، 🎨 : Capítulo 11.

1.4K 268 23
                                    

Jungkook despertó un viernes como de costumbre, arregló su traje y salió de su cuarto. Al abrir su puerta escuchó unas cuantas risas en el comedor, al bajar miró como a un lado de la entrada a la cocina estaba Chan.

Jeon podía jurar que su hijo lo hacía con intención de esconderse pero al acercarse un poco más, divisó en el rostro de Christopher una sonrisa mientras escuchaba la conversación en el comedor.

―¡Entonces Channie salió corriendo enojado mientras Yeji lo perseguía con un bate de goma! ―se escuchó a Sunoo.

―Él estaba enojado por haber tirado su computadora, ¡pero no le pasó nada, en cambio a mis zapatos sí! ―dijo Yeji ofendida.

―Chan parece cuidar bien de ustedes, me alegra que lo tengan para protegerlos ―dijo Jimin alimentando a Yuna.

―No es tan malo, solo intenta cuidarnos ―Yeji le sonrió a Jimin y él le regresó el gesto.

―Chan a veces toma mucha responsabilidad, no suele decirlo pero yo sé que él a veces no sale de casa para estar con nosotros ―habló Hyunjin con seguridad y tranquilidad.

Jimin asintió colocando el lunch de los niños en sus loncheras ―Y lo entiendo. Creo que haría lo mismo... Al menos conozco a alguien que lo ha hecho todo el tiempo por mi y es algo muy lindo saber que tienes con quien contar.

NingNing hizo un movimiento con sus manos. "¿Amigo?" dudó recordando a Taehyung.

Y Jimin asintió con una sonrisa ―Bueno vamos que es tarde, me sorprende que Chan aún-

Chan apareció con un gesto serio y habló ―Muévanse o llegaremos tarde.

Jimin le sonrió y le entregó una lonchera azul con negro, por lo que había preguntado eran los colores favoritos de Chan ―Debes comer bien durante un largo día de universidad. Creo que llegarás tarde hoy, supe que tus horarios eran pesados.

El alfa lo miró con rudeza, quería intimidarlo y lo logró ya que Jimin apartó la mirada al suelo y disminuyó su sonrisa.

―Chan ―Yeji le habló con advertencia.

―No quiero nada que venga de ti —respondió el hijo mayor y salió de la cocina.

Entonces Jimin volvió a recobrar el aire en sus pulmones que ni siquiera se dio cuenta que faltaba.

Jungkook entró suspirando ―Hablaré con él no te preocupes ―tomó la lonchera entre las manos de Jimin―, gracias por esto, no debiste hacerlo —sonrió amable.

Pues Jimin no solo le había comprado una lonchera de su color favorito para el almuerzo a Chan, sino también al resto de los cachorros de Jungkook, desde hace días se había encargado de ponerles algo de comer antes de ir a la escuela.

―No me molesta ―negó rápidamente y le entregó las demás al resto de los niños―. Oh por cierto... ―se giró a la mesa y le entregó una lonchera negra a Jungkook―. Creo que es algo sencillo pero suficiente para aguantar el día en su trabajo ―rió un poco, sintiendo sus mejillas calientes, no quería sonrojarse frente al alfa pero estaba fallando.

Entonces el corazón de Jungkook latió un poco, muy, fuerte ―Gracias, Jimin —su sonrisa se anchó más.

Los cachorros pequeños miraban la escena con risas y Yeji sonrió apurando a sus hermanitos ―Nos vemos más tarde Jimin, gracias por el almuerzo —salió apresurada con los menores gritando una despedida y agradecimiento al omega.

―Ah... ―miró la puerta del comedor y sonrió―. Que tenga buen día, señor Jeon ―se inclinó y volvió a tener en sus brazos a la pequeña Yuna que le miraba con brazos extendidos en su pequeña silla mecedora.

heart sounds › kookminWhere stories live. Discover now