☆ 09 ☆

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─ ¿Hablas en serio? ¿No estás jugando? ─ Preguntó Chaeyoung sorprendida y emocionada

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─ ¿Hablas en serio? ¿No estás jugando? ─ Preguntó Chaeyoung sorprendida y emocionada. Mina, con las mejillas aún algo rosadas, asintió.─ ¿Cuando? O sea ¿Hace cuánto? ¿Cómo lo sabes?

─ Pues... Acaba de pasar. ─ Estas palabras tomaron por sorpresa a Chaeyoung, quien sintió que, dentro de su pecho, su corazón omitía un latido, desequilibrando sus emociones que, por alguna razón, ahora la estaban haciendo sentir algo nerviosa.

─ ¿Quieres decir que...? ─ Preguntó sin realmente terminar, pues quería escuchar de Mina lo que estaba imaginando. Una pequeña parte de su ser parecía desear que diga lo que quería escuchar.

─ Es Jeongyeon. ─ Soltó Mina con algo de pesadez. Era tan extraño. No sabía que tu alma gemela podría sentirse tan distante a ti, pero, si era lo que el destino quería, tal vez deba aceptarlo sin preguntar.

Chaeyoung, por su parte, se había quedado helada. No la malentiendan, estaba feliz tanto por Mina como por su amiga, pero, bien en el fondo de su ser, un sentimiento extraño se había instalado, pinchandola como si fuera una aguja. Trago en seco y soltó el aire que parecía haber estado reteniendo.

─ Mina, eso es genial ¿Eso quiere decir que ahora puedes ver colores? ─ Curioseó la rubia en un intento dejar atrás sus sentimientos egoístas.

─ Eso creo. Se ve extraño, pero es bonito. ─ Respondió la nipona, observando un poco sus alrededores y disfrutando el festín de colores que le eran servidos ante sus ojos. A lo lejos, hizo contacto visual con Jeongyeon, quien levantó la mano en un tímido saludo. Mina apretó los labios en una sonrisa por educación, sin saber realmente cómo reaccionar.

─ ¿Cómo me veo yo? ─ Ante esta pregunta, la pelinegra volvió a mirar a Chaeyoung, observando sus coloridas prendas y su cabello que, a diferencia de lo que recordaba haber visto en aquella foto, no era blanco. Era rubio. Sonrió.

─ Bien, eres colorida. ─ Respondió sin más, observandola fijamente. Chaeyoung hizo un gesto, fingiendo estar apenada por ese comentario. Ambas rieron como si fueran amigas de toda la vida. ─ Tus ojos.

─ ¿Qué tienen mis ojos? ─ Chaeyoung enmarcó su rostro con sus manos y batió sus pestañas, sonriendo en espera de lo que fuera a decir Mina.

─ Son lindos, tienen un color... Que me gusta. ─ dijo Mina, expresando su impresión genuina. Chaeyoung, aunque había intentado ocultar que en su pecho parecía desatarse una guerra por la cual desconocía el motivo, sintió un ligero revuelo en su interior al escuchar las palabras de Mina.

Para desviar la atención y hacer que la situación fuera más cómoda, Chaeyoung decidió retomar la conversación sobre Jeongyeon.

─ Entonces, ¿qué planeas hacer ahora que sabes quién es tu alma gemela? ¿Vas a acercarte más a Jeongyeon? ─ preguntó Chaeyoung, buscando la manera de ayudar a que estas dos chicas pudieran unirse.

Mina, por otro lado, se encontraba en una encrucijada. Aunque se sentía atraída por los colores y la posibilidad de tener a su alma gemela cerca, también experimentaba una extraña sensación al pensar en acercarse a Jeongyeon. La incertidumbre y la mezcla de emociones la tenían cautiva.

─ No lo sé, Chaeyoung. Es todo tan nuevo y extraño para mí. No sé cómo acercarme a ella sin que parezca... extraño ─ confesó Mina ─. Ni siquiera imaginé que mi alma gemela sería una chica.

─ No te preocupes, Mina. Estoy aquí para guiarte en esta nueva aventura. ¿Qué tal si organizamos algo para que se conozcan mejor? Un encuentro casual donde no se sienta forzada, ¿qué opinas? ─ sugirió Chaeyoung, mostrando su apoyo a Mina.

