Capítulo 15

154 20 9
                                    

Si... No.

<Si... No>

Si... No.

- Alba -la voz de Fernanda me saca del ciclo constante en el que me encontraba- ¿No deberías estar buscando a Alice? -me pregunta ella desde el umbral de la puerta.

<Llevo más de media hora debatiéndome si hacerlo o no>

- S-Si, solo... Tengo que alistarme, quedé con Alice en que no demoraría tanto -respondo apresuradamente poniéndome de pie.

- ¿Y que estás esperando? Ve -dice dándose la vuelta para irse.

Termino yendo hacia el armario para cambiarme. Saco unos pantalones ajustados y una blusa color rojo vino de mangas largas. Los tirantes caídos dejan al descubierto también mi cuello y un poco de mi clavícula.

Me paro frente al espejo y sopeso si cambiarme o no.

- No te lo pienses más -la voz de Fernanda me sobresalta-. Si te lo sigues pensando no vas a ir, y no le puedes hacer eso a tu hermana.

- Lo sé,, pero es que... -hablo con la mirada aún clavada en el espejo.

- Eso pero está desacreditando lo que acabas de decir -se acerca a mi. Pone ambas manos en mis hombros y me da la vuelta para quedar frente a ella-. Es tu hermana, Sarai, y tiene todo el derecho de pasar contigo el tiempo que se le venga en gana. Tanto ella como tú se lo merecen.

- Pero...

- Sin peros -me interrumpe-. No dejes de pasar tiempo con ella solo por las estupideces de tus padres -continúa al ver que me quedé callada- ¿Vale?

- Si -respondo en un susurro de manera casi programada.

- Bien -asiente y formula una sonrisa-. Entonces toma una chaqueta, pide un taxi, ve por Alice y tráela mientras que preparo unas galletas para ella.

- Creo que prefiero ir caminando -comento tratando de imitar su sonrisa.

<Así me preparo psicológicamente>

- Te encanta complicarte la vida -rueda los ojos con falso fastidio.

Cierro los ojos y tomo una onda respiración. Tengo que hacerlo. Me tomo el tiempo de sentir como mi pecho baja cuando suelto todo el aire que estaba conteniendo y los vuelvo a abrir.

Ella se va de la habitación después de regalarme otra de sus sonrisas y me giro hacia el armario para buscar una chaqueta. El rumbo que estaba tomando mi mano entre mis cosas se detiene cuando encontré entre ellas la chaqueta de Adrien.

Me la dió cuando regresábamos de la playa. no he tenido oportunidad de devolvérsela.

Da igual, no se enterará.

La tomo y me la coloco, el olor de su perfume aún está impregnado en ella. Aspiro la esencia varonil y una pequeña sonrisa amenaza con tirar de las comisuras de mis labios.

Salgo de la habitación después de coger mi móvil y guardarlo en el bolso junto con la copia de las llaves del departamento.

Me despido con la mano de Fernanda y cierro la puerta del departamento detrás de mí. Voy directo al ascensor y presiono el botón para bajar a la recepción.

Espero a que llegue y una vez las puertas se abren frente a mí veo que no me va a tocar bajar sola. Una chica de cabello corto y un par de gafas está también dentro de este, sosteniendo contra su pecho un montón de libros. Una estudiante, probablemente.

Ella eleva el rostro al notar mi presencia junto a ella cuando entro al ascensor, mas no dice palabra alguna y yo tampoco hago ningún esfuerzo por entablar una conversación. Sin embargo, siento como su mirada quema mi perfil ya que no despega sus ojos de mí hasta que me volteo hacia ella y aparta la vista con rapidez, un rubor rojo cubriendo sus mejillas pobladas de pecas.

Dejar de brillar(+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora