CAPÍTULO 2 AL 10

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CAPÍTULO 2: EL SECRETO DE LA PRINCESA


Mientras caminaban por los pasillos Sirius no dejaba de preguntarse que era lo que estaba pasando con la princesa, cuál era el secreto que ella quería ocultarle al rey.

Al llegar a la habitación en la que se encontraba la reina y la princesa bebé, Alessandro abrió la puerta muy despacio, ya que no quería despertar a su hija si es que dormía, pero al escuchar la risa de la bebé, el término abriendo la puerta de golosa y entró diciendo.

“Mi hermosa princesa está despierta.”

Alessandro se dirigió a dónde estaba ella, la tomó en brazos y empezó a besar sus mejillas regordetas. Sirius entró poco después, y al ver a la princesa supo cuál era la razón por lo que la reina lo había interceptado en el pasillo, él supo cuál era el secreto de la princesa.

“¿No es preciosa?”

Preguntó Alessandro mientras le mostraba a la bebé en sus brazos. Sirius asiento en silencio, lo cual no complació a Alessandro.

“¿Acaso no piensas decir nada?”

Sirius se dio cuenta de que el rey quería que alabara a la princesa, y no estaría satisfecho hasta que él la elogiar como era debido.

“Perdón su majestad, es que la belleza de la princesa me robó el aliento, me dejó sin palabras.”

“Te entiendo, ella es lo más hermoso que existe en este mundo.”

Abril arqueo una de sus cejas mientras veía a Alessandro, él aclaró su garganta y rectifico.

“Tu también eres preciosa mi amor, eres la mujer más hermosa del mundo.”

Abril ignoró las palabras de Alessandro que trataba de arreglar lo que había dicho y saludo a Sirius.

“Largo tiempo sin vernos Sirius, ¿Cómo has estado?”

“Muy bien, su majestad, gracias por preguntar.”

“Muchas gracias por venir, toma asiento por favor.”

Sirius tomó asiento frente a la reina, ambos cruzaron miradas mientras Alessandro le hacía cosquillas a la bebé.

“Supongo que Alessandro ya lo ha dicho todo.”

“No se si todo, pero me ha pedido que la acompañe como su guardia en su visita al reino de Laios.”

“Así es, debo ir a cerrar la grieta del Hades que hay ahí, fue una promesa que le hice a mi hermano y ahora debo cumplirla.”

“¿Y si es una trampa?, digo aunque sea su hermano, el es el enemigo.”

Abril le mostró la marca de la alianza entre ellos y respondió.

“Soy consciente de eso, pero si me traiciona el también morira, nuestra alianza no es solo de palabra, es por lazos de sangre, si me traiciona, él también morirá.”

“Lo entiendo.”

Gabriel entro a la habitación y dijo.

“Su majestad, hay unos documentos que necesitan ser aprobados inmediatamente, por favor vuelva a su oficina.”

Alessandro odio la idea de tener que volver al trabajo, pero sabia que las palabras de Gabriel no eran mentira, aún habian muchos documentos que requieran su firma, así que con gran pesar le entregó la bebé a Abril, le dio un beso en la frente y se despidió.

“Debo irme, te veré después.”

Una vez solos, Sirius volvió a acercarse a la pequeña princesa y con una voz cargada de preocupación dijo.

“Ahora entiendo por qué fue a interceptarme esta mañana, a pesar de que solo tiene seis meses, su poder ya ha despertado.”

Abril acarició las mejillas regordetas de su bebe mientras decía.

“Es por eso que estoy muy preocupada por Lissana.”

“Entiendo su preocupación, el poder que posee es demasiado grande para un cuerpo tan pequeño, sabe que eso podría llegar a ser peligroso, ¿No?”

Si, soy consciente de que podria sufrir una sobrecarga de magia, he estado usando mi magia para estabilizar la de ella, pero no siempre es efectivo, a veces ella usa magia de anulación sin querer.”

Sirius se quedó mirando fijamente a la bebé, la pequeña niña rebosaba de poder, Abril era alguien muy poderosa y poseía una cantidad de magia casi ilimitada, pero aquella niña parecía haber heredado no solo el poder de Abril, si también el de Alessandro.

“¿Qué poderes ha manifestado?”

“De momento, el fuego, el aire y en ocasiones la magia de la luz.”

“¿Qué?”

“Si, yo también me sorprendi la primera vez que lo descubri.”

“Lo normal es que una persona solo pueda manipular un elemento, aunque en tu caso es diferente, tú posees dos elementos, aunque en si tus llamas no queman.”

“Ahora si lo hacen, desde que rompi el último sello, he empezado a manejar mi magia aun mejor y a hacer cosas que antes no podia.”

“Lo que quiero decir es que el que manipule tantos elementos puede ser muy peligroso para ella.”

“Lo se.”

“La princesa podria morir.”

Abril se quedó en silencio, parècia sorprendida, pero a la vez no.

“Creo que ya se lo temía y por esa razón ha mantenido en secreto su poder.”

Abril acarició la cabeza de su bebé y respondio.

“Soy consciente del poder de Lissana y si te soy sincera, eso me aterra en más de un sentido, pero esa no es la única razón por la cual he mantenido en secreto su poder.”

“Supongo que las preguntas que querías hacer están relacionadas con eso.”

“Si mi madre dio su vida para ocultar mi poder, pero ahora creo que no lo hizo solo por mi padre si no también por su familia.”

“¿Por los elfos?”

“Maya mencionó una vez que los niños nacidos entre un humano y una poseedora de la luz, era considerado una aversión, si esa union llegaba a suceder y nacia algún bebe, los elfos llevaban a esos niños a su reino, apartándolos del mundo humano, ya que eran criaturas indefinidas, criaturas que no pertenecian a la Luz, pero tampoco a las tinieblas, por lo tanto su poder era mayor al de un elfo normal y al de un humano, si yo soy considerada una aversión por ser una mestiza, ¿Qué crees que pensaran de Lissana si descubren su existencia?”

“Creo que nada bueno.”

“Exacto, por eso temo tanto por el destino de mi hija, temo que en un futuro intenten separarme de Ella.”

“Respeto tu decisión de ocultar el poder de tu hija, pero si preguntas por mi opinión, creo que Alessandro merece saber qué está pasando con su hija.”

“Se lo dire, pero este no es el mejor momento para hacerlo, asi que, ¿Podrias guardar este secreto?” “Ya te dije que lo haría, no pienso faltar a mi palabra.”

“Muchas gracias Sirius.”

“Volviendo al tema principal ¿Cuándo piensas marchar al reino de Laios?”

“Quisiera marchar mañana mismo si es posible, pero aun tengo que esperar a Cassian. Hay algunas cosas que debo arreglar antes de irnos, asi que tampoco creo sea posible marchar mañana.”

“Lo entiendo, entonces te estaré esperando aquí, vuelve cuando hayas dejado en orden tus asuntos.”

“Vendre lo más pronto posible, no creo que me tome más de dos dias.”

“De acuerdo.”

Sirius se puso en pie y le dijo.

“Me ire inmediatamente, para poder marchar lo más pronto que pueda.”

“Muchas gracias, Sirius.”

“De nada Abril, hasta pronto.”

