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[02]: Al Nuevo Le Queda El Naranja.

Nerissa Rousseau
❛Al Nuevo Le Queda El Naranja.❜

— No te muevas... — pido en un murmullo bajo al enfocar a un colibrí en una flor y tomo la foto.

Como todas las mañanas después de desayunar, estoy en el bosque tomando fotos porque constantemente, encuentro cosas diferentes cada vez que entro, sea de día o de noche.

Reviso la foto de la cámara y sonrío con orgullo. Quedó increíble y es perfecta para el álbum de animales que e logrado capturar con mi cámara. No son muchos; un conejo, liebre, venado, mariposas von alas de distintos diseños, etc.

Observo el cielo, el cual ya aparece el sol con más fuerza. Había salido antes del alba para capturar fotos con los primeros rayos del sol asomándose en el horizonte. Lo cual, les daba un aspecto fantástico y hermoso.

— Creo que es todo... — murmuro colgando la cámara en mi cuello y empiezo a caminar hacia la salida de bosque.

He estado curiosa sobre el nuevo chisme que ha circulado desde ayer en la noche. Sobre el nuevo semidiós que ha llegado y que, según una de mis hermanas más chismosas, había derrotado al hijo de Pasifae.

Lamentablemente no puedo acercarme a él, por muchas razones. La principal, porque he sentido que, desde su llegada, han estado pasando cosas muy extrañas. Por ejemplo; he tenido visiones sobre el futuro o escucho voces en mis sueños que jamás había escuchado.

Lo cual, no siento como un buen augurio.

Siento como mi pie pisa algo y me detengo de forma abrupta. Bajo la mirada a este y ahogo un chillido asqueada y molesta que quería salir.

He pisado un charco de barro y mi zapato esta casi cubierto por completo.

— ¡¿Es una maldita broma?! — gruño sacudiendo mi pie para, al menos, quitar aunque sea un poco del barro. Hago un puchero triste. Mis zapatos favoritos están arruinados.

Sigo caminando y logro salir del bosque, empezando a caminar al área de las cabañas y poder darme un baño de rosas y encender una vela con aroma marino.

Necesito relajarme.

Noto como todos se apartan de mi camino cuando paso, lo cual me saca una sonrisa divertida y levanto la barbilla con vanidad. Desde que llegué al Campamento había creado una reputación, la cual y con suerte, he logrado alejar a todos de mi persona.

Pero los valiente, los que solo les atrae mi belleza extrema, solo duran dos máximo tres días, cuando se dan cuenta que no vale la pena tener una conexión conmigo. Al último que lo intentó, le ordené con mi embrujahabla que se lazara al estiércol de los pegasos y jamás me volvió ni a dar una mirada.