12

9.2K 875 131
                                    



Dos meses después...



Aunque no fue complicado retomar la relación que tenían anteriormente, ellos se esforzaron por dar lo mejor hasta que consiguieron cambios que los llevaron a tener mejores momentos.

Sus vacaciones fueron largas en una isla privada que JungKook había comprado antes de que JiMin desapareciera por un año. Se suponía que era un regalo por su aniversario, pero ahora era un regalo por su reconciliación. Se desaparecieron durante una semana en ese lugar y otra semana más en Canadá porque JungKook sabía que su esposo amaba los climas fríos y la nieve.

Durante todo este tiempo se ha dedicado a cumplir cualquiera de sus deseos tácitos y, por supuesto, también los que pedía indirectamente. Siempre estaba pendiente de él, incluso estando en el trabajo se tomaba el tiempo para llamarlo. En su hora de almuerzo iba por él y lo llevaba a algún restaurante o a veces comían en casa. Las mañanas eran intensas, al igual que las noches. Prácticamente hacían el amor todos los días sin mucha prorroga de descanso. JungKook, sobre todo, estaba demasiado necesitado de sentir el interior de su esposo y de poder tocar todo su cuerpo. Y obviamente éste no se lo negaba.

Se comportaban incluso más intensos que al inicio de su matrimonio y tal vez se amaban más que hacía un año atrás. Sus sentimientos se hacían cada vez más fuertes y lograron ajustar sus tiempos para continuar creando más momentos juntos. Por ahora no tenían planes a futuro, sólo estaban fluyendo de acuerdo a lo que sentían y hacían cosas espontáneamente. JungKook cumplió su palabra cuando le dijo que él se encargaría de todo.

Había ciertos asuntos que ellos dejaron de lado, como por ejemplo; el asunto de los padres de JiMin. El rubio tuvo que enfrentarse a ellos una tarde cuando les pidió una aclaración y jamás se imaginó que ellos se comportarían sínicamente y aceptarían abiertamente que jamás recibirían a JungKook como alguien de la familia. Claro que, en cuanto vieron que su hijo jamás volvió a llamarlos ni a visitarlos y mucho menos les permitió la entrada a su casa y a la empresa de su esposo, fue entonces que recapacitaron sobre lo que dijeron, aunque no del todo.

Al día de hoy JiMin no los busca y optó por dejarles todo el trabajo a ellos, empezando por el hecho de que le debían una gran disculpa a JungKook, si no era ese el caso, entonces las cosas seguirían de este modo.

Mientras tanto, ellos disfrutaban de su segunda etapa de luna de miel después de tres años de matrimonio. Despertaron juntos, desnudos y abrazados como todas las mañanas después de haberse reconciliado, y habían tenido su ronda de sexo matutina que les servía de vitamina para poder continuar con su día.

JiMin yacía acostado sobre el cuerpo fornido y sexy de su esposo en tanto terminaba de regular su respiración después de haber sido follado tan intensamente por él. Éste lo acariciaba de la espalda como un gesto cariñoso, de amor y en forma de calma que funcionaba muy bien.

—Eso fue increíble—dijo JiMin con una sonrisa enamorada—Me encanta como me follas. Sabes perfectamente todo lo que me gusta.

—Nadie te conoce mejor que yo. Te lo aseguro—se regodeó y le dio una nalgada—A mí me encanta despertar con tu culito pegado a mí.

—Ay, JungKookie— se escondió en el cuello del azabache—No seas sin vergüenza.

—Yo sé que te excita cuando te hablo sucio—se incorporó para sentarse con él encima— Además sabes que me encanta tu culo, porque si no fuese así, no te follaría los siete días de la semana—gruñó y se acercó a él para rozar sus labios con los suyos—Si por mí fuera lo haría a cada minuto... a cada segundo, porque con sólo verte me excito.

Afterglow (Kookmin)Where stories live. Discover now