Capítulo 9: ¿Fiesta de disfraces en Navidad?

75 8 6
                                    


No puedo creer que hice eso... - Anzu cae de rodillas al suelo después de darse cuenta de lo que hizo.

*Unos minutos antes...*

    - ¡Anzuuuuu! ¡No cooorraas ~! - Grita Rio con dulzura mientras finge que no puede alcanzar a Anzu, como en un tipo de juego de parejas. ⋆
    - ¡Cállate! ¡Y no me sigas! - Le responde Anzu gritando mientras ella sí intenta huir de Rio.

Se están acercando a la casa de Anzu, por lo que justo antes de ella se acerque a la puerta, Rio se lanza sobre ella y la abraza fuertemente por la espalda.

    - ¡Te atrapé! - Le susurra al oído a la vez que aumenta suavemente la fuerza de su abrazo. - Está vez no te soltarás tan fácilmente. - Le susurra al oído. ⋆

Y tenía razón. Anzu se estaba esforzando por soltarse pero no lo lograba.

    - Rio... Si no me sueltas por las buenas... - Anzu se escucha cada segundo más enfadada. - ¡Será por las malas! -

En lo que termina la frase ella mueve su cabeza lo más adelante que puede para después volver hacia atrás con toda la fuerza posible para darle un gran cabezazo a Rio.

    - ¡Ooooouuch! Casi me rompes la cabeza Anzu... - Se queja Rio soltando de inmediato a la chica poniéndose en cuclillas y llevándose ambas manos a la cabeza. ⋆
    - Te lo advertí... - Le dice mientras lo mira hacia abajo con los brazos cruzados. - Ahora déjame tranquila, quiero estar sola. - Anzu le da la espalda abre la puerta de su casa y la cierra con gran fuerza dejando a Rio fuera.
    - Ains Anzu... - Suspira mientras se levanta muy adolorido aún. - Esto no es nada para mí. Tu sabes que no me rendiré. - Al terminar la oración, Rio desaparece. ⋆

*Tiempo presente*

    - Debo estar loca... Lo besé... Consientemente lo hice... Ok fue solo un agradecimiento, después de todo él realmente nos ayudó... Pero ahora... - Anzu comienza a recordar el fuerte abrazo que le acaba de dar Rio. - No me había dado cuenta la fuerza que tiene, además... me sentí pequeña pero protegida entre sus brazos. Fué tan calido... - Anzu se sonroja mucho al pensar en ello. Pero pronto se da una gran cachetada en el rostro para despertar de aquel pensamiento. - ¡Despierta tonta! No puedes dejarte llevar por cosas así. Lo mejor será que suba a jugar. Creo que algo de terror ayudará. -

Anzu se levanta del piso y se dirige inmediatamente a su habitación, en dónde jugó por un par de horas hasta que regresaron Kasuki y Junta.

•••

Pasaron algunos días, todos continuaron con sus rutinas diarias con normalidad. Solo Anzu intentaba evitar demasiados encuentros a solas con Rio, se sentía rara desde la ocasión en que tuvieron que cuidar al pequeño Ame y de momento Riri no parecía tener nuevos planes, pero debía estar alerta así que estaba un poco estresada por pensar demasiado en todo eso.

Llega el 24 de diciembre y la habilitación de Anzu está hecha un desastre, hay ropa tirada por todos lados... Y aún sigue buscando algo que no encontrará.

    - Debí estar mejor preparada... Es verdad que solo tengo ropa de gatos, pero... ¡¡No puedo ir disfrazada de gato!! - Grita Anzu llevándose las manos a la cabeza.

Sobre la cama se encuentra su celular y un mensaje leído: "Estas cordialmente invitada tú y a quienes quieras que te acompañen, a la fiesta de disfraces que realizará la familia Koganei El día 25 de diciembre" .

    - ¿Por qué tenía que enviar la invitación a un día de la fecha? Y... ¿Una fiesta de disfraces en Navidad? ... Mejor no hoy a ir. - Dice Anzu ya cansada de buscar mientras se sienta en el piso y se cruza de brazos.
    - ¡Yo te ayudo! - Aparece repentinamente Riri con su forma original flotando sobre Anzu. ⋆
    - Desaparece de mi vista ser del demonio. - Responde la chica de forma inmediata y con estrés en su tono de voz. - No quiero ser parte de tus planes... Sea lo que sea que estés planeando está vez. -
    - Ohh vaya... Tiempo que no me hablas asi, que nostalgia. - Dice de manera dulce. - Pero no estoy planeando nada Anzu te lo juro, de verdad solo quiero ayudarte. - Está vez habla con sinceridad. - Pude notar que llevas un buen rato estresada con esto y yo puedo ayudarte. Permitemelo solo está vez ¿Si? - ⋆
    - Riri... - Anzu lo miró mientras la criatura hablaba y luego desvío la mirada para poder pensar. "Pensaba en simplemente no ir... pero tengo curiosidad de cómo es que me quiere ayudar... bien, lo dejaré, pero solo para ver el resultado de esto, después de todo, solo será un disfraz..." - Ok... veamos qué tienes pensado, si no me gusta, te golpearé. - Le responde Anzu sonriendo con malicia.
    - Jajajaja creeme que te gustará, lo sé. - Guiña un ojo al decir esto. - Además recuerda que soy como tú hada madrina - Dice de forma graciosa mientras gira alrededor de Anzu y hace un movimiento con su varita. - Pero además... *Puuff* - se transforma en Rio muy cerca de la cara de Anzu. - Puedo ser tu héroe acompañante. - ⋆
    - A qué te ref... - Anzu se sorprende y se sonroja por lo cerca que se encontraba Rio, pero éste al alejarse, ella puede ver que ambos están disfrazados. - ¿Qué...? Rio tú... ¡Eres el Duende Melodías! - Se lleva una gran sorpresa al verlo.
    - Y tú eres Melda - Rio sonríe mientras le apunta con su varita. - Sólo mírate. -

Romantic Killer: Romperemos las reglas y la magia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora