Criada por El ninja que copia

''Hermosos copos de nieve...''

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Este capítulo es cuando Naruto conoció a Hinata.
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Aprovechando que su padre estaba dormido tranquilamente en su habitación, a la pequeña pelirroja no se le ocurrió mejor idea que escaparse y explorar toda la aldea, a su vez que sería divertido jugar en la nieve.
Pero como nada en esta vida es tan fácil, alguien se interpuso en su comino de explorar la nevada aldea, uno de los ninken de su padre estaba parado en la entrada de la casa, evitando que la niña pudiera salir.

La Uzumaki se cruzo de brazos mirando fijamente al ninken frente a ella, quien estaba bastante aburrido y calmado mirándola, no tenía ni idea de como hacer para evitar que la niña salga pero estaba claro que no se la iba a dejar tan fácil.

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-Ya estas abrigado, dattebayo-

Sonrío la niña mientras le ponía un pequeño gorrito en la cabeza al ninken, quien suspiro resignado y simplemente se dejo. Sorprendentemente para él, la Uzumaki resulto ser muy aterradora cuando se lo proponía.

Su plan A de detenerla y evitar que salga había fracasado, ahora su plan B era simplemente ir con ella y cuidar que ningún niño la molestase... o en su defecto cuidar que no mate a ninguno de esos niños.

Esperaba que Kakashi no se enterara de que seria cómplice de la pequeña pelirroja...
Pero para ser francos... le tenía más miedo a Naruto que al mismo Ninja que Copia.

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Mientras caminaba por las frías calles de Konoha, teniendo en brazos al perro ninken porque al muy delicadito no le gustaba pisar la nieve con sus patas.
Sentía las miradas de desprecio y odio de las personas, a las cuales Pakkun gruñía o ladraba, causando pequeñas risas de la pequeña Uzumaki.

Sus enormes ojos azules brillaban con mucha emoción mirando el paisaje nevado. No le prestaba atención a los adultos, quienes la ignoraban y se apartaban de ella cuando pasaba cerca de uno, le dolía ver que se alejaban de ella pero no iba a dejar que eso la desanime.

-Oye niña... lo que sea que quieras hacer tienes que apresurarte, tu padre puede despertar en cualquier momento y no creo que este muy contento de ver que su hija no este-

Habló el ninken a la niña, quien no le presto atención a sus palabras, solo se concentraba en jugar y correr por la nieve.
Comenzó a correr a una plaza, en la cual habían unos pocos niños jugando y correteando, siendo supervisados por sus padres que se mantenían cerca de ellos.

Al ver como la denominada 'demonio' se acercaba a los juegos donde se encontraban sus hijos, comenzando a susurrarse entre ellos y dándole una mala mirada a la niña. Simplemente llamarón a sus hijos y los sacaron del lugar, no podían hacer nada más en contra de la Uzumaki, fue adoptada por El Ninja que Copia y además traía a uno de sus ninken con ella.

-Todos... se alejan 'ttebayo-

Murmuró con la niña mientras observaba como los padres se llevaban a sus hijos lejos de ella, dejándola sola con el ninken en el parque. Suspiro levemente mientras bajaba levemente la cabeza algo molesta, abrazando un poco más fuerte al ninken contra ella mientras fruncía el ceño y haciendo un puchero.

Decidió no tomarle tanta importancia por ahora. Nuevamente comenzó a caminar por la aldea, ahora que no había niños en la plaza no había razón para quedarse más tiempo allí.

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Lagrimas resbalaban de sus mejillas, temblando por el frío y el miedo.
Unos niños mayores la estaban molestando por sus ojos y por ser descendiente de un clan respetado en la aldea. Ella simplemente se centraba en tener la cabeza agachada, mientras uno de los niños pisaba su cabeza, haciendo que su frente chocara contra la fría escarcha.