Ahora no estoy en la pared, he dado un paso hacia delante y estoy frente a la chica que nos mira con una sonrisa. Vinnie se ha puesto de pie y ni siquiera hacemos contacto visual. Nos limitamos a intentar recuperar el aire mientras el resto abraza a Amanda, evito mirarlo al pasar por su lado y camino hacia el grupo, que está en la entrada del salón.
—Felicidades, Amanda —sonrío.
—Adaline —pone una mano en mi hombro—. Muchas gracias —me abraza y a mí ese gesto me pilla por sorpresa.
Me separo colocándome al lado de Terry y no me muevo de ahí porque me tiemblan las piernas.
—En serio, esto es genial —dice con una sonrisa—. No me esperaba tanto —se gira hacia Vinnie—. Te he echado de menos —acaricia los mechones que descansan en su nuca.
Trago saliva y me apoyo un poco en Terry que me rodea con un brazo.
—¿Todo bien? —me pregunta mientras inclina su cabeza.
Afirmo y siento que el corazón se me estruja en el pecho cuando Vinnie retira el pelo de Amanda de su cara para depositar un beso en su mejilla y rodearla con sus brazos. No quiero sentir esto, no este nudo en el estómago y esta sensación tan desagradable. Pero no puedo controlarlo y tengo que apartar la mirada por la punzada que me sacude.
—Pues que empiece la fiesta —dice Violetta dando una palmada.
—Pero antes de eso —Vinnie desaparece por la puerta de la cocina y minutos después aparece con la tarta para dejarla encima de la mesa.
Sigo sin alejarme de Terry, que nos colocamos enfrente de la cumpleañera, para cantar el cumpleaños feliz mientras ella no deja de sonreír.
Miro a Vinnie demasiadas veces, más de las que soy consciente y me reprimo por no poder dejar de pensar en lo que ha pasado antes.
Amanda sopla las velas después de pedir el deseo y es en ese instante que tengo la certeza de que la fiesta ha empezado porque Violetta ha encendido el equipo de música y Joe ha comenzado a servirse algo en un vaso de plástico.
—¿Qué te apetece beber? —me pregunta Terry.
—No lo sé —lo sigo hacia la mesa donde están las botellas—. Nunca antes había bebido de esto —levanto una botella.
—No tienes por qué hacerlo si no quieres.
—Pero es mi primera fiesta y quiero la experiencia completa —atrapo una botella cualquiera y antes de que vaya a echar en el vaso, alguien me la arrebata de la mano.
—Demasiado fuerte para ti. —Es la voz de Vinnie que escucho a mis espaldas y entonces lo noto detrás de mí demasiado cerca—. Prueba con esto —me tiende una lata.
—¿Una cerveza? —me giro hacia él.
—Al menos no tiene tantos grados —evita mirarme sirviéndose refresco de naranja.
—No vas a beber, ¿verdad? —le pregunta Terry.
Niega.
—¿No bebes alcohol? —intervengo.
—Nunca.
Camina hacia Amanda mientras se lleva el vaso a los labios para darle un trago.
Intercambio una mirada con Terry y no indago más, que cada uno haga lo que quiera.
—Eres tú la que ha elegido la música, ¿no? —pregunta antes de beber.
—Sí —sonrío—. Aunque Vinnie también se ha encargado.
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Un lienzo de flores
Teen FictionAntes de morir, Rose Fletcher dispuso que la única familiar que podría heredar su casa sería su nieta Adaline, con la condición de que viviese allí un año entero. El problema aparece cuando se encuentra que en ese mismo lugar ya está viviendo el jov...