❝En un mundo donde la raza humana desconoce la existencia de los alfas y los omegas, Han JiSung se muda a una remota isla helada. Sin saberlo, lo más frío que habitaba aquel lugar era el corazón congelado de Lee MinHo.❞
: ̗̀➛Romance | Drama | Omegav...
Aquel día, el sol más hermoso y brillante iluminaba intensamente Blue Island. Al amanecer, el cielo estallaba en tonos rosados y anaranjados, el aire se impregnaba de un aroma a dulces y las canciones navideñas resonaban por todas partes.
Las nubes oscuras y la niebla parecían haber desaparecido por completo.
Pero al caer la tarde, las nubes se volvieron tan oscuras como el carbón, el sol se ocultó y la luna lloró junto a las estrellas.
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JiSung sostenía con sus manos la taza de unicornios que MinHo le había regalado esa mañana, sentado en la encimera de la cocina con su suéter navideño, también obsequio del castaño esa misma mañana.
Da un sorbo al té mientras el vapor acaricia su rostro, sumergido por completo en sus pensamientos y en los recuerdos de la noche anterior.
Por una parte, estaba la escena dramática tras recibir la llamada de su madre. Habían sido demasiadas emociones, recuerdos y dolor que creía haber enterrado en lo más profundo de su ser. Aún así, también sintió alivio al saber que le importaba, que se preocupaba por él.
JiSung desconocía cuándo estaría listo para regresar, pero si decidía hacerlo en algún momento, tenía la certeza de que la mano de MinHo entrelazada con la suya le daría la fuerza necesaria. Con él a su lado, nada más importaba; incluso podría lograr lo que consideraba imposible.
Y, por otro lado, estaba el resto de la noche, donde las lágrimas y los dolorosos recuerdos parecían desvanecerse ante la brillante sonrisa de MinHo al soplar las velas en la tarta, o su risa al recibir regalos de sus amigos y los besos que le dio tras abrir el regalo especial. Un anillo que contenía una pequeña foto de ambos, sentados en el sofá con mascarillas faciales, un bowl de palomitas en el regazo de JiSung y Dal sobre el castaño.
Y finalmente, llegamos a su parte favorita.
—¡MinHo!—exclama JiSung con una sonrisa mientras el alfa lo conduce por el bosque — ¿Qué pasa con la fiesta?
Las estrellas brillan intensamente en el cielo, y las luces del pueblo se vislumbran entre los árboles cubiertos de nieve.
—Ya he abierto los regalos y hemos comido la tarta, ahora quiero mostrarte algo.
JiSung frunce levemente el ceño.
—¿Y tiene que ser en medio de la oscuridad del bosque?
—Sí — responde, sonriente.
—Pero hace frío — se queja, formando un pequeño puchero con sus labios.
—Será solo por un momento, deja de quejarte — JiSung no puede verle la cara, pero sabe que ha puesto los ojos en blanco.
Sin detenerse, continúa guiándolo hasta un lugar llano, rodeado de árboles con la luz de la luna creando una atmósfera mágica. Allí, MinHo suelta su mano y empieza a quitarse la chaqueta de cuero, provocando que JiSung abra exageradamente los ojos.