Después de que Sirius saliera, Lissana usó su magia de viento levantando las cortinas con una fuerte rafaga de viento, inmediatamente Abril usó su magia, para anular la de su hija.

Lo que más le preocupaba a Abril de tener que marchar, era el separarse de su hija, temía que su poder pudiera descontrolarse en su ausencia.

Ella acarició las mejillas de su bebé y le dijo.

“Mi pequeña, debes portarte bien mientras no estoy.”

Abril tenía tantas preguntas sobre el poder de su hija, de que debia hacer para protegerla, pero no habia nadie que pudiera responderlas.

Ella dio un gran suspiro.

“Cómo desearía que estuvieras aquí mamá.”


CAPÍTULO 3: ERES UNA NECIA


Cassian estaba en su despacho mirando la carta que había recibido de Alessandro, cuando Maya entró, se acercó a él, se sentó en la mesa del escritorio y le preguntó.

“¿Qué pasa?, desde ayer pareces muy preocupado.”

“Mi hermano me ha enviado una carta solicitando mi ayuda en el palacio.”

“¿Te preocupa que te cargue de trabajo como hace siempre?”

“Si, no quiero estar lejos de ti.”

“Estoy bien, Cassian.”

“Dices eso, pero sé que no es así.”

“Es verdad, no me encuentro muy bien, pero me pondré mejor.”

Maya empezó a toser, el pañuelo con el que cubrió su boca, se manchó de sangre, ella intentó esconderlo, pero Cassian lo vio.

Tomó su rostro entre sus manos y le dijo.

“Deberíamos ir a ver a Abril, no estás bien.”

Maya pudo ver la ansiedad en el rostro de Cassian, ella le abrazó y le dijo.

“Creo que tienes razón, iré contigo.”

“Nos iremos cuando te encuentres mejor.”

“Estoy bien, podemos irnos ahora.”

“Entonces pediré que preparen el carruaje.”

“Si usamos un pergamino de tele transportación, llegaremos más rápido.”

“No, usaremos pergaminos.”

“¿Por qué no?”

“Porque tu no estas bien Maya, aunque el viaje en carruaje sea más largo, será mejor para ti, los pergaminos ponen demasiada carga al cuerpo.”

Maya sabía que sin importar lo que ella dijera, no lo haría cambiar de opinión.

“Está bien, entonces será en carruaje.”

“Pediré que lo preparen inmediatamente.”

Cassian le dio un suave beso en los labios y le dijo. “No tardaré.”

“De acuerdo, te espero aquí.”

Después de que Cassian saliera de la oficina, Maya se recostó en el sofá más cercano y una pequeña hada apareció de repente.

“Por qué le mientes al humano?”

“No le estoy mintiendo.”

“Si que lo haces, sabes que no estás bien y que no lo estarás a menos que vuelvas a la tierra de las hadas.”

“No pienso volver a la tierra de las hadas.”

“Entonces morirás.”

Maya apretó los puños con fuerza y le dijo.

“Deberías volver a la tierra de las hadas y decirle a la reina hada que no pienso volver.”

“Eres una necia, deberias aceptar tu destino y ..”

“Ya te dije que no pienso hacerlo.”

La pequeña hada iba a replicar cuando escuchó el ruido de la puerta al abrirse, ella desapareció inmediatamente.

Maya se incorporó con rapidez, no quería que Cassian la viera cansada y decaída, ya que eso solo le provocaba sufrimiento.

“Ya están preparando nuestras cosas, nos iremos dentro de un rato, ¿Quieres hacer algo antes de irnos?”

Maya sentía el cuerpo pesado, ella no quería hacer nada, solo cerrar sus ojos y dormir, pero si le decía eso, Cassian exageraba todo y cancelaría el viaje, así que se obligó a poner una sonrisa en los labios y decir.

“Me gustaría dar un paseo por el jardín.”

Cassian le ofreció su mano para ayudarla a levantarse, Maya tomó su mano y le dijo.

“Sabes que no necesitas tratarme como una anciana, ¿verdad?”

“No hago eso.”

“A mi parecer si lo haces.”

“Solo quiero cuidar de ti, de mimarte y de protegerte.”

“Lo de mimarme me gusta, de lo demás no creo que sea necesario, no hay nada de lo que tengas que protegerme.”

“Si lo hay y lo sabes.”

Maya no quería seguir con esa conversación asi que cambió de tema. “Sígueme.”

“Por supuesto, te acompañaré donde desees mi lady.”

Maya se rio, el lenguaje formal que usaba Cassian en algunas ocasiones le parecia divertido.

“¡Mi querido príncipe!, no pierdas más el tiempo y llevame a dar mi ansiado paseo.”

“Ya no soy príncipe, ahora soy duque.”

“Para mi tu siempre serás mi príncipe de brillante armadura.”

“¿Te estás burlando de mí?”

“Por supuesto que no, jamás haría tal cosa.”

Cassian al ver que Maya volvía a ser sus bromas se sintió más tranquilo, y deseo creer que ella en verdad estaba mejor.

Ellos dieron un corto paseo por el jardin, mientras veían las flores blancas, Cassian preguntó de pronto.

“¿Cuándo aceptaras ser mi esposa?”

“No necesito el matrimonio para demostrar que te amo, ¿Por qué sigues insistiendo con eso?”

“El matrimonio es un lazo que une a dos desconocidos y los convierte en familia.”

“Cassian, estamos bien de esta manera y yo ya te considero mi familia.”

“Maya yo quiero que seas mi esposa.”

“Ya soy tu mujer, ¿Qué no es lo mismo?”

“Maya..”

“Cassian ya sabes que a mi nunca me ha interesado el matrimonio. Cassian te amo muchisimo y creo que te lo demuestro cada dia, ¿Acaso no me crees?” “Por supuesto que te creo, pero quiero tener una boda y presentarte ante todos como mi esposa, ¿Por qué te niegas a casarte?”

“¿En verdad vamos a volver a tener esta conversación?”

“Si aceptas casarte conmigo esta sera la última vez que tengamos esta conversación.”

“Cassian, no quiero seguir con esta conversación.”

Maya empezó a alejarse, Cassian tomó su mano y le dijo.

“Por esta vez me detendré, pero no pienses que me olvidaré del tema.”

“No me harás cambiar de opinión.”

“Eso ya lo veremos.”

Uno de los sirvientes se acercó a ellos y dijo. “El carruaje ya está listo.”

“Será mejor que partamos, tu hermano debe estar esperando por ti.”

“De acuerdo, vámonos.”

Maya recordó que tenia un regalo para la hija de Abril.

“Espera, iré a por algo a mi habitación.”

“Te esperaré en la entrada.”

Cuando Maya entró a su habitación, la pequeña hada volvió a aparecer ante ella y le dijo.

“¿Por qué no quieres casarte con el humano? Dices amarlo,no entiendo por qué no aceptas casarte con él.”

Maya sacó de uno de los cajones del tocador una pequeña cajita, lo guardó en su bolsillo y respondió.

“Se que moriré primero que él, por eso me niego a ser su esposa, si acepto casarme con él, lo estaría condenando a vivir solo por el resto de su vida como viudo, no quiero eso.”

“Entonces vuelve a la tierra de las hadas, asi no morirás.”

