Capítulo 31

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Hola a todas y todos. Oigan, me acabo de dar cuenta mientras leía otra vez los capítulo que más bien parecen escenas de telenovela, ósea que tres o cuatro capítulos del fanfic harían un capitulo completo en la televisión. ¿No creen?


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El sol aparecía en el horizonte, la noche anterior fue una de las más largas y abrumadoras que los chicos hubieran pasado, cuando Sett, Aphelios y Ezreal llegaron al departamento, Aphelios se encerró en su habitación dejando afuera a Sett y sus suplicas para que escuchara lo que quería decirle, Ezreal solo le lanzó una mirada asesina y se encerró también en su cuarto.

Esa mañana, justo antes de que el sol iluminara en su totalidad el cielo, Ezreal salió corriendo a casa de Lux; quería encontrar a Kayn y ya que la policía dijo que debían esperar un día más para reportarlo como desaparecido, pero Ezreal no quiso esperar un segundo más y pensó en comenzar por ahí. El barrio era bastante lujoso, tenía muy pocas casas separadas por enorme jardines y aunque parecía un pueblo abandonado, lo cierto era que las casas estaban habitadas por varias familias, la noche anterior pasaron por ese lugar pues era el único camino parra llegar a la casa de Lux que era la que estaba al final del camino, pero primero tenia que pasar por una carretera un tanto peligrosa por estar al borde de un acantilado.

─¡Ezreal, buenos días! ─Lux se tallaba los ojos.

Ezreal la miró de pies a cabeza.

Su esbelta figura cubierta por una pijama rosa bastante afelpada para el frío que hacia a esas alturas de las montañas, tenía el cabello rubio hecho un nido de aves, no llevaba maquillaje por lo que su piel parecía más pálida de lo normal y con ambos ojos entrecerrados se veía hermosa, era de esas mujeres que no necesitan arreglarse para verse preciosa y esa era una de las cosas que Ezreal amo de ella desde el primer momento en que la vio. Aspiró profundo cuando vio una enorme cicatriz en el cuello de Luz que pasaba por su pecho y se perdía en su pijama y recordó aquel suceso la llevo a casi estar muerta.

─Buenos días Lux ─Ezreal dijo ─¿puedo pasar?

─No es una buena idea ─Lux miró hacia atrás para asegurarse que sus padres no la estuvieran espiando ─mis padres están aquí y no creo que te vean bien.

─¿Aún m culpan?

Lux se acomodó la pijama cubriendo lo más que podía esa cicatriz.

─Sabes que yo no pienso eso.

─Pero ellos creen que es verdad.

─Tu y yo sabemos que fue exactamente lo que pasó aquella noche ─Lux aspiro hondo ─no fue tu culpa.

─Como sea ─dijo ─no estoy aquí para pelear con tus padres, quiero saber una cosa y más vale que digas la verdad.

Lux salió de la casa cerrando la enorme puerta a sus espaldas, el viento helado golpeo en su rostro haciendo que se cruzara de brazos para soportar el cambio de temperatura de adentro de su casa; el jardín delantero de la casa era del tamaño de un departamento de la ciudad o tal vez dos, con enormes arboles rodeando la propiedad, un aparcadero para cinco autos, pero solo tres estaban ocupados por los autos de la madre, el padre y el de Lux, del otro lado había un enorme roble que era la adoración de su padre por ser único en la ciudad y gracias a todo el dinero que tenía era que podía mantenerlo vivo en ese ambiente; contratando expertos jardineros y especialistas que se dedicaban única y exclusivamente a ese árbol.

─Anoche, los hombre de tu padre se llevaron a mi mejor amigo ─Lux abrió grande los ojos ─pensé que tal vez podría estar aquí.

─¿Cómo sabes que eran de mi padre?

HEARTSTEELWhere stories live. Discover now