¡Naruto Uzumaki Hatake!

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-¡Atrápenla! ¡No la dejen escapar!- 

El sol brillaba en su máximo esplendor, no había ninguna nube en el cielo, era un día perfecto en la aldea de la hoja, y ellos aquí intentando atrapar a una niña de seis años. Ninjas de rango chūnin y algunos pocos genin recién salidos de la academia estaban correteando a una niña pequeña, su cabello rojo brillaba ante el sol y sus grandes ojos azules tenían un brillo travieso y burlón. 

Una de las misiones más imposibles de todos los tiempos en la villa, era tener que atrapar a esa Uzumaki traviesa; su velocidad, a pesar de su tan corta edad, era impresionante, incluso superaba a algunos chūnin de rango bajo o medio, además muchas veces usaba su intelecto para escapar de los castigos que le daban si alguna vez la atrapaban .

-¿Porqué es tan rápido? Nunca creí que atrapar a un niño sea tan difícil... ni siquiera sabía que esto podría a llegar a ser una misión - 

Se quejo un genin mientras se detenía a descansar en uno de los tejados. Esto le agotaba toda su energía, verdaderamente prefería entrar de nuevo en la academia a que estar realizando esta misión, era absurdo pero complicado.

-Bienvenido al mundo de los ninjas chico. El Hokage califica estas misiones como rango C o rango D, dependiendo de lo rápida que sea en el momento o la energía que tenga... y no te confundas, es una niña. Usualmente no sería una misión, pero cuando se trata de Naruto el Hokage hace una excepción-

Dijo uno de los chūnins mientras se detenía por unos segundos, para luego seguir correteando a la pelirroja.
Al parecer a la Uzumaki-Hatake se le había ocurrido hacer una 'pequeña' bromita a los jōnins, echándole pintura roja, anaranjada y amarilla, a sus trajes. Mientras los jōnins se encargaban de limpiar el desastre que causo, el Hokage mando a dos chūnins y tres genins para que atraparan a la oji-azul. Cosa muy difícil teniendo en cuenta la rapidez de la niña. 

Su risa era escandalosa mientras corría en dirección a su casa, los ninjas aún la seguían a una distancia bastante atrás. Una sonrisa triunfante apareció en su rostro cuando notó lo lejos que estaban de ella, hasta ahora llevaba cuarenta y tres vencidas y solo seis derrotas. 
Pero el color de su rostro se dreno cuando notó la presencia de su padre en uno de los tejados leyendo su libro con tranquilidad y normalidad, sonrió con nerviosismo cuando ambos conectaron sus miradas.

*** 

Tenía los brazos cruzados mientras hacía un puchero. Su padre la había logrado atrapar antes que cualquier otro ninja, ahora estaba en su casa siendo regañada por el mismo. 

-Naruto, ya te eh dicho miles de veces que cuando yo no estoy debes comportarte y no hacer ninguna broma- 

Dijo con cansancio el Hatake  mientras observaba a la niña frente a él. Definitivamente se había complicado la vida aceptando la custodia de esta pelirroja, pero sin duda era lo mejor que había echo en su joven vida. Se cruzo de brazos mientras esperaba una respuesta de la Uzumaki, quien estaba haciendo pucheros, pero dentro de todo lo que era capaz de hacer, estaba bastante tranquila. 

-Si, si, me debo comportar y no causar problemas en la aldea y portarme bien, ya lo se.- 

Murmuró con cierta molestia la niña con la mirada fijada en el suelo, Kakashi simplemente suspiro antes de acariciar suavemente la cabellera roja de Naruto, logrando captar la atención de esta. Le sonrío con su ojito haciendo que la niña devolviera el gesto con una sonrisa zorruna, mostrando la falta de dos de sus dientes de leche delanteros. 

-Entonces debes de hacerlo Naruto, siempre te metes en problemas cuando yo no estoy en la aldea-

-Ese es el chiste, porque si lo hiciera cuando estas tu me regañas, al menos cuando estas lejos puedo hacer mis bromas sin tener que preocuparme que te aparezcas de la nada e intervengas con mis planes, es complicado pero es más pacifico- 

Se quejo haciendo pucheros, cosa que saco una pequeña risa al Hatake, la niña si que era inteligente.
"Bueno, tiene razón en eso... pero no es buena idea que siga haciendo sus travesuras, alguna vez se meterá en serios problemas y yo no estaré cerca para ayudarla... el Hokage tiene razón, será mejor que este en la academia ninja, yo no le puedo seguir enseñando por las misiones... además creo que esta muy aislada de los niños, aunque... se muy bien el porque los niños se alejan de ella"

-Naruto, dime ¿Te gustaría entrar a la academia ninja?-

-¿Uh? ¡Ah, tu ya quieres desacerté de mi, verdad!- 

Habló indignada la niña señalando a su padre mientras fruncía el ceño, causando que una gota de sudor cayera por la cabeza del Hatake, diciendo algo  rápido: 

-¡No es eso! A lo que me refiero... es que no te puedo seguir dejando sola en la aldea mientras yo estoy de misiones, por eso tampoco te puedo seguir entrenando. Por eso creo que será una buena idea que vayas a la academia, no estarás sola y te podrán entrenar y enseñar-

Explicó con calma y paciencia el mayor, observando la reacción de su hija. Naruto pareció pensarlo un poco, antes de sonreír. 

-¡De acuerdo! Suena muy interesante, Dattebayo- 

Dijo alegre y emocionada la pelirroja mientras sonreía, empezando a saltar de la emoción, diciendo cosas que para Kakashi eran inentendibles. 
Kakashi solo la miraba con cariño, su cabellera roja hasta los hombros, sus marcas de bigotes en sus mejillas, sus profundos y brillantes ojos azules... no cabía duda alguna, era una perfecta combinación de Minato y Kushina... pero debía admitir que algunas cosas y expresiones de la niña, se lo había enseñado el o lo había aprendido de él. 

Habían pasado seis años enteros desde que había aceptado ser el 'padre' y tutor legal de la Uzumaki, seis años de un hermoso caos que, aunque casi siempre lo dejaba sin energías, ya no se imaginaba una vida sin esa pequeña niña hiperactiva.

-Papá... ¿Tu crees que lograré hacer amigos en la academia?...-

Preguntó con vos apagada la pelirroja, sus ojos azules fijos en su padre, el cual se tenso y a la ves sorprendió su pregunta. Ahora que lo pensaba, a Naruto se le aria muy difícil hacer amigos, sabía que los adultos no dejarían que la niña se acercara a sus hijos... pero algún niño se le tendrá que acercar ¿Verdad?.

-Yo creo que tendrás muchos amigos Naruto, así que no tienes que preocuparte por eso-

Le sonrió con su ojitos feliz. La niña asintió ante la respuesta positiva de su padre, ella tendría muchos amigos en la academia, eso era seguro para la pequeña Uzumaki.
Lo que no sabía era que la villa no estaba preparada para que, la nombrada 'demonio', se acercara o entablará amistad con su niños.

Kakashi sabía que no sería nada fácil para su hija hacer amigos, aparte de que los padres le pasaron su odio hacia sus hijos, sabía que Naruto no tenía un buen temperamento; por cualquier cosa que la molestaba, las cosas se tornaban... bastante peligrosas.
Los niños solían salir corriendo cuando la Uzumaki se molestaba, pues nadie quería ser víctima de 'Chi ni ueta shōjo' un apodo puesto por los mismos infantes que la habían echo enojar. 

***
1228 Palabras
Chi ni ueta shōjo= La chica sanguinaria

Criada por El ninja que copiaWhere stories live. Discover now