Capítulo 39: REPARACIÓN

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Mientras el tren traqueteaba por la nieve invernal, las nubes oscuras reflejaban el humor de Draco.

Él se sentó frente a Pansy y Blaise en su lugar habitual, pero no les habló en absoluto. No pensaba contarles sobre todo lo que pasó durante sus vacaciones hasta más tarde por la noche, cuando estuvieran solos en su habitación y él pudiera desmoronarse en sus brazos sin que todos lo vieran.

Un susurro llegó a sus oídos, haciéndolo saltar:
-Tengo algo para ti.

Draco se giró hacia el lugar de donde provenía el sonido y, por supuesto, no se veía a nadie, pero el olor de Harry lo delató.
-¿Vamos al baño? –Preguntó Harry en un susurro.

Draco frunció el ceño, pero no dijo nada. El olor de Harry desapareció, indicándole que ya se estaba alejando, y Draco se quedó con la garganta apretada para luego ponerse de pie y seguirlo.

Draco entró en el baño más cercano y luego cerró la puerta rápidamente detrás de él, asegurándose de que Harry haya ingresado también. Apenas había espacio para ellos dos, el inodoro y el lavabo.

Harry inmediatamente se quitó su capa de invisibilidad y lo abrazó mientras se balanceaban al ritmo del traqueteo del tren.
-Feliz año nuevo.

Los ojos de Draco se llenaron de lágrimas, pero pudo ocultárselo a Harry mientras lo apretaba con fuerza, enterrando su rostro en su cuello. Podría ser la última vez que escucharía esas palabras, y que las diría también.
-Feliz año nuevo, Harry -respondió Draco.

-Me entristece no haber podido pasarlo besándote. Habría sido la mejor manera de comenzar el año.

Draco sonrió débilmente y Harry se inclinó para besarlo, pero el balanceo del tren los hizo separarse. Draco cayó de espaldas contra la pared, Harry contra el lavabo. Para resolver el problema, Harry saltó hacia atrás y se sentó sobre el lavabo. Luego, agarró la cintura de Draco y lo tiró hacia él, envolviendo sus piernas en las piernas de Draco y sus brazos alrededor de su espalda. Draco agarró su rostro y lo besó como si fuera la última vez. Porque en algún momento lo sería.

-Mm, me perdí de esto –dijo Harry, y luego el tren volvió a dar una sacudida, lo que provocó que la cabeza de Harry se moviera hacia atrás y se golpeara contra el espejo– Está bien, fue una idea estúpida.

-¿Cómo estuvieron tus vacaciones? –Preguntó Draco, luego de una pequeña risa por aquello.

-La casa de los Weasley fue atacada.

Draco recordó que mencionaron que eso pasaría durante la estúpida reunión con los Mortífagos, pero él se distrajo cuando el Señor Oscuro les ordenó que no secuestraran a Harry ni mutilaran a nadie.
-¿En serio? –Preguntó Draco sin ningún tono de sorpresa.

Harry frunció el ceño ante su falta de reacción.
-Sí... fue un gran problema.

-Oh, si, claro. Me imagino que si. Lo siento. ¿Están todos bien?

-Si. Su casa está en ruinas, pero por suerte nadie resultó herido -y entonces Harry lo miró de arriba abajo- Te ves como una mierda. Lo siento por la sinceridad. Pero, quiero decir, no te ves bien. 

Draco tragó.
-Mi padre está fuera de Azkaban.

-Lo vi en los periódicos –Harry frunció el ceño. Luego se adelantó y le acarició el hombro– ¿Que te hizo?

Draco se atragantó.
-Él es simplemente... fue cruel. Pero no quiero pensar en eso. Ahora sólo quiero estar contigo.

-¿Estás bien? –Harry se veía preocupado.

-Si. Es un imbécil, Harry –Draco se acercó y lo abrazó. Harry lo abrazó con fuerza. Su calidez y amabilidad eran demasiado buenas para Draco– No tienes idea...

Todo fue solo un juego - (español) || DrarryWhere stories live. Discover now