❝Heart cold as ice blue❞『•MinSung•』

O8

La fina capa de nieve que cubre el suelo se quiebra bajo sus pisadas, y su respiración agitada es lo único que se escucha junto a los suaves sonidos de los insectos.

Este bosque es un poco más oscuro y espacioso que el que está acostumbrado a ver, pero no le importa. Aquí se siente seguro, lejos de la presencia de MinHo o de cierto lobo que preferiría evitar.

Así que se concentra en el aire puro que llena sus pulmones y en cómo el frío hace que sus mejillas se pongan rojas.

Mientras corre entre la nieve y los árboles, por unos segundos, recuerda su vida anterior.

Se fue en una noche lluviosa en Londres, dejando solo un mensaje a su madre para asegurarle que estaba bien y que necesitaba alejarse. Con la brisa otoñal calándole hasta los huesos, sin mirar atrás, tomó un taxi hacia el aeropuerto. El trayecto fue corto pero se sintió eterno. Tenía miedo, miedo a lo desconocido y a lo que sucedería cuando todos se dieran cuenta de que se había ido, de lo que había hecho. Tenía miedo de estar solo, porque a veces la soledad lo asfixiaba.

Tenía miedo de lo que el futuro le depararía.

Sin embargo, ahora, mientras corre entre los árboles y el viento frío de esa isla congelada lo envuelve, considera que ha sido la mejor decisión que ha tomado en su vida. A pesar de todo, era lo que debía hacer. Ha descubierto un lugar al que ama, ha conocido a personas que valen la pena y tiene todo lo que siempre había deseado tener.

Así que no, no se arrepiente.

•••

JiSung ha atravesado todo el bosque cuando el cielo comienza a teñirse de tonos naranjas y rojos, llegando al final del bosque con la intención de pasar por la ciudad y regresar a casa.

En ese momento, su estómago comienza a quejarse, el hambre se hace presente al mismo tiempo que las ganas de ir a la cafetería de Tiffany y Chan a por algo de cenar.

Así que sale del bosque, admirando las bonitas casas envueltas en nieve y algunos árboles que hacen que todo parezca sacado de un cuento de hadas. Pero justo en ese momento, cuando apenas se ha alejado del frondoso bosque, escucha su nombre proveniente de su interior, lo que lo hace detenerse en seco y fruncir el ceño.

—¿Hola? — pregunta en voz alta mientras retrocede sobre sus propios pasos.

El cielo se vuelve cada vez más oscuro, el frío aumenta y el aullido del viento junto con los cantos de los insectos hacen que se sienta de repente como si estuviera en una película de terror. Se pregunta cómo pasó de estar inmerso en un cuento de hadas a sentirse atrapado en una novela de Stephen King.

Su nombre vuelve a resonar por el bosque, lo que lo hace detenerse por completo. Su corazón se acelera al reconocer esa voz.

MinHo.

•••

MinHo camina entre los árboles de aquel bosque inhabitado, con pasos firmes y las manos escondidas en los bolsillos de su chaqueta vaquera. En su mente, hay una batalla interna en la que no sabe si debe atacar a JiSung por complicar su vida de esa manera, o si debe culpar a Felix por hacerle ese pedido.

Sin embargo, continúa caminando por el bosque, que se vuelve cada vez más oscuro, siguiendo las huellas de JiSung en la nieve en un intento por encontrarlo. Pero no escucha más que el sonido de los insectos.

—¿JiSung? — llama en voz alta sin recibir respuesta. Gruñe mientras continúa caminando, pensando en las mil formas en las que le gritaría por complicar su vida de esa manera.

Poco después, todo se vuelve aún más oscuro y comienza a cansarse de buscar. Sin embargo, el olor de JiSung sigue presente en el bosque y sabe que él está cerca.

—¡JiSung! — vuelve a gritar cuando el olor se hace más intenso.

Minutos después, llega a una zona despejada donde los árboles forman un círculo y la nieve lo cubre todo.

Y lo último que esperaba encontrar era esa escena. De repente, su respiración se acelera y su corazón parece detenerse.

JiSung está paralizado en medio de ese espacio, frente a un animal enormemente grande y de pelaje oscuro.

Un lobo. Un lobo que definitivamente no pertenece allí, porque si lo hiciera, MinHo lo reconocería.

Un lobo en un territorio que no es el suyo, un lobo del cual desconocen sus intenciones.

Y antes de que pueda hacer algo al respecto, en un abrir y cerrar de ojos, el lobo salta sobre JiSung, pasando sus garras sobre su estómago y derribándolo al suelo.

En ese momento, MinHo experimenta un miedo como nunca antes lo había sentido.