“Si vuelvo, la reina no me dejara volver a verle, sería lo mismo que morir, así que no lo haré, prefiero un tiempo corto a su lado, que una vida larga sin él.”

Maya se dirigió a la puerta, la pequeña hada le dijo.

“Eres una necia.”

“Sí, lo soy, no haré lo que me pides, así que deberías volver a casa.”


CAPÍTULO 4: UN LAZO QUE NO SE PUEDE ROMPER


Alessandro se quedó esperando a su hermano todo el día, pero este nunca llegó, él se preguntó si le había pasado algo o si no había recibido su carta.

Cuando entró en su habitación, vio a Abril en el balcón, él se acercó a ella, la abrazó por detrás y le preguntó.

“¿Qué haces despierta a esta hora?”

“Te estaba esperando, no quería irme a dormir sin verte.”

“Lo siento, al final no pude cenar contigo, Gabriel me llenó de trabajo y no me dejó ir hasta ahora.”

Abril se dio la vuelta, ella quería ver su rostro, en realidad lo necesitaba.

“No tienes que disculparte por eso, eres el rey, tienes un reino que dirigir, se que eso no es fácil.”

“Gracias por tu comprensión.”

“No tienes por qué agradecer.”

Alessandro acarició su mejilla con suavidad y le dio un suave beso en los labios.

“Desearía tener más tiempo para estar contigo, ¿No te sientes igual?

“Si, me siento exactamente igual, desearía estar contigo cada minuto y cada instante de mi vida, pero tenemos obligaciones y deberes que cumplir, así que seré razonable y no pediré lo que no me puedas dar.

“Odio eso.”

“¿Qué cosa?”

“Odio no poder darte todo lo que me pidas.”

“Cada dia me das más de lo que alguna vez soñé, más de lo que nunca imaginé.”

“Aun así, a veces siento que no es suficiente.” “Quita esas ideas de tu mente, porque si lo es.”

Alessandro la abrazó, hundió su cabeza en su clavícula respirando el olor de cuerpo y le dijo. “Te extrañaré mucho.”

“Yo también voy a extrañarte.”

“¿Sabes cuánto tiempo estarás fuera?”

“Quizás dos días o tres, no lo sé.”

“Vuelve pronto, de lo contrario iré a buscarte.”

“No tendrás que hacerlo, estaré ansiosa por volver, además debes cuidar a nuestra hija en mi ausencia, protegela.”

“Eso no tienes ni que pedirlo, cuidare bien de ella.”

“¿Cassian aún no ha llegado?”

“No y eso me tiene preocupado.”

“Espero que esté bien y llegue pronto.”

Las campanadas del reloj, anunciaron que ya era más de medianoche, Alessandro dijo.

“Ya es tarde, hoy ha sido un día largo, será mejor que descansemos.”

“Si, eso será lo mejor.”

Ambos se fueron a la cama, Alessandro rodeo a Abril con sus brazos, ella podía escuchar los latidos de su corazón, su respiración, eso la hizo estar mas tranquila, por que aunque no lo demostraba, el tener que dejar a su familia la ponía muy nerviosa y ansiosa tenía miedo de que les ocurriera en su ausencia.

“Lessan.”

“¿Qué pasa?”

“Cuida de Lissana.”

“Aby cuidare bien de nuestra hija, además estarás fuera poco tiempo, nosotros estaremos aquí esperándote.”

“Sí, tienes razón.”

Abril enterró su rostro en su pecho y le dijo. “Odio separarme de ti.”

“Yo me siento igual y si no fuera por Lissana, iría contigo. Aby, ¿Pasa algo?”

“No, es solo que mi hermana aun sigue por ahí y no sabemos cuando vendrá a atacarnos.”

Alessandro suspiro profundamente y dijo.

“Es verdad, pero si no ha hecho ningún movimiento durante todo este tiempo, dudo que lo haga ahora, así que no te preocupes.”

“Eso espero.”

Cassian tuvo que detenerse a descansar en una posada ya que Maya había empezado a sentir náuseas por el traqueteo del carruaje.

Él puso un paño de agua fría sobre su frente para intentar aliviar un poco su malestar.

“¿Estás mejor?

“Si, y lo siento, solo te estoy retrasando.”

“No te preocupes por eso, lo importante es que estés bien.”

“Por eso prefiero los pergaminos de tele transportación.”

“Lo sé, pero creí que los pergaminos serían muy desgastantes en tu estado, al parecer también me equivoque con lo del carruaje, ahora por mi culpa has enfermado aún más.”

Maya tomó la mano de Cassian y le dijo.

“Esto no es tu culpa.”

“Pronto estarás mejor, Abril hará que te mejores.”

“Sí, eso espero.”

Cassian le dio un suave beso en la frente y le dijo. “Así será, aguanta un poco más, pronto estarás bien.”

Esa noche Cassian se quedó despierto cuidando de Maya, al día siguiente ella estaba un poco mejor, así que retomaron su viaje. Cuando llegaron al palacio, Cassian preguntó dónde se encontraba Abril, quería que ella ayudara a Maya ya que ella no tenía buena cara.

Una de las sirvientas los guío hasta el invernadero donde ella se encontraba. Cassian llegó con Maya desplomada eņ los brazos, Abril al verlos se sorprendió mucho, sobre todo porque Maya no parecía estar muy bien. Ella entregó a la bebé a una de las sirvientas y se apresuró hacia ellos. “¿Qué le pasa a Maya?

“No lo se, hace un tiempo que no se encontraba muy bien, el viaje hasta aquí solo empeoró su salud, ¿Puedes ayudarla?”

“Por supuesto.”

Abril tomó la mano de Maya e infundió su magia en ella. Maya recuperó la conciencia y al ver a Abril le dijo.

“Hola Aby.”

“¿Cómo estás?”

“Mucho mejor.”

“Creo que lo mejor será llevarla a una habitación para que descanse.”

“Maya, ¿En verdad estás bien?”

Preguntó Cassian muy preocupado y con cierta ansiedad en la voz.

Maya tocó su mejilla con su mano aún fría y le dijo.

“Si Cassian, ya estoy bien, no te preocupes.”

Cassian la apretó contra su pecho y le dijo.

“Gracias a Dios.”

Cassian se quedó abrazando a Maya durante un rato como si temiera perderla.

Abril puso su mano en su hombro y le dijo.

“Cassian, Maya necesita descansar.”

“Si.”

Cassian llevó a Maya hasta su habitacion, aunque siempre le daban esa habitación. Él la depositó suavemente sobre la cama y le dijo. “¿Quieres algo?”

“Un poco de agua, estoy sedienta.”

Cassian sirvió un vaso con agua, la ayudó a incorporarse y le dio de beber el agua, al terminar Maya se rio.

“A veces exageras un poco, puedo tomar un vaso con agua por mi cuenta.”

“Lo sé, pero cuando te veo así, solo quiero cuidar de ti.”

“Cassian, estoy bien.”

“Entonces por que sigues viendote débil.”

“Solo sigo un poco mareada por el carruaje, si descanso un poco estaré como nueva, asi que por que no vas a ver a tu hermano mientras duermo, él debe estar esperándote.”

“No quiero dejarte sola.”

