cerrando la puerta detrás de él -

- Ranma, te conozco, dime, sabes que antes de ser rivales somos amigos

Eso era ciento, desde que conocía a ryoga sabía que era alguien de confiar, que aunque su vida estuviera al borde de un hilo nunca contaría un secreto de él .

- sabes, te lo quiero decir pero tendré que hacerlo en voz baja para que nadie escuché - dijo mientras se sentaba alado de su amigo

-esta bien, te escucho

- es que, la odio, se que tú la amas, pero yo no, desde un inicio sabía que no podría llevarme bien con ella, pero todo por las promesas de mi padre tengo que soportarla, sabes cómo es mi padre, podrá ser un buen tipo delante de los demás pero conmigo es una mierda - mencionó mientras se recargaba en el hombro del chico cerdo

Esa y más era la confianza que se tenían, eran sus confidentes, podrían contar la cosa más bizarra al otro y este guardaría el secreto, estos eran muy cercanos lo cual hacia que conocieran cada detalle del otro, cada cosa de sus vidas, todo, por decirlo de alguna manera eran uno mismo.

Esa habitación era un silencio casi total, de no ser por el par de jóvenes que hablaban en una voz tan baja que para poder escuchar su conversación tendrías que sentarte junto a ellos, más a parte el sonido de la tormenta no dejaba oir ni el grito más fuerte.










Perdoname Ryoga Where stories live. Discover now