𝐀𝐍𝐆𝐄𝐋𝐒 𝐋𝐈𝐊𝐄 𝐘𝐎𝐔 | ❝ Percy es mi prioridad, debo protegerlo, no dejaré que sentimientos insignificantes se interpongan en mi camino. ❞
↬ 𝗘𝗡 𝗗𝗢𝗡𝗗𝗘 Mortimer Durand tiene que ser el protector de Percy durante su misión, incluso cuand...
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MORTIMER NO PODÍA dormir, como la mayoría de las noches en las que pasaba en su cabaña.
La cabina de su padre no era la más cómoda que digamos, estaba oscura y muy fría, no habían ventanas y la única iluminación que el niño tenía eran las antorchas verdes que siempre parecían estar encendidas.
Él aún no era reclamado, así que se supone que no debería estar en esa cabina oscura, pero después del día del accidente, todos pensaron que lo mejor era mantenerlo alejado de todos.
A veces se ponía a pensar por las cosas que había pasado a su tan corta edad.
A veces incluso pensaba en su madre, pensaba en el dolor que le daba no poder tenerla a su lado, pensaba en cómo la última vez que la vio, no la abrazó lo suficientemente fuerte, pensaba en cómo había desaprovechado tanto tiempo para decirle que la amaba.
No, me corrijo, Mortimer siempre pensaba en su madre.
Extrañaba su cabello pelirrojo, su sonrisa encantadora y su risa escandalosa.
Crecer sin una madre era la cosa más dolorosa que le pudo haber pasado a Mortimer, solo habían pasado cuatro años desde que su madre había sido asesinada y aún así su herida se sentía tan fresca que a veces se asustaba de nunca poder superar su pérdida.
Mortimer se levantó de su cama, sentía como la pereza se instalaba en su cuerpo y duró casi cinco mirando sus pantuflas de vaquita que Luke le había regalado cuando cumplió ocho años, hasta que por fin pudo levantarse y salir de la cabina casi arrastrando sus pies.
Apenas puso un pie afuera, sintió como el viento se estrellaba contra su rostro y lo único que pudo hacer fue sonreír. A veces sentía que su madre estaba con el viento, viajando a tantos lugares como pudiera, recorriendo el mundo con la delicadez de sus movimientos y los suaves silbido que lo acompañaban.
—— Ojalá estuvieras aquí. — El susurro se mezcló con el viento, casi siendo inaudible, pero Mortimer no le importó, si el viento era capaz de escuchar sus lamentos, entonces sabía que su madre tarde o temprano recibiría su mensaje.
Empezó a introducirse al bosque, dejando atrás las llamas de la cabina que parecían brillar cada vez más.
No sabía que estaba haciendo, ni siquiera sabía a donde quería ir, pero algo lo estaba guiando, algo le estaba diciendo dónde ir y qué camino seguir.
Cuando Mortimer notó a alguien no tan lejos de él, se detuvo, él pensaba que era el único que iba a esas secciones del bosque, pues muchos estaban aterrorizados de siquiera acercarse a la cabina de Hares.
Pero claro, había una persona que no tenía miedo, una persona que no tenía idea de cómo eran las cosas en el campamento, alguien que no le tenía miedo a Mortimer porque no sabía lo que había pasado. Percy Jackson.