“Quizás duerma toda la mañana, da igual que te quedes, así que no te preocupes por mi y ve a haber para que te mando a llamar tu hermano.”

“Está bien, no tardaré.”

Maya dio un gran bostezo y respondió. “Tomate tu tiempo, yo dormiré un buen rato.”

Cassian le dio un beso en la frente y le dijo.

“No tardaré, si te encuentras mal no dudes en llamar a una sirvienta.”

“De acuerdo, ahora vete.”

Cuando Cassian salió de la habitación, la pequeña hada que la había estado siguiendo apareció de repente, voló a su alrededor y le dijo.

“Te ves muy mal y no es por el viaje en carruaje, si no vuelves a la tierra de las hadas morirás.”

“¿Podrías dejar de recordarme que moriré?

“Lo hago para que no lo olvides.”

“Pues no necesito que me lo recuerdes.”

“Seguiré recordándotelo hasta que decidas volver o que mueras.”

“Así que tendré una pequeña hada de la muerte hablando a mi oído cada día.”

“Mi misión no es anunciar tu muerte, es hacerte entender que debes volver a tu hogar.”

“Ese no es mi hogar, nunca lo ha sido.”

“Lo es desde el momento que juraste lealtad a la reina hada, estás atada a la tierra de las hadas al igual que a la reina y lo sabes, el lazo que las una no se puede romper, todo tu ser te lo esta diciendo, te lo dice a gritos y seguira siendo asi hasta que decidas volver.” 


CAPÍTULO 5: NO QUIERO PERDERLA


Maya estaba apunto de quedarse dormida cuando escucho que tocaban a la puerta, era Abri, asomó su cabeza por la puerta y preguntó. “¿Puedo pasar?”

“Por supuesto, pasa.”

Abril se acercó, se sentó en la silla que había junto a la cama y le preguntó.

“¿Cómo te encuentras?”

“Mejor.”

Abril se le quedó mirando como si supiera que mentía, Maya suspiro pesadamente y respondió.

“De acuerdo, me siento fatal, pero estoy mejor que cuando llegué.”

Abril tomó la mano de Maya e infundió una gran cantidad de magia en ella, Maya se sintió un poco mejor, pero no lo suficiente como para decir que estaba bien.

“Mi magia no funciona en ti.”

“Lo sé.”

“¿Por qué?”

“Te lo contaré, pero no se lo digas a Cassian, no quiero preocuparlo.”

“Mantendré en secreto lo que me digas.”

Esa era la primera vez que Maya iba a hablar sobre lo que le estaba pasando con alguien más que no fuera la pequeña hada que aparecía como un fantasma cada vez que estaba sola.

“Mi vida en sí está siendo drenada por la tierra de las hadas o eso es lo que me dijeron.”

“¿Qué?”

“Cuando hice el juramento a la reina, mi vida y mi alma quedaron ligadas a ella, al igual que a la tierra de las hadas.”

“Pero la reina te libero.”

“Una vez haces ese juramento,no puedes deshacerte de el, la reina me libero de mis cadenas, pero no del lazo que me une a ella.”

“Ire a hablar con la reina de las hadas, hare que ella…”

“Eso no servirá de nada, ni siquiera la reina puede deshacer el lazo que nos une.”

“¿Entonces que pasara contigo?”

“Morire.”

La pequeña hada que seguía a Maya a todas partes apareció ante Abril y dijo.

“Si ella vuelve a la tierra de las hadas eso no pasará, al volver su energía y vitalidad serán restauradas.”

“Cállate pixie.”

Grito Maya un tanto molesta.

Abril se interesó por lo que había dicho la pequeña hada y preguntó.

“¿Entonces solo debe volver?”

“Sí, solo debe volver y se recuperara, tendrá una larga vida,vivirá por siglos.”

“¡No voy a volver!”

Grito Maya mientras le lanzaba una mirada asesina a la pequeña hada.

“¿Por qué te niegas a volver Maya?”

Preguntó Abril, ya que no entendía por qué se negaba de tal manera a volver a la tierra de las hadas.

“La reina hada me dejara volver, pero lo que no te ha dicho esta pixie, es que nunca más me dejara salir, que tendré una larga vida, pero sin Cassian; no quiero eso, quiero estar junto al hombre que amo, aun cuando eso no vaya durar mucho tiempo.”

Abril abrazó a Maya, cuando sus cálidos brazos la rodearon. Maya no pudo evitar llorar, hasta el momento se había hecho la fuerte, pero ya no podía más, estaba asustada, le tenía miedo a la muerte, pero más temía vivir una vida entera sin su amor. Cassian se había adentrado tanto en su corazón, que separarse de él, sería como la muerte misma.

Abril se quedó abrazándola hasta que Maya dejó salir todo aquello que había estado guardando para sí misma en su corazón y en parte se sintió identificada con ella, porque ella también había estado escondiéndole algo a Alessandro.

Cuando por fin se calmó, Abril le dijo.

“Encontraremos la manera de solucionar esto Maya, no vas a morir y tampoco vas a renunciar a Cassian.”

“En verdad desearía creer eso, pero por mas que lo intento,mi razonamiento me traiciona y me dice que no hay salida, que sin importar el camino que tome, él final será el mismo.”

“Desearía poder hacer algo para ayudarte…”

“Ya me estas ayudando, si te soy sincera, esta es la primera vez que lloro desde que me entere de lo que me estaba pasando, desde que me entere que nunca seria verdaderamente libre, me había estado haciendo la fuerte y creo que eso me estaba consumiendo, gracias por escucharme y quedarte a mi lado, ahora me siento un poco mejor.”

“Siempre estaré ahí para ti, así que si necesitas alguien con quien desahogarte o un hombre en el cual llorar, solo tienes que decirlo.”

Maya limpió las lágrimas de sus mejillas y le dijo.

“Gracias Aby, y si algún día estas pasando por algo dificil, yo tambien estaré ahí para ti, soy buena escuchando y guardando secretos.”

En realidad Abril deseo contarle que ella también estaba ocultando secretos, pero Maya ya tenía suficiente con sus problemas, ella no quería cargarla con los suyos.

“Muchas gracias por tu ofrecimiento, algún día tomaré esa palabra.”

Cuando Cassian fue anunciado, Alessandro le hizo pasar inmediatamente, tras cruzar la puerta, Cassian se encontró con los brazos de su hermano, con una voz llena de alivio le dijo.

“Me alegro de que estés aquí, estaba muy preocupado ya que no aparecías, creí que te había pasado algo.”

Cassian le devolvió el abrazo a su hermano, aunque los separaba una gran distancia, su relación no había cambiado, Alessandro seguía siendo el hermano sobreprotector que conocía. “Yo también me alegro de verte hermano.”

Al separarse, Alessandro pudo ver las oscuras sombras en los ojos de su hermano y se asustó un poco al pensar que quizás su hermano estuviera enfermo.

“Cass, no te ves nada bien, llamare al medico para que te revise.. ¡No espera! Mejor llamaré a Abril.”

Cassian detuvo a su hermano y le dijo.

“No es necesario, estoy bien.”

“Te ves terrible, como puedes decir siquiera que estás bien.”

“Solo es cansancio, el camino hasta aquí fue largo y no pude dormir en toda la noche.”

“¿No usaste pergaminos de teletransportación para venir?”

Cassian negó con la cabeza.

“Maya no se está bien, decidí viajar en carruaje ya para evitar que ella empeorará, pero al final solo terminé haciendo que se pusiera peor, se desmayó cuando estábamos apunto de llegar, Abril ya la ha tratado pero…”

Cassian revolvió su cabello, algo que siempre hacía cuando se encontraba frustrado.

Alessandro le dijo.

“Siéntate, pareciera que vas a desmayarte en cualquier momento.”

Alessandro le sirvió una taza de té y preguntó.

“¿Qué pasa hermano?”

“No sé qué le pasa a Maya, no está bien pero ella sigue intentando ocultarlo de mi, en varias ocasiones le pedí que viniéramos a ver a Abril, pero ella se negaba diciendo que no era necesario, creo que la magia de Abril no ha hecho mucho por ella.”

“Debe de ser imaginaciones tuyas, la magia de Abril es capaz de revivir a un moribundo, tu ya lo has visto.”

“Si, y eso es lo que me aterra, que lo que tiene Maya sea algo que ni siquiera Abril pueda curar, no quiero perderla, Lessan.”

Alessandro puso su mano en el hombro de su hermano para transmitirle su apoyo y le dijo.

“Eso no va a pasar, no la vas a perder, Abril podrá curarla, solo ten un poco de paciencia, seguro mañana estará como nueva.”

“ċY si no es así? ¿Qué haré?”

“Deja de pensar negativamente, piensa en que ella estará bien.”

“Eso espero, porque ya no me imagino una vida sin ella.”


CAPÍTULO 6: LO SIENTO


Alessandro había pensado en pedirle a su hermano que acompañará a Abril al reino de Laios, pero al ver en el estado de ansiedad en el que se encontraba, dudaba que él se alejara de Maya durante unos días, a menos que ella se encontrara completamente bien.

Cuando Cassian se calmó, preguntó.

“¿Por qué me has mandado a llamar?”

Alessandro dudó un momento si contarle o no, para que lo había mandado a llamar.

“¿Qué pasa Lessan?, ¿Por qué no dices nada?”

“Abril irá al reino de Laios a cerrar la grieta del Hades, te hice venir porque quería que la acompañaras..”

“Lo siento Lessan, quisiera acompañarla, pero no quiero dejar sola a Maya.”

“No te preocupes, te entiendo perfectamente, si yo estuviera en tu lugar también me hubiera negado.”

“Pero puedo quedarme a cuidar del palacio y hacer tu trabajo, así podrias acompañarla tu.”

“No se si Abril aceptara que la acompañe.”

“¿Por qué no?”

“No quiere que nos vayamos los dos y dejemos sola a Lissana y la verdad es que tampoco me sentiría cómodo al saber que no verá a ninguno de sus padres.”

“Lo siento Lessan, en verdad desearía ayudarte, pero si la acompaño en este momento, estaría distraído, solo seria un estorbo.”

“No te preocupes, Sirius también irá con ella, me hubiera gustado que fueras tú, para quedarme mas tranquilo, pero si no se puede ni modo.”

“Aunque no vaya, me encargaré de buscar a los mejores caballeros para que la acompañen.”

“No, Abril quiere que su viaje sea secreto, con un grupo grande eso sería imposible.”

“Es verdad, ¿Entonces por qué no le dices a Taren que la acompañe? ”

“Si, se lo diré.”

Cassian se puso en pie y le dijo.

“Ire a ver como sigue Maya.”

“Intenta descansar, si Maya te ve en ese estado solo harás que se preocupe por ti.”

Antes de cruzar la puerta, Cassian se detuvo y le dijo.

“Lessan, quizás me quede durante un tiempo en el palacio.”

“Puedes quedarte todo el tiempo que desees, este también es tu hogar.”

“Gracias.”

Cassian se dirigía a su habitación cuando se encontró con Abril en uno de los pasillos del palacio.

“Hola Cassian.”

“Aby, ¿Estabas con Maya?”

“Si.”

“¿Cómo está?”

“Mejor, solo necesita descanso, pero tu no te ves nada bien.”

Abril se acercó, tomó su mano e infundió su magia en él, todo el cansancio y la fatiga que tenia desaparecio en un instante, él le preguntó.

“¿Por qué Maya sigue estando mal si haz hecho lo mismo con ella?”

“¿Qué?”

“Ella debería de estar bien después de que usaras tu magia en ella, pero sigue viéndose pálida y débil.”

“Maya es mitad hada asi que quizás mi magia actúa de manera diferente en ella.”

“Quizás tengas razón.”

“Deberías ir con ella.”

“Aby, Lessan me dijo que irás al reino de Laios a cerrar la grieta del Hades.”

“Si, lo había estado retrasando pero, pero es peligroso dejar eso así.”

“¿Aún no sabes nada de tu hermana?”

“No, le he preguntado a Enzo, pero dice que tampoco sabe nada de Cira.”

“¿Y le crees?”

“No creo que mienta, conociendo a Cira, ella querrá matarlo cuando lo vea.”

“Ha pasado más de un año desde que desapareció, ella estaba mal herida, ¿Crees que haya muerto?”

Abril recordó a la criatura que había intentado atacar a Lissana un mes atrás, era una criatura nacida de la oscuridad y sin duda alguna la había enviado Cira, ella respondió.

“No lo creo, Cira debe estar esperando el mejor momento para atacar, por eso quiero cerrar la grieta que conduce al Hades, no dejaré que ella tenga mas poder.”

“Lessan me pidió que te acompañara pero..”

“No puedes ir. ¿Verdad?”

“No quiero separarme de Maya.”

“No te preocupes, lo entiendo.”

“En verdad me hubiera gustado acompañarte.”

“En realidad, prefiero que te quedes en el palacio, cuida a Lissana mientras no estoy.”

“No te preocupes, así lo haré.”

“Nos vemos después Cassian.”

Abril se dirigió a la oficina de Alessandro, al llegar a la puerta, los guardias hicieron una reverencia.

Ella los saludó y preguntó.

“¿Alessandro está dentro? Gracias.”

“Si,? Su majestad”

Abril asomó su cabeza por la puerta y al ver que Alessandro no estaba solo, le preguntó.

“¿Puedo pasar?”

“Si, has llegado en un buen momento.”

Abril entró, la persona que estaba con Alessandro le hizo una reverencia y se presentó.

“Saludos me presento a su majestad la reina, Taren Lacross, capitán de las sombras al servicio del rey.”

“Encantada de conocerte Taren.”

Alessandro rodeó su escritorio, se puso al lado de Abril y le dijo.

“Cassian no podrá acompañarte en tu viaje, así que le pedí a Taren que lo haga, sus habilidades son semejantes a las de Cassian.”

“Entonces cuento contigo para emprender este viaje.”

Dijo Abril mientras se dirigía a Taren.

“Podemos partir cuando su majestad quiera.”

“Entonces partiremos mañana.”

“Como su majestad desee, me prepararé para partir así que me retiro.”

Cuando Taren se fue, Abril le dijo.

“Podrías enviarle un mensaje a Sirius, ya no quiero seguir retrasando mi partida.”

“Por supuesto.”

“¿Has tratado a Maya?”

“Si, lo he hecho.”

“¿Y cómo está?”

Abril no quiso hablar sobre la condición de Maya así, eso era algo que ella le había contado en secreto y no quería traicionar su confianza. “Mejor.”

“Cassian estaba muy preocupado por ella, espero que se recupere pronto.”

“Yo también.”

Alessandre la abrazo, se inclinó y la besó, Abril devolvió el beso activamente. Al separar sus labios, Alessandro apartó un mechón rojizo de Abril, lo colocó detrás de su oreja mientras la veía con dulzura y le dijo.

“Cuidate en tu viaje, no hagas nada imprudente.”

“No te preocupes, no lo haré.”

Abril se puso de puntillas, le dio un suave beso en los labios y le dijo.

“No arriesgaré mi vida sabiendo que mi familia me está esperando, volveré con ustedes lo más pronto que pueda.”


CAPÍTULO 7: LO QUE LOS CUERPOS GRITAN


Abril se quedó hablando un rato con Alessandro, sobre su viaje al reino de Laios. Después Abril fue a ver a Lissana, al entrar a la habitación sintió un fuerte viento, la sirvienta que estaba cuidando de Lissana, intentaba cerrar el balcón desesperadamente. Aquel viento no era natural, era Lissana quien lo había creado con su magia. Abril usó su magia de anulación para calmar los vientos. Ella se acercó a la cuna, la bebé sonrió cuando vio a su madre, Abril tomó a la Lissana en brazos y le dio un beso en las mejillas y con un largo suspiro le dijo.

“¿Qué haré contigo mi pequeña traviesa?”

La sirvienta cerró el balcón y al ver que la reina estaba ahí intentó excusarse.

“Su majestad, un fuerte viento empezó a soplar de repente. ¿La princesa, está bien?”

“Si, ella está bien, no te preocupes, puedes retirarte, me quedaré con Lissana.”

“Como ordene su majestad.”

Cuando la sirvienta salió, Abril usó su magia para suprimir los poderes de Lissana, a ella no le gustaba hacerlo ya que cuando lo hacía, Lissana pasaba la mayor parte del tiempo durmiendo, ella sabía que debía encontrar otra solución, ya que ella no estaría para estabilizar su magia.

Abril recordó los pendientes que su madre le había dado y deseo tenerlos en ese momento. Pero lamentablemente se habían destruido cuando había liberado todo su poder. Ella hubiera deseado saber cómo había creado esos pendientes su madre, pero no lo sabía y tampoco tenía manera de saberlo.

Ella acarició una de las orejas de Lissana mientras pensaba en los pendientes que su madre le había dado para limitar su poder, de pronto un pendiente apareció en la oreja de Lissana, ella hizo lo mismo con la otra oreja y paso lo mismo, un pequeño pendiente apareció en su oreja. Abril se quedó muy sorprendida, jamás se imaginó que fuera tan fácil crear los pendientes, aunque aún seguía sin saber si funcionaban o no, pero tampoco tenía de manera de comprobarlo, debía confiar que funcionaran.  

Ese día Abril se quedó el resto del día cuidando de Lissana, cuando llegó la noche, Abril volvió a su habitación, al entrar vio a Alessandro. Él acababa de salir del cuarto de baño, iba envuelto en una bata y caminaba lentamente hacia ella, su esposo era un hombre muy atractivo y seductor, ella no podía evitar que su corazón se acelerará cada vez que le veía.

“Hoy has vuelto pronto.”

Le dijo sin apartar su mirada de él.

“Me he escapado del trabajo para estar contigo.” Alessandro sirvió dos copas de vino, le paso una a Abril y le dijo.

“¿Una copa?”

Abril tomó la copa que Alessandro le estaba ofreciendo, le dio un sorbo, el vino era agrio, tenía mal sabor; ella arrugó la cara y deseo escupirlo, pero no lo hizo, se obligó a tragarlo.

“Sigo sin entender por qué te gusta esto, sabe horrible.”

“Sigues sin acostumbrarte a su sabor.”

“No creo que vaya acostumbrarme jamás a esto, sabe horrible.”

Alessandro acortó la distancia que los separaba, se inclinó hacia ella, la besó con suavidad y le dijo.

“Ya me he comunicado con Sirius, estará aquí mañana por la mañana.”

“Entonces partiré mañana a Laios.”

“Ten cuidado en tu viaje.”

“No te preocupes, lo tendré.”

Alessandro se inclinó para besarla en el cuello y le susurro al oído.

“Deberíamos aprovechar nuestro tiempo juntos. ¿No crees?”

Abril tomó su rostro entre sus manos, buscó su boca y tomó sus labios, pudo sentir el sabor agrio del vino, aunque antes había odiado su sabor, en los labios de Alessandro lo encontró dulce y agradable.

“Sí, hagamos eso.”

Alessandro devolvió el beso, sus manos rodearon su cintura y subieron por su espalda. Ella rodeó su cuello con sus brazos y presionó su cuerpo contra el suyo. Alessandro la tomó en brazos, la llevó hasta la cama y la depositó suavemente.

Abril entrecerró los ojos; notaba sus propias pestañas cosquilleandole las mejillas. Sintió el cambio de peso de Alessandro sobre ella, sus cabellos húmedos tocando su frente y un aroma a pino que debía ser de los aceites esenciales que las sirvientas solían poner en la bañera.

Ese aroma, le recordó el pequeño bosque qué había en la parte más alejada del palacio, el cual ella recorrió incontables veces cuando vivía sola y olvidada. Le recordó el día en el que ella había encontrado a Alessandro inconsciente en el bosque y agradeció a Dios por ese día, ya que había sido el inicio de su historia de amor.

Hundió los dedos en el cabello de Alessandro, curvo las puntas, oyó Alessandro exhalar contra su boca. Este apretó todo el cuerpo con más fuerza contra el de Abril, como si quisiera volverse uno solo con ella. Abril le deslizó los dedos hacia la nuca y fue bajando hasta situarse en los músculos de su espalda, firmes y fuertes.

Los labios de Alessandro eran como el roce de una pluma sobre la piel de Abril, moviéndose por el cuello, el mentón hasta llegar a la boca nuevamente; sus manos recorrieron su cuerpo, en una suave caricia, apreciando cada parte de ella, sus respiraciones y sus latidos se unieron en una sola. Abril sintió como si todo en el mundo hubiera desaparecido y sólo hubieran quedado ellos dos, como si las estrellas hubieran estallado a su alrededor.

El amor que sentía el uno por el otro era como un río desbordado, que inundaba y llenaba todo a su paso.

Alessandro siguió recorriendo su cuerpo con sus labios, suaves y cálidos.

Esa noche le hizo el amor como si en cada caricia y en cada beso, quisiera decirle lo mucho que la amaba y lo valiosa que era para él.

Las palabras no habían sido necesarias en lo absoluto, porque sus cuerpos gritaban una y otra vez lo mucho que se amaban. Ambos durmieron abrazados el resto de la noche, con sus cuerpos pegados, compartiendo su calor; porque aunque el acto sexual había acabado, ellos querían seguir haciendo el amor, querían seguir siendose, un solo ser.


