Capítulo 43

58 4 0
                                    

En todo el trayecto mi corazón se sentía oprimido, cargaba conmigo un secreto bastante traumático, y supongo que para David también lo era, porque no se había atrevido a intercambiar palabra después que salimos del hospital y se dio cuenta de que lo había escuchado todo. Y yo había mantenido mi silencio después de que le afirmé que pasara lo que pasara iba a estar ahí para ayudarlo, aunque no sabía si iba a ser lo suficientemente fuerte para poder con tanto, en especial con la pérdida de alguien al que le debía tanto.

-En nuestra casa nos está esperando el abogado. -Rompió el silencio después de ver una notificación de su teléfono en la pizarra del vehículo.

Asentí.

- ¿No vas a decir nada al respecto? -La parada antes de entrar al condominio donde estaba ubicada la casa le dio unos segundos para mirarme con una ceja alzada.

-No creo que tenga algo que decir acerca de tu abogado. ¿Ya terminó el proceso? ¿Tan rápido? - Respondí confundida, cuando a la verdad no sabía que más decir, mi cabeza no podía pensar normalmente.

Sonrió- No me refiero a eso. - Desvió su vista de la carretera nuevamente un instante para prestar atención a mi rostro- Me refiero a que acabo de referir a la casa como nuestra.

Realmente estaba distraída y no había notado el detalle- ¿Por qué lo hiciste?

Su rostro de perfil dejó ver una pequeña mueca nerviosa que se veía realmente tierna en él- Porque quiero que vengas a vivir conmigo definitivamente Eva, quedamos en que íbamos a intentar algo y como escuchaste no tengo mucho tiempo de vida. -Las últimas palabras se fueron apagando lentamente como una vela con el pasar del tiempo y ahora que lo escuché hablar de esto, pensé que era el momento perfecto para preguntarle.

- ¿Cuánto? ¿Cuánto tiempo tienes y por qué no te quieres hacer el tratamiento? - Las preguntas que estaban atoradas en mi garganta salieron a toda velocidad. - ¿Por qué quieres morir?

Una carcajada salió de su boca y yo no entendía que era tan gracioso en mis palabras - ¿Quién dice que quiero morir Eva?, si me voy dejo muchas personas desamparadas y un par de niños huérfanos.

Mi ceja se arqueó en cuanto terminó de pronunciar esas palabras. - ¿Tienes hijos?

-Los tengo, gemelos de hecho. Van a cumplir 10 años, su madre y yo éramos muy jóvenes e inexpertos cuando aquello y ahora van a tener que seguir adelante sin mí.

Las lágrimas comenzaron a brotar por mis ojos y a caer a mares- ¿Por qué no haces todo lo posible por luchar? - Me sentía consternada y las hormonas no me ayudaban.

-Porque solo estaría algunos meses más y se llevarían el recuerdo de un padre enfermo, no quiero que se lleven esa impresión de mí, quiero que crezcan con la imagen de un padre sano y saludable el cuál siempre fue un ejemplo para ellos. Además, no merezco morir en una cama de hospital.

- ¿Qué tienes? - La pregunta salió en un hilo de voz minúsculo impulsado por el poco valor que me quedaba.

-Hace un mes me diagnosticaron leucemia, la tenía muy avanzada y el doctor me dijo que como máximo viviría 6 meses más sin tratamiento, necesitaría un donante de médula y tengo un tipo de sangre un poco complicado, nadie en casa tiene posibilidades de ser compatible conmigo a excepción de mis hijos y mi padre, y el segundo falleció y a los primero prefiero morir que someterlos a esa tortura.

Mientras hablaba prácticamente mi cabeza volaba por un sinfín de soluciones que podríamos buscar, hasta que una chispa avivó dejándome claro qué podríamos hacer- ¿Podemos intentar algo?

- ¿Qué quieres hacer?

Sorbí mi nariz y tomé valor- ¿Podemos ver si las células madre del cordón umbilical de mi bebé son compatibles contigo? él vendrá al mundo en menos de 5 meses, así que tenemos algo de tiempo para prepararte la operación.

El carro se había estacionado en el frente y acto seguido, los dedos de David se posaron en mi rostro en señal de que silenciara mis palabras- No por favor, no quiero falsas esperanzas.

-No tienen por qué ser falsas- Dije removiendo su mano de mi boca- ¿Y si en realidad funciona?

- ¿Y si dañaran al bebé en el proceso?

-Nadie dañaría a nadie, he escuchado que casi siempre funciona y el bebé no sale perjudicado. No pierdes nada con regalarle un poco más de tu tiempo a tus hijos David y yo voy a estar ahí para apoyarte como tu conmigo.

Lo vi acercarse lentamente y plantar un beso en mis labios suave y tierno. -Eso sería lo más dulce que nadie habría hecho por mí.

- ¿Eso significa que aceptas? -Lo ví asentir- Necesito cita para cuánto antes al doctor, tenemos que saber y estar preparados lo más rápido posible.

Mi alegría fue contagiosa y su semblante se esclareció, estaba contenta porque al fin me dejaría pagarle todo lo que él había hecho por mí. Me dedicó una sonrisa y me ayudó a bajar del vehículo, cuidando que no resbalara por la suave lluvia que estaba cayendo.

En la sala principal, nos estaba esperando el abogado de la empresa, tenía extendida en la mesa de café en frente de él, una carta y un par de plumas a sus costados- Felicidades señores, acabo de ganar para la señora Luna sus pertenencias ahora que sus familiares inmediatos se encuentran en la cárcel, solo queda firmar y pueden comenzar su alianza desde hoy mismo.

Miré a mi nuevo jefe y sonreí invitándolo a firmar, lo cual hizo segundos después de mí y terminamos esa tarde brindando con jugo de naranja David y yo y nuestro abogado con champán.

Solo me quedaba una duda que necesitaba aclarar y decidí preguntarla segundos después del brindis, casi arruinando la celebración. - ¿Qué había pasado con el hijo de mi tía?



DCEO Y Constelaciones (Ya Disponible En Amazon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora