Capítulo 42: El imán que me atrae

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Abrí los ojos al escuchar el alboroto intenso y me topé con mis amigos, viéndome con intensidad, me eché hacia atrás en mi suave cama y terminé pegado a la pared. —¿Por qué me ven así? —me cubrí el cuerpo con espanto y esos dos idiotas soltaron la risotada.

—Mal, ¿eres tonto? —indagó Dae.

—Mal, ¿eres idiota? —agregó Carter.

—Alto ahí, así empiezan antes de sacarme la respuesta a alguna incógnita que tienen, los conozco y no voy a caer.

—¿De qué punzada hablaban? —investigó Carter al subirse a la cama.

—¿Qué es eso de la persona destinada? —cuestionó Daehyun al imitar la acción del rubio.

Ambos están frente a mí, viéndome con interés, de aquí no se irán hasta que diga algo, me atosigarán durante años si es necesario. —No les puedo decir eso si ella no quiere, es más, yo me siento mal por enterarme de esta forma sin su consentimiento, pero, entiendo que Yarah estaba furiosa y preocupada por su amiga.

—¿No nos vas a decir? —cuestionaron al levantarse sobre mi cama.

Me escabullí con rapidez y ambos me apañaron en la escalera, Daehyun me tomó de los brazos y Carter de los pies. —¡Ayuda, me secuestran!

Los guardias y el personal de la casa acudieron y al ver que se trata de los chicos se marcharon. —Debes decirnos—demandó Dae y miró a Carty—, ¿qué deberíamos hacer con él?

—No lo sé, ¿qué te parece si llamamos a la tía Lottie? —propuso el rubio oxigenado con una perversa sonrisa.

—Ay no, a mi mamá no—chillé—, les diré, les diré, lo juro—me dejaron en libertad y me senté en un escalón, con ellos situados dos abajo, mirándome con interés.

—Habla o te saco la verdad—amenazó el rubio perverso al mostrar su celular con el contacto de mi madre en pantalla.

—Me matarán por esto—cerré los ojos con fuerza—. Xia tiene un don real, no es que solamente es buena uniendo a los demás, ¿no se les hacía raro que uniera a personas específicas o separara de la nada sin siquiera conocer a muchos de ellos?

—¿Me estás diciendo que tiene poderes? —intervino Carter y rio—, estás mintiendo, llamaré a Lottie…—Dae le quitó el celular y lo apagó—oye, nos está viendo la cara.

—Ponte a pensar, lo que dice no es tan descabellado—inició—, ¿recuerdas cuando de la nada nos hizo buscar evidencia de que Jack engañaba a Yarah? También está esa vuelta que nos hizo juntar a las chicas de la universidad rival de la manzana o están aquellas veces que de la nada escuchaba y leía las historias de su perfil y al día siguiente esas personas salían por sus consejos, si eso no es suficiente evidencia para ti, amigo—colocó su mano en el hombro de Carty—, te recomiendo dejar de ser tan adulto.

—Debe haber una explicación científica para esto.

—¿Quieres una ruptura? Las sueña y se despierta espantada por las noches o depende de la hora en que esté durmiendo, ¿lo hizo alguna vez? —indagué.

—Bueno sí… está bien, hagamos de cuenta que tiene poderes, entonces, ¿por qué no los utiliza para que estés con ella?

—Genio, ¿qué no estás entendiendo que ella tiene un don no poderes? No tiene un arco mágico, ella es como una agente y nosotros éramos los agentes de la agente, ¿verdad? —agregó Dae y asentí—. Y eso de la punzada, ¿qué es?

—Las siente cuando alguien está destinado, por ejemplo, pongamos que ella te ve a los ojos por más de cinco segundos—señalé a Dae y ambos asintieron atentos—, si siente la punzada, significa que tú tienes una persona destinada quien puede que te corresponda o no, solo sabe que tú estás listo para recibir a esa persona, ahora, si ella va caminando por la calle y por ejemplo ve a los ojos de… Yarah y siente la punzada, significa que ustedes dos están unidos por el hilo rojo del destino y tarde o temprano estarán juntos, porque así fue decidido, cabe resaltar que, durante ese período no puede sentir más punzadas de nadie hasta que encuentre al destino de la primera persona de la cual le causó la punzada. Y yo ustedes no le llamaría un don, eso es como una maldición, el destino amoroso de otras personas le duele a ella cada que son emparejados, son como dagas clavándose en su corazón.

Los pasillos tienen oídos/Operación: no te enamores de CupidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora