Criada por El ninja que copia

Nace la Princesa Uzumaki-Namikaze

Todo el lugar se quedo en silencio, el llanto de un bebé se hizo presente unos segundos después.

-Minato-Kun-

Murmuró la Uzumaki volteando su cabeza para mirar a su esposo con una sonrisa y lagrimas en los ojos, el rubio Namikaze tenía la cabeza gacha mientras lloraba cubriéndose los ojos con su antebrazo.
Una vez el bebé estaba limpio y envuelto en una manta, fue entregado a la madre, quien lo abrazo con cariño y amor.

El bebé tenía un poco de cabello rojo, su piel era de color canela y en cada una de sus mejillas tenía tres marcas que se asemejan como bigotes; sus ojos se mantenían cerrados mientras lloraba.

-Es muy lindo-

Murmuró débilmente la pelirroja sonriendo felizmente, Minato se acercó a ellos mientras se limpiaba las lágrimas, acariciando la cabeza del pequeño pelirrojo con suavidad. Biwako solo sonreía al ver la escena familiar frente a ella, se aclaro la garganta captando la atención del Namikaze y la Uzumaki.

-En realidad es linda, es una niña, Kushina-San-

Corrigió con suavidad la mujer, Kushina la miro curiosa, luego a la bebé, luego a Biwako, luego a Minato y luego otra vez a la bebé. Luego sonrío alegremente mientras ahogaba un pequeño grito, abrazando más a la bebé quien había dejado de llorar, Minato solo la miraba divertido y algo nervioso.

"Se parece mucho a Kushina-Chan, su generación estará condenada y traumatizada, y todo por una simple niña de pelo rojo."

Pensó con cierto nerviosismo el rubio mientras sonreía ligeramente. Luego de unos segundos Biwako tomó en brazos a la bebé para que el Namikaze pudiera estabilizar el sello; Cuando puso su mano en el vientre de la Uzumaki, se escucho un fuerte golpe y luego un fuerte llanto.

-¡Naruto!-

Gritó la pelirroja al ver a un ninja desconocido y con una mascara naranja sosteniendo a su hija. Minato volteo a ver al enmascarado, su mirada se volvió seria y fría mientras sacaba un kunai de tres puntas, preparado para una pelea.

-Yo no aria eso Hokage-Sama, dame al Kyubi o tu hija pagara las consecuencias... y creo que el nombre Naruto no es el adecuado para una niña-

Dijo con una voz sería el enmascarado mientras apuntaba a la bebé con un kunai, el Namikaze se tenso a ver esa escena, miro a Kushina por el rabillo del ojo y luego se concentró en el enmascarado. Tenía razón sobre el nombre de la bebé, después de todo siempre creyeron que tendrían un niño, pero eso no era lo importante ahora.

-Minato, por favor hazlo... no dejes que dañe a mi hija-

Rogó la pelirroja con desesperación. Minato no despegaba la mirada del enmascarado, esta situación le ponía los pelos de punta, sabía que Kushina no duraría en entregar su propia vida por el bien de su hija, pero no permitiría eso mientras él estuviera aquí para luchar.

-Bueno, creo que te ayudare a tomar una decisión rápida Yondaime. -

Habló con arrogancia mientras tiraba a la pequeña pelirroja al aire, junto con el kunai. No lo pensó ni un segundo, su cuerpo se movió por instinto. Con su velocidad, atrapó a su hija cayendo al suelo parado con la bebé llorando entre sus brazos.

Abrió los ojos con sorpresa cuando noto como el ninja se llevaba a Kushina en una especie de vórtice, pero no se permitió desconcentrarse cuando vio papeles bomba que tenía la manta que envolvía a la bebé pelirroja. Haciendo honor a su apodo de Relámpago Amarillo, arrojo las mantas detrás de él; abrazando a la bebé contra su pecho, desapareció del lugar, apareciendo en una cabaña alejada de la aldea.