CAPÍTULO 8: MI PRIMERA Y ÚNICA AMIGA


Al día siguiente, Abril despertó primero; al ver el rostro dormido de Alessandro, se acomodó en su pecho, deseó quedarse así un poquito más antes de partir, deseó no tener que separarse de su amado, ni de su hija. Pero no podía hacerlo, no podía ignorar al mundo entero cuando quizás ella era la única que podría salvarlo.

Cuando Alessandro despertó, acaricio su cabeza y le dijo.

“Buenos días, mi amor.”

Abril, se incorporó y respondió con una sonrisa para ocultar la tristeza de su partida que guardaba en su corazón.

“Buenos días.”

Alessandro al ver que el sol aún no había salido por completo, le dijo.

“Aun es temprano, deberías dormir un poco más.”

Abril negó con la cabeza y respondió.

“Quiero partir lo más pronto posible.”

Los labios de Alessandro se posaron en su frente, mientras la rodeaba con sus brazos.

“Por favor cuídate y no hagas nada imprudente, piensa en mí y en Lissana. ¿Si?”

“Siempre estarán en mis pensamientos en todo momento.”

Abril se levanto, saco una túnica azul de su armario, unos pantalones negros y unas botas a juego.

Mientras se cambiaba Alessandro se quedó observándola y le preguntó. “¿Y esas ropas?”

“Quiero poder moverme con facilidad si es necesario, los vestidos son incómodos y poco prácticos.”

“En eso tienes razón.”

Abril ató su cabello en un moño, pequeños mechones rebeldes salieron a los lados, aunque se vestía sencillo, seguia viendose hermosa.

“Iré a despedir de Lissana. ¿Vienes?”

“Por supuesto, dame un minuto.”

Alessandro se levantó y se puso lo primero que encontró en el armario, después de lavar sus rostros ambos se dirigieron a la habitación de Lissana.

Abril abrió la puerta muy despacio intentando no hacer ruido para no despertar a la bebé, pero ella ya estaba despierta, la niñera la estaba cargando y dando vueltas por la habitación intentando dormirla. Cuando vio que la reina y el rey acababan de entrar se giró hacia ella e hizo una reverencia.

“Buenos días sus majestades.”

Lissana al ver a su madre estiró sus brazos hacia ella para que la tomara en brazos. Abril tomó a su hija y le dijo a la sirvienta que esperara fuera de la habitación.

Una vez solos, Abril se dirigió a Alessandro.

“Cuida bien de Lissana en mi ausencia.”

“Así lo haré, cuidaré bien de nuestra hija.”

Lissana veía a su madre fijamente con sus hermosos ojos dorados, mientras se aferraba a la ropa de su madre como si supiera que ella se marchaba.

Abril la miró con ternura, le dio un beso en la mejillas y le dijo.

“Mi pequeña, mamá volverá pronto.”

La pequeña empezó a llorar como si con su llanto quisiera decirle que se quedara, eso a Abril le rompió el corazón, usó su magia para hacerla dormir, por que no soportaría separarse de ella si la escuchaba llorar. La depositó en la cuna y le dijo a Alessandro.

“Sé que siempre estás muy ocupado pero, intenta pasar más tiempo con Lissana.”

“No te preocupes, así lo haré, aprovecharé que Cassian está aquí.”

“Deberíamos irnos y dejarla dormir.”

Dijo Abril mientras cubría a su hija con una manta.

“Si.”

Después se dirigieron a la habitación de Maya, ella tocó la puerta y esperó a que abrieran la puerta o la invitaran a pasar.

Maya abrió la puerta e hizo una seña para que no hicieran ruido ya que Cassian aun dormía, salió de la habitación y cerró muy despacio para no hacer ruido.

“Venía a ver como estabas, me alegra ver que estes bien.”

Maya aun no se sentía completamente bien, pero se sentía lo suficientemente bien como para levantarse, ella quiso ser sincera con Abril, pero Alessandro estaba de pie junto a ella, al final Maya tuvo que mentir aun cuando no quería hacerlo. “Si, estoy muy bien.”

Aunque Maya dijera que estaba bien, Abril podia ver sobra bajo sus ojos y la falta de color en su piel, ella tomo su mano e infundo su magia en Maya sin que Alessandro se diera cuenta. Lo cual Maya le agradeció.

“Muchas gracias Aby.”

“Vengo a despedirme, estaré fuera durante unos días.”

“Suerte en tu viaje.”

“Muchas gracias, la necesitare.”

Alessandro vio pasar a una de las sirvientas, él se excusó un momento para ir a pedirle a la sirvienta que preparara un macuto con comida. Abril aprovechó para hablar con Maya.

“Ayer recordé que en el reino de Laios, hay un libro que hablaba sobre las hadas, creí que solo era ficción pero, no sé, quizás pueda servirte de algo, así que lo traeré para ti.”

Maya le dio un abrazo y le dijo. “Muchas gracias Aby.”

“Prometí ayudarte y eso hare.”

“No tengo cómo agradecer tu ayuda, siempre me salvas.”

“Eres mi primera amiga, lo hago con gusto, así que no pienses en que tienes que agradecerme, por que no es así.”

Cuando Alessandro regresó, ambos se dirigieron a su oficina, Sirius y Taren ya estaban ahí esperándolos, listos para partir. Abril les agradeció por su disponibilidad.

“Muchas gracias a los dos por haber acudido tan pronto, cuento con ustedes en este viaje.”

Ambos asintieron a una vez; Alessandro sacó varias bolsas con monedas de oro, una se la entregó a Sirius otra a Taren y la ultima bolsa se la dio a Abril, era más grande y pesada que las demás, cuando la recibió dijo.

“No crees que esto es demasiado, solo me voy por tres días.”

“Lo sé, pero aunque solo sean tres días, espero que te sobre y no que te haga falta nada.”

Alguien toco la puerta, interrumpiendo su conversación, Alessandro la hizo pasar inmediatamente, era la sirvienta que se había encontrado en el pasillo, ella llevaba un macuto en una mano y unas capas marrones en la otra, Alessandro tomó la capa de Abril y la ayudo a ponersela, Abril le dijo.

“Veo que has pensado en todo, muchas gracias.”

“Te deseo un buen viaje y un pronto regreso.”

Abril le beso y le dijo.

“Hasta pronto mi amor.”


CAPÍTULO 9: TIERRA ÁRIDA


Antes de irse, Alessandro le encargó a Sirius que cuidara de Abril, que la protegiera y la trajera de vuelta sana y salva, lo mismo le dijo a Taren; que dejaba su tesoro más preciado en sus manos.

Alessandro le dio un beso largo a su esposa, él hubiera querido acompañarla hasta la puerta, decirle adiós hasta el último momento, pero con eso solo lograría llamar la atención, algo que no querían, ya que el viaje de Abril era secreto.

Las últimas palabras antes de Abril, antes de salir de la oficina de Alessandro, fueron.

“Cuida de Lissana y mantenla cerca, no sabemos qué pueda acechar en las sombras.”

Al salir, se dirigieron a la entrada, Abril llevaba puesta la capucha de su capa aun cuando hacía calor, no quería que nadie la viera salir, que se dieran cuenta de que no estaría en el palacio.

