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[13]: Las Charlas Nocturnas Me Unen Más Al Trío Maravilla ¡Que Sorpresa!.

Nerissa Rousseau
❛Las Charlas Nocturnas Me Unen Más Al Trío Maravilla ¡Que Sorpresa!.❜

﹙ACTUALIDAD﹚

Oscuridad.

Es lo único que veo mientras estoy acostada en mi saco de dormir. Es molesto escuchar los ronquidos de cuernitos y los balbuceos de listilla mientras duermen, pero me ayuda a saber que no estoy sola.

Lo único que me da compañía en esta oscuridad, además de la presencia del trío maravilla a mi alrededor, es la foto de mi papi en mis manos.

La levanto y la observo con atención. Sin poder evitarlo, la nostalgia me invade como siempre que veo alguna foto de mi papi. Hoy es uno de esos días que me hacen darme cuenta que estoy sola. Mi abuela murió cuando yo aún era una bebé y no tengo más familia.

El ser mestiza me ha arrebatado todo. Mi papi, mi niñez, una vida normal.

¿Sería malo si me revelo?

Frunzo el ceño al notar mis pensamientos y suspiro con frustración e irritación, no voy a hacer eso. No me uniré a Castellan y no le haré eso a mi papi.

Por mucho que odie mi vida, jamás traicionaría al único lugar que considero mi hogar y menos el sacrificio que mi papi hizo.

— ¿Es tú papá?.

Me sobresalto y giro mi rostro a ver a principito, que se habia acercado con su bolsa de dormir y me observa con atención.

Enserió debo de conseguirle un cascabel.

Observo la foto un momento y se la paso. No la dañara. Pero aún así lo voy a vigilar.

— Lo es — le contesto en un susurro. Cuernitos y listilla aún duermen.

Él asiente observando con atención la foto y luego su vista se posa en mi — Tienes su sonrisa.

— Mi belleza no solo viene por ser hija de Lady Afrodita, principito — me encojo de hombros tomando la foto para mirarla un poco más — Era el mejor papá que pudo existir. Amable, inteligente, valiente y sobre todo; un hombre con un corazón de oro.

— ¿Qué le sucedió? — me giro a verlo con mi rostro serio, más no molesta. Su expresión asustada es divertida — No respondas. Mala pregunta.

Suspiro sin dejar de ver la imagen — Su nombre era Sirio Rousseau. Antes de ser empresario, a sus veinte años se convirtió en bombero y el mas joven en recibir el puesto de Teniente de Rescate en Chicago, donde conoció a Lady Afrodita.