Capítulo 2

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Al subir de vuelta a mi habitación cerré la puerta detrás de mi apoyando la espalda contra la madera.

Respiraba agitada como si acabara de correr una maratón. Sentía la garganta seca y sin embargo había olvidado subir el vaso con agua.

Algo pasaba.

Tenía las manos sudadas cuando acaricié mi rostro llevándome el cabello hacia atrás y mi mente recreando lo que había pasado en la cocina una y otra vez, una y otra vez sin cesar.

Atravesé la habitación a paso ligero, insegura, y me agaché frente al tocador contemplándome el rostro. Un rostro pálido a causa de la exfoliación de la noche anterior pero aquello no era precisamente malo, la palidez me quedaba; sin embargo lo que si lo era, eran las ojeras debajo de unos ojos verdes que parecían cansados.

Arquee las cejas sorprendiéndome a mi misma y repasando de nuevo en mi mente la escena de la cocina mientras me mordía inconscientemente la uña del pulgar.

«¿Por qué le das importancia?».

Creí escuchar a una voz preguntar. La voz firme de una Chloe decidida, completamente diferente a la que tenía delante del espejo.

Era vanidad, mi defecto más grande. El echo de que me hubieran sorprendido con la guardia baja, con la cara arrugada como un pañuelo, los labios resecos..., pero como en toda pelea donde los contendientes siguen en pie, siempre había un segundo round.

Mi mente voló cuando puse el reproductor de música en el teléfono y lo dejé sobre la cama.

Sonidos de tambores eléctricos retumbando por mi habitación mientras ahora de pie alzaba las manos al aire en una danza tribal mientras poco a poco empezaba a contonear las caderas.

«¡Uh uh!»

«Me veo muy bien en bikini».

«¡Uh uh!»

«Recostada bajo el sol, tengo esas marcas en mi cuerpo».

Unas palmadas por encima de mi cabeza mientras sentía el ritmo en cada célula de mi cuerpo.

«¡Tú! Te ves tan jodidamente pálido. Como si fueras alguien sin suerte».

«¡Si! Tienes esos ojos tristes por el dinero».

Empecé a tararear «Bikini Porn» y aquello fue suficiente para animarme. Recitando el coro con los ojos cerrados, sintiendo cada letra mientras mi cuerpo se movía al son de un improvisado strip-tease en la privacidad de mi habitación.

«¡Vas por el mundo en tu aburrida burbuja!, tienes miedo de reventarla, piensas que soy un problema!»

¡Na na na!

«En ocasiones sé que comienzas a soñar».

¡Na na na!

«¿Cómo sería la vida si yo me fuera con ella...?»

Entré al baño, los dedos de mis pies sobre la mullida alfombra en el piso y tras soltarme los tirantes de la blusa, desatar el pequeño nudo del pantalón corto; las prendas se deslizaron de mi cuerpo cayendo a mis pies.

Hubo otra mirada frente al espejo contemplando mi cuerpo desnudo, me acaricié el cuello buscando el mejor ángulo de mi rostro; haciendo pucheros..., sacando la lengua a mi reflejo, haciendo picos de pato con los labios..., buscando la seguridad en mi misma que parecía haber perdido en los pasados minutos.

El agua y la espuma del jabón limpiaron mi cuerpo de toda impurezas, un masaje en los hombros con el gel de baño me aliviaron la tensión y al salir estaba renovada por completo.

Dominando al Fuck BoyWhere stories live. Discover now