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Saber que Mina se iría y no había nada que Chaeyoung pudiera hacer para evitarlo era realmente devastador

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Saber que Mina se iría y no había nada que Chaeyoung pudiera hacer para evitarlo era realmente devastador. Hoy era el día de su partida y, como imaginaban, la rubia no podía faltar, pues sería la última vez que vería a Mina en Corea.

¡Oh, pero no se asusten! Tal vez Chaeyoung no pudo evitar que se tenga que irse, pero podía ir con ella. La noche anterior habían hablado al respecto y llegaron a un acuerdo: Mina tomaría su vuelo y, unos días después, Chaeyoung iría hacia Japón. No podía irse de inmediato, tenía que preparar sus cosas, avisar al trabajo y a sus padres y, por supuesto, debía romper su alcancía y comprar algunas cosas antes.

Ambas jóvenes se encontraban juntas en el aeropuerto. Sus manos entrelazadas haciendo que, ante sus ojos, destellos de colores bailen con alegría a su alrededor. Mina estaba un poco nerviosa, ya que nunca le ha gustado la idea de viajar en avión.

─ Minari ¿Todo bien? ─ Chaeyoung acarició suavemente su mano con su pulgar, tratando de borrar todo rastro de nerviosismo. Las almas gemelas podrían no saberlo, pero sus emociones parecieran estar entrelazadas, pudiendo sentir lo que siente la otra.

Mina asintió, aunque su mirada reflejaba cierta aprehensión. ― Sí, estoy bien, solo un poco nerviosa por el vuelo. ― Confesó, tratando de sonreír para tranquilizar a Chaeyoung. ― Pero estaré bien, ¿verdad?

Chaeyoung le devolvió la sonrisa, sus ojos brillando con una mezcla de ternura y determinación. ― Por supuesto que estarás bien, Minari. Estaré contigo en todo momento, ¿recuerdas? ― Susurró, acercándose para darle un suave beso en la frente.

Mina cerró los ojos por un momento, dejándose envolver por el cálido gesto de Chaeyoung. Se sentía reconfortada por su presencia, como si todo estuviera bien mientras estuvieran juntas. ― Gracias, Chaeyoung. ― Murmuró, apretando con suavidad la mano de la rubia.

El anuncio de su vuelo resonó en el aeropuerto, recordándoles que el momento de la despedida se acercaba. Chaeyoung y Mina intercambiaron una mirada cargada de emociones, cada una sabiendo lo que la otra estaba sintiendo en ese preciso instante.

─ No quiero irme sin ti. ― Susurró Mina, luchando por contener las lágrimas que amenazaban con escaparse. No quería despedirse de Chaeyoung, no quería dejarla atrás.

Chaeyoung le dedicó una sonrisa triste, sus ojos reflejando la misma angustia que sentía Mina en su interior. ― Lo sé, Minari. Pero te prometo que será solo por unos días. En cuanto pueda, estaré contigo en Japón. ― Afirmó, tratando de infundirle ánimo a su amada.

Mina asintió, tratando de mantenerse fuerte frente a la perspectiva de separarse de Chaeyoung. Sabía que no tenía otra opción, que tenían que seguir adelante con sus vidas y enfrentar los desafíos que les deparaba el destino.

Con pasos lentos, se dirigieron hacia la puerta de embarque, cada paso sintiéndose como un peso en el corazón de Chaeyoung. No quería dejarla ir, no quería separarse de ella ni siquiera por un segundo.

Cuando finalmente llegaron a la puerta de embarque, se detuvieron frente a ella, mirándose el uno al otro con una mezcla de tristeza y determinación. Chaeyoung tomó las manos de Mina entre las suyas, buscando transmitirle todo el amor y el apoyo que sentía en ese momento.

─ Te amo, Mina. ― Murmuró Chaeyoung, sus ojos brillando con sinceridad. ― Nunca lo olvides, ¿de acuerdo?

Mina asintió, las lágrimas comenzando a resbalar por sus mejillas. ― Te amo también, Chaeyoung. ― Respondió, su voz temblorosa por la emoción. ― Siempre te llevaré en mi corazón.

Chaeyoung se inclinó hacia adelante y capturó los labios de Mina en un beso apasionado, como si quisiera sellar su amor para toda la eternidad. Fue un beso lleno de promesas y esperanzas, un recordatorio de que, pese a la distancia, su amor perduraría.

Cuando finalmente se separaron, Chaeyoung acarició suavemente la mejilla de Mina, memorizando cada uno de sus rasgos antes de dejarla ir. Con un suspiro, se apartó y le dio espacio para que pudiera abordar el avión.

Mina se volvió hacia Chaeyoung una última vez, su corazón lleno de amor y gratitud por haberla conocido. ― Te veré pronto, Chaeyoung. ― Prometió, antes de desaparecer por la puerta de embarque.

Chaeyoung permaneció en su lugar, observando cómo Mina se alejaba, deseando con todo su corazón poder seguirla allí mismo. Pero sabía que tenía que esperar, tenía que ser fuerte y mantener la fe de que su amor les guiaría de vuelta a los brazos del otro.

En el pecho de ambas empezó a crecer una necesidad de correr la una hacia la otra, aunque no podían hacerlo. Eran sus almas pidiendo a gritos no separarse ni un segundo, deseando permanecer juntas por siempre, lo más cerca posible. Sus corazones parecían contraerse y los colores, aunque permanecieron allí, perdieron un poco de saturación. Resulta que el mundo era más colorido estando cerca de quien uno ama.

Con un suspiro, Chaeyoung se dio la vuelta y comenzó a caminar hacia la salida del aeropuerto, llevando consigo el recuerdo del amor de Mina grabado en su corazón. Sabía que la espera sería difícil, pero valdría la pena en el momento en que estuvieran juntas de nuevo.

 Sabía que la espera sería difícil, pero valdría la pena en el momento en que estuvieran juntas de nuevo

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Capítulo corto, pero shhh. Es lo que hay ZJDJDKDK

ᴏɴᴄᴇ ʏᴏᴜ ꜱᴇᴇ ᴛʜᴇᴍ | ᴍɪᴄʜᴀᴇɴɢWhere stories live. Discover now