Todo fue solo un juego - (español) || Drarry

Capítulo 78: LOS GRYFFINDORS

Draco se preparó varios días después, cuando Harry regresó del tratamiento.

Se encontró con Harry afuera de la enfermería, esperando a que Madame Pomfrey terminara de extraerle sangre y de controlarle el peso (a lo que Harry siempre cerraba los ojos).

Harry sintió la mano de Draco bajo la capa de invisibilidad mientras caminaba por el pasillo. Harry tomó el brazo invisible de Draco y lo llevó al nicho más cercano. Luego, se metió debajo de la capa.
-Oye, tú –dijo Harry.

-Oye, tú. Lo siento –comenzó Draco, y luego lo abrazó– Lo siento mucho.

-Cállate –dijo Harry– Está bien.

Draco frunció el ceño.
-No. No está bien.

Harry se apartó, pero todavía tenía sus brazos alrededor de Draco.
-Cuando obtuviste tu Marca Tenebrosa, todo lo que hiciste fue preocuparte por mí, por mi reacción y por cómo me sentiría. Y cuando me enteré de todo eso, no pude estar ahí para ayudarte a superar tu propia angustia. Si pasamos todo el tiempo preocupándonos solo y únicamente por mí y por cómo me siento, ¿quién se preocupará por ti?

Draco parpadeó, un poco desconcertado, y Harry continuó:
-Quiero estar ahí para ti cuando estés pasando por un momento difícil, no quiero estresarte más. Creo que preocuparte por mí te está causando más dolor que el matrimonio en sí, y no quiero hacerte eso. No necesitas temer lastimarme más. Sé que no quieres estar en un matrimonio arreglado. Sé que no quieres casarte con nadie.

-Con nadie que no seas tú. Me encantaría casarme contigo.

-Lo sé –Harry lo abrazó de nuevo– Esto se trata de ti y de tu vida, no se trata de mí.

Draco le frotó la espalda.
-Harry, vamos. Tú también tienes que estar furioso por esto.

-Si. Estoy furioso. Estoy celoso. Muy celoso. Si pudiera descubrir dónde viven los Greengrass, probablemente prendería fuego su casa, pero eso sería contraproducente.

Draco se echó a reír.
-¿Qué obsesión tienes con hacer estallar cosas? Primero Azkaban, ahora la casa de los Greengrass.

-Siento que me ayudaría a sacar mucha ira –respondió Harry.

Draco se rio.
-Suena lógico.

-De todos modos, no quiero causarte más problemas. Sé lo asustado que estás de lastimarme y no quiero que te sientas así. Concéntrate en el matrimonio, no en hacerme sentir mejor. Eso puedo lograrlo yo mismo.

-Es que... sólo recuerdo haber firmado ese estúpido arreglo de matrimonio porque pensé que ni siquiera iba a estar vivo para entonces. Fue tan estúpido. Debería haberme negado o haber pensado en alguna manera de salir de esto.

-Hiciste lo que tenías que hace –dijo Harry– Ya pensaremos en algo.

Draco besó su frente, y luego le dio un beso en los labios.

Harry le devolvió el beso más tiempo de lo que Draco esperaba y, de hecho, Draco se apartó un poco para ver si Harry seguía sus labios, lo cual hizo.

Luego, ambos caminaron hacia la Sala Común bajo la capa. Sin embargo, cuando entraron, el tobillo de Draco falló y se venció, lo que hizo que Draco se cayera y se llevara la capa consigo, pero la capa también cayó, dejando a Draco y a Harry al descubierto. Harry se mantuvo erguido y comenzó a reír, sin notar que había alguien sentado en los sillones.

-¿Estás bien? –Preguntó Harry entre risas.

-Si –dijo Draco. Harry extendió una mano y lo levantó– Gracias –Draco también se rio, y luego estuvo listo para besar su mejilla, pero una voz lo detuvo.