ＡＮ ＵＮＨＥＡＬＴＨＹ ＯＢＳＥＳＳＩＯＮ -𝙎𝙤𝙪𝙠𝙤𝙠𝙪

-53-

Los últimos días habían sido un círculo vicioso entre el alcohol y los medicamentos. Sin dormir, sin comer. Solo alcohol y medicamentos.

Aún eran lo suficientemente fuertes para mantenerlo fuera de si, así que sus memorias sobre lo ocurrido en esa noche serían obsoletas en cuanto recuperará la sobriedad.

—En realidad, lo único que estoy buscando ahora es volver a Europa y no volver jamás a este lugar.

Dazai asintió, había olvidado en qué momento se había encontrado con aquel hombre que salía con Paul.

No recordaba la mayor parte de la conversación, no recordaba los detalles acerca de cómo el lugar termino en llamas. ¿Él había asesinado a Arthur? ¿O simplemente lo había empujado a suicidarse?

Mientras se frotaba la frente, decidió hacer una llamada.

"—¿Dazai?"

—Soy yo...

“—Déjame adivinar; tuviste algo que ver con el incendio en la ciudad.”

Dazai guardo silencio, dejando ir un gruñido de frustración.

—¿Hay alguna prueba en mi contra?.

“—No, no realmente. Ese hombre estaba ebrio, su cuerpo fue lo primero en encenderse según nuestra forense.”

—¿Estaba muerto al momento del incendio o murió a causa de las quemaduras?

“—Murió tras inhalar el humo, su cuerpo aún resistió algunas de las quemaduras.”

—Eso quiere decir que no hay nada que me relacione con el caso, ¿Verdad?.

Se escuchó un suspiro al otro lado de la línea, Dazai frunció el ceño y masajeo los laterales de su cabeza.

“—No lo hay, puedes estar tranquilo."

—Bien... —hubo un silencio profundo del otro lado, ninguno supo que más debía decirse— ¿Mori-san?...

“—¿Necesitas algo más?."

—En realidad... Se trata de ese detective rubio.

“—El asunto está en mis manos.”

—Bien... Cuento con usted, ¿Cierto?.

Tras una confirmación, termino la llamada, una semana había pasado desde aquel incendio, Dazai se sentía como si un camión le hubiera pasado por encima, todo su cuerpo dolía, era incapaz de recordar algo con claridad. Pero al menos se había asegurado de que las evidencias en el departamento de policía no apuntaban hacia él, pero, ¿Y si le estuvieran mintiendo? No podía arriesgarse a que eso sucediera, no podía arriesgarse a que en verdad la policía ya estuviese tras su rastro.

Apretó los dientes, intentando relajarse, no tenía que pensarlo demasiado, era el hombre más poderoso en Yokohama. Básicamente, la ciudad le pertenecía, era el líder de la mafia, el jefe de la policía era su antecesor y no era conveniente que sacará a relucir el pasado de ese hombre.

Además, en caso de ser arrestado...

Siempre habría algún juez al que pudiera sobornar.

Pero nada de su vida podría ser público si quería mantenerse cerca de Chuuya. Debía mantener en silencio su identidad.

Mientras pensaba en todo esto, sus ojos se abrieron ante la repentina revelación.

No había hablado con Chuuya en alguien menos diez días, ¿Cómo había pasado por alto algo tan importante?

Un gruñido escapó de su boca, estaba frustrado, por supuesto.

Fue entonces cuando decidió hacer una llamada más, era hora de que diera la cara nuevamente, debía ser lo más convincente posible.