Mina, agradecida por la propuesta de Chaeyoung, asintió con una sonrisa.

─ Sí, eso suena bien. Gracias, Chaeyoung. Realmente no sé cómo manejar esto, pero estoy dispuesta a intentarlo. ─ dijo Mina, decidida a explorar este nuevo capítulo en su vida. Chaeyoung sonrió orgullosa, Mina había avanzado mucho desde su primera interacción en ese foro.

Chaeyoung, feliz de poder ayudar a su amiga en esta nueva etapa, se puso manos a la obra y empezó con los planes. Juntas decidieron cómo sería el encuentro entre Mina y Jeongyeon. Optaron por una cafetería acogedora en la que podrían charlar en un ambiente relajado.

Al día siguiente, el momento del encuentro llegó y Mina se encontraba nerviosa en la cafetería, jugueteando con la cuchara en su mano. Chaeyoung intentaba tranquilizarla con palabras de aliento mientras observaban la puerta, esperando la llegada de Jeongyeon.

Finalmente, Jeongyeon entró, buscando a Mina y a Chaeyoung en la cafetería. Al verla, esbozó una sonrisa tímida y se acercó a la mesa. Mina se levantó para saludarla, y las presentaciones comenzaron.

─ Hola, Jeongyeon. Me alegra verte. ─ Dijo Mina con una sonrisa educada, mientras Chaeyoung disfrutaba observando la interacción.

─ Hola, Mina. Chaeyoung me contó mucho sobre ti. ─ Respondió Jeongyeon, mostrando una amabilidad genuina.

Durante la conversación, Chaeyoung actuó como intermediaria, facilitando el diálogo entre Mina y Jeongyeon. Se esforzó por crear un ambiente cómodo y relajado, haciendo que la interacción fluyera de manera natural.

─ ¿Y bien, Jeong? ¿Qué tal si le cuentas algo de ti a Mina? ─ Chaeyoung intentó darle el pie a la conversación. Su amiga sólo se encogió de hombros.

─ Me llamo Yoo Jeongyeon, trabajo de mesera en el restaurante de mi padre y... Eso. ─ Se removió un poco en su asiento y limpió en su pantalón la fina capa de sudor que se habia formado en las palmas de su mano. Mina miró a Chaeyoung, como si le pidiera las palabras necesarias para seguir con la plática.

─ Bueno, yo... trabajo como diseñadora web y... Tengo una hermana. ─ Mina estaba realmente nerviosa, no podía ordenar las palabras en su mente. Chaeyoung, en cambio, sonrió levemente mientras la observaba. Era tierna cuando estaba toda nerviosa.

Con el tiempo, Mina comenzó a sentirse más cómoda con Jeongyeon. La charla se volvía más fluida y la tensión inicial se disipaba. Aunque Mina aún no experimentaba la conexión mística y entendimiento tácito del que todos hablaban, se esforzaba por conocer a Jeongyeon y descubrir qué les deparaba el destino. Tal vez ese sentimiento era parte de la magia de las leyendas, nada más.

Chaeyoung, observadora y discreta, sonreía al ver cómo las dos chicas compartían risas y anécdotas. Le gustaba saber que fue de ayuda pero no podía evitar pensar "¿Por qué el destino es tan cruel conmigo? ¿Cuándo será mi turno?".

Al final del encuentro, Mina y Jeongyeon intercambiaron números y acordaron reunirse nuevamente, tal vez las dos solas la próxima vez. Chaeyoung se despidió con una sonrisa, tomando un camino diferente mientras el par charlaba animadamente mientras caminaban hacia la casa de la japonesa. Ni Mina ni Jeongyeon lo notaron pero, cuando Chaeyoung estuvo fuera de sus vistas, su sonrisa se desvaneció.

 Ni Mina ni Jeongyeon lo notaron pero, cuando Chaeyoung estuvo fuera de sus vistas, su sonrisa se desvaneció

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-se cubre la cabeza con una olla- No me ataquen BJAKDKWKD

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ᴏɴᴄᴇ ʏᴏᴜ ꜱᴇᴇ ᴛʜᴇᴍ | ᴍɪᴄʜᴀᴇɴɢWhere stories live. Discover now