El Omega Del Líder •||OFFGUN||•

Capítulo 36: Un poco de paz durante la gran guerra.

Off acomodó por décima vez su camisa bajo su abrigo. No estaba completamente seguro de lo que había optado por usar esa noche de cena en la que el padre de su esposo presentaría oficialmente a su pareja.

Conocía a cada uno, por separado, pero jamás los había tenido juntos. No era como una cena común con sus padres; en esta se hablaría del comienzo de la relación y quizá más situaciones. Se sentía como un joven alfa nervioso por conocer a los padres de su omega. La diferencia era que no serían el centro de atención y su pareja era su esposo, con el que había compartido cuatro años de su vida.

Dio tres toques a la puerta antes de alejarse dos pasos. Acomodó un poco su abrigo antes de que la puerta se abriera, dándole la bienvenida a la casa. Sus hombros cayeron y sus labios se entreabrieron, no tenía palabras para lo bien que estaba siendo recibido en el hogar de Vakom.

Gun vestía un suéter verde que dejaba ver una parte de su pecho, junto con unos pantalones lisos que abrazaban la delicada y sensual cintura. En su cuello había un collar delegado con corazones que él mismo le había obsequiado. Tenía el deseo de delinear con los dedos la notable clavícula.

—Linda noche, líder Off —dice Gun al notar que Off no se había movido de su lugar.

—Luces, muy bien —el titubeo de su alfa lo hace reír, ocasionando que sus mejillas toman un matiz rosa. Había logrado su objetivo.

—Usted no luce mal, esta noche se ve más atractivo —sonríe con amabilidad—. Todos los omegas deben estar celosos de mí, por tener un esposo tan guapo.

Off levanta una ceja con gracia, divertido con las palabras de su esposo.

Se acercó a Gun en un movimiento, cayendo a los impulsos, tomó la cintura que, desde que lo vio, le pedía a gritos que lo tocara.

Magnífico.

Era la palabra prudente que se venía a la mente. El deseo en su esposo que había dejado en el baúl no dudó en salir a flote, diciéndole que tocará, acariciará y presionará cada parte del cuerpo de Gun.

—Linda noche, mi líder —susurra con un tono roncó, logrando su objetivo de estremecer el pequeño cuerpo de su esposo—, te extrañé.

—También te extrañé.

Las manos de Gun sobre sus hombros los acerca más, incrementando la atención, deseo y deseos más profundos. Quizás había sido la falta de encuentros pasionales lo que los tenía tan deseosos del otro, y es que, el contacto sexual siempre fue espectacular, a sus palabras.

—Líder, le pediré amablemente que suelte a mi hijo —la voz de Vakom los hace alejarse presurosos.

Off vuelve a acomodar su ropa y sonreír avergonzado al dueño de la casa. Extiende la bola de papel que había cargado con él como presente.

—He traído esto, espero que...

—Le agradezco, líder Off, pero esto no compra a mi hijo.

Off abre ligeramente los labios, sorprendido por el comentario y las intenciones mencionadas.

El rostro de Gun se sonrojó más de lo normal, no logró callar su risa ni un minuto más.

—Papá, no digas eso —exclama Gun con vergüenza en la voz.

—Oh, no, señor Vakom, mis intenciones no son esas —mira sobre su hombro y hace una señal.

En pocos segundos, Just se acerca a su lado, entregándole dos ramos de flores. La situación le parecía graciosa, se sentía como un líder rico descrito en los libros que Gun solía reírse, pero disfrutaba en su tiempo libre.