Capítulo 56

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La suerte es solo cuestión de oportunidades de preparar encuentros (Lucius Annaeus Seneca)

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Habían acordado que la reunión era dentro de dos semanas para despejar un poco sus agendas. WangJi estaba ansioso por lo que podrían hablar, se trata de Xichen, su hermano. A pesar que haya tomado decisiónes cuestionable en el pasado eso no le quita los lazos que los unen.

A decir verdad, sentía una extraña nostalgia al ver que WanYin y su Wei Ying pudieran recuperar su hermandad, pero fue gracias a la madurez del Jiang en ese tiempo y su gran cambio como persona, cualquier otra persona pudo haberlos repudiado y no ayudado como lo hizo WanYin.

No sabía si tendría la misma conexión que tuvieron alguna vez Xichen y él, tenía cierta incertidumbre acerca de que había hecho con su vida, si seguirá creyendo que se equivoco al creer en Wei Ying y no en la que era su familia, no hablaron más haya de las preguntas superficiales, ni siquiera le había dicho que seguía con su amado omega y un cachorro junto a él.

Transcurrió el tiempo y aquel día que lo mantenía lleno de dudas llego, estaba nerviosos pero sus expresiones no eran fieles a él, bueno nunca a sido muy bueno expresandose, llegando a los recuerdos en donde Xichen si podía saber que le sucedía. Quería decirle a Wei Ying que le sucedía pero incluso el estaba perdido en sus pensamientos y tomando como precaución distintas rutas de escape si los quieren separar y que no los siguieran hasta su hogar.

Se acercó a la cocina en donde se encontraba WanYin, como siempre Cody estaba a su lado quien lo vio, al parecer el perro olió su nerviosismo.

El dueño del perro lo miró con cierta duda, dejando su tarea de limpiar un pescado. - WangJi, eres tan difícil como limpiar un pescado. -

-Puedo preguntar algo. -

-Lo estas haciendo ya. - WangJi lo miro frunciendo el ceño de manera reprochante, Jiang Cheng soltó una risita burlona, ya que a veces le gusta tomanrle el pelo a el Lan. - Pregunta. -

-¿Cómo es qué lograste hablar con Wei Ying?. - ante la atenta mirada, WanYin perdio su mirada en la nada, dejo salir un suspiro.

-Simplemente paso, aquella noche estaba asustado, tan asustado como un cachorro pidiendo auxilio. Para ese tiempo tenía tiempo tomando terapia, comprendía mis emociones mucho mejor y lo ayude. Pero si estas buscando un consejo. - WanYin tomo el pescado y lo puso en un plato, se limpio las manos y con una leve sonrisa miró a WangJi. - Deja que fluya, escuchar es la mejor opción, comunicar tus sentimientos, incomodidades y molestias no forman malentendidos. Entiendo que quieras hablar con tu hermano, saber por que no te escucho, sus razones, yo también quise. Resultó bien. -

WanYin volvió a su pescado, Wanji se sintió tranquilo por las palabras que recibió. Sonrió muy levemente. - Gracias. -

-Es posible que tengas miedo. - y de nuevo sonrió burlon.

Al día siguiente, pudo escuchar las múltiples órdenes de Wei Ying. Tenía hasta una maleta preparada de ropa de los cuatro integrantes de su pequeña familia. Tenía en brazos a su sobrio quien tomaba un jugo de naranja mientras, A-Yuan veía a su madre hablando de prisa y casi paranoico. - No pasará nada Wei Ying, además tenemos cinco maquinas de matar en nuestras casa ¿Verdad, A-Yuan?. -

El pequeño asintió soltando una risita risueña. - Maquinas de matar. - repitió.

-WanYin. - le llamo la atención WangJi.

-No vamos, A-Cheng recuerda, si te llamo tomas las maletas y vas a la casa del señor Chuanli, ya le avise, si el no está vas con Xingchen. - Wei Ying abrazo a WanYin junto con su pequeño cachorro. - Mi pequeño cuida muy bien a tu shushu. - le dio un beso en la mejilla y otro para WanYin.

-No pasará nada, A-Yuan y yo somo muy valientes. - fue apoyado por su sobrio.

-A-niang ya tengo tres años. - Lan Yuan mostró tres de sus dedos a su papá, Wei Ying los mordió muy suavemente.

Era turno de que WangJi se despidiera de su cachorro, este le dio un beso en la frente y le acarició un poco la mejilla. - No olvides los planes. -

WanYin rodo los ojos, para el era ridículo que WangJi le siguiera su paranoia. - Bien, bien, los haré. -

WangJi asintió con agradecimiento, Wei Ying tomo su mano para ya irse. - Nos vemos A-Cheng. -

-Buena suerte. -

-¡Buena suerte A-Niang, A-Die!. - exclamó con felicidad Lan Yuan.

Los despidió junto a su cachorro, WanYin vio como se iba el auto y desaparecía. Miró con complicidad a su sobrino. - ¿Qué quieres para postre?. -

-¡Helado!. - aplaudió con felicidad el niño.

Más allá de las nubes Where stories live. Discover now