En la entrada estaba el carruaje en el que había llegado, el cual los llevó hasta las afueras de la ciudad. Sirius le pidió que los dejara en el camino y que volviera a la torre de los magos. Una vez solos, Taren preguntó.

“¿Cómo continuaremos nuestro viaje sin un transporte?”

Sirius sacó unas pulceras de su bolsa, le entregó uno a Abril y otro a Taren. “Usaremos esto.”

“Usaremos una pulsera? ¡Dime que es una broma!”

“No es una broma.”

Taren analizó la pulsera con escepticismo y le dijo.

“Deberías haber sacado un pergamino de teletransportación por lo menos.”

“Esto es mejor que cualquier pergamino, estas pulseras nos permitirán teletransportarnos de manera más sencilla, aunque se usa de manera personal, cada uno tendrá que usar su artefacto de teletransportación, lo cual es una ventaja por si hay problemas.

Abril se puso la pulsera y preguntó.

“¿A qué te refieres con eso?”

“Estamos yendo al reino enemigo, podrían atacarnos, si eso pasa el escapar será nuestra máxima prioridad, los pergaminos solo puede usarlos quien los lleva, seria peligroso si nos separamos, con las pulseras aun separandonos podremos escapar.”

Taren se quedó mirando la pulsera que llevaba en la muñeca y preguntó.

“¿Y cómo funcionan?”

“Solo tienen que presionar dos veces la joya que hay en el centro.”

“¿Y si la presionamos por error?”

“Hum… Intenten no hacerlo.”

Taren desconfiaba un poco del artefacto que les había dado.

“Una pregunta. ¿Hace cuanto creaste estos artefactos?”

“Hace poco.”

“Pero ya los has probado. ¿Verdad?”

“Por supuesto, un par de veces y no ha habido ningún problema. Sirius se acercó a Abril y le dijo.

“En el reino de Laios hay una barrera que lo protege, sólo podemos transportarnos a las afueras del reino, hay procura no separarte de nosotros en ningún momento.

Sirius señaló el anillo mágico qué Abril llevaba en la mano y le dijo mientras lo señalaba.

“El color de tu cabello destaca mucho asi que cambialo y procura cubrir tu rostro con la capucha, no queremos que nadie te reconozca.”

Abril cambió el color rojo vibrante de su cabello, por un rubio miel y respondió.

“No creo que alguien pueda reconocer mi rostro, solo era una princesa de nombre, siempre estuve encerrada en la parte más alejada del palacio principal, los únicos que podrían reconocer mi rostro son mis hermanos y la sirvienta que me llevaba comida de vez en cuando y los guardias que me trajeron aquí el día de mi boda.”

“Eso es bueno, no tendremos que ser tan cautelosos entonces, debemos estar cerca para aparecer en el mismo lugar.”

Taren se acercó y dijo.

“Solo espero que lleguemos enteros a nuestro destino.”

“Deja de quejarte, todo saldrá bien, a la de tres.”

Todos llevaron sus manos al artefacto mágico lo presionaron dos veces, en un abrir y cerrar de ojos, llegaron a las afueras del reino de Laios.

Las torres doradas del inmenso palacio brillaron a lo lejos. Taren se alejó y empezó a vomitar, sentía como si el estómago le hubiera dado la vuelta entera.

Abril y Sirius estaban bien. Taren miró a como si quisiera asesinarlo con la mirada. Abril se acercó, tomó su mano, infundo su magia en él y le preguntó.

“¿Estás bien?”

“Ya estoy bien.”

Le lanzó una mirada furiosa a Sirius y le dijo.

“Mas te vale que usemos un pergamino de teletransportación, no pienso volver a usar ese maldito artefacto.”

“Te quejas por nada.”

Abril le preguntó a Sirius. “¿Tu estas bien?

“Si, perfectamente.”

Abril se quedó mirando el reino de Laios desde la distancia y dijo.

“Jamás pensé que volvería a Laios.”

Sirius le preguntó.

“¿Odias este lugar?”

“No tengo ningún buen recuerdo de este lugar, pero se si lo odio o si me inquieta, así que démonos prisa y cumplamos con nuestra misión para poder volver a casa.”

Tarren al ver que aún estaban bastante lejos, dijo.

“Su majestad tiene razón, tenemos un largo camino por recorrer, así que andando.”

Sirius empezó a caminar y les dijo.

“Nos detendremos en el primer pueblo y conseguiremos un carruaje para continuar, no queda muy lejos así que no tendremos que caminar demasiado.”

Ellos caminaron durante medio día, al llegar al primer pueblo, Abril se sorprendió al ver que toda la tierra estaba contaminada y en lo que anteriormente parecía haber sido un campo de arroz, se había convertido en un un campo árido en el que no crecía ni la mala hierba.

Tarren dijo.

“Creía que el reino de Laios era muy próspero.”

Sirius respondió.

“Y hasta hace unos meses lo era, uno de los magos de mi torre tiene familia en Laios, cuando vino, pasó por estos campos y no estaba así, lo recuerdo claramente por qué estaba diciendo que el arroz de estos campos era el mejor.”

Abril se acercó al campo, tomó un puñado de tierra, sintió una oscuridad que provenía de aquella tierra.

Unos aldeanos de aspecto enfermizo se acercaron a ellos y les preguntaron si venían de la ciudad, si ahí las cosas estaban mejor.

Abril respondió.

“No venimos de la ciudad, pero. ¿Podrían decirnos que ha pasado aquí?”

Un anciano, que se sostenía a duras penas con un bastón, respondió.

“Hace unos meses hubo un gran temblor, un miasma negro cubrio los campos de arroz, marchito todo y contamino el agua; si van de paso será mejor que se vayan inmediatamente, muchos de nosotros estamos enfermos.

Abril no podía irse de ese lugar sin ayudar a aquellas personas, aunque ella no vivía en Laios, seguía siendo una Venobich, ella tomo su mano infundió una pequeña cantidad de magia en él, para que no se diera cuenta de que lo había hecho y le dijo.

“No se preocupe por nosotros, somos curanderos, deje que los ayudemos en lo que podamos.”

Aquel anciano sintió un gran alivio y le dijo.

“Muchas gracias, le estaremos inmensamente agradecidos si nos ayudan.”


CAPÍTULO 10: EL MONSTRUO DEL POZO


Sirius se acercó a Abril cuando estuvo sola y le preguntó.

¿Qué crees que estás haciendo?

Ayudar.

Eso ya lo veo, pero no tenemos tiempo para eso, llevamos prisa.

Si, pero no puedo irme sin ayudar a estas personas, no puedo abandonarlos a su suerte.

Sirius dio un largo suspiro y dijo.

Entiendo que quieras ayudar, pero no deberias mostrar tu poder, puede ser peligroso.

Y no pienso hacerlo, por eso he dicho que somos curanderos.

Yo no sé nada sobre plantas y Taren menos.

Eso no importa, solo debemos actuar como curanderos.

Abril se acercó al anciano con el que habia hablado antes y le preguntó dónde estaba el pozo. El le dijo que estaba contaminado, pero aun asi ella insistió en que se lo mostrara; al llegar al pozo, Abril se asomo, el agua se veia negra.

El agua de este pozo al igual que el de los ríos, se ha vuelto negra, está contaminada.

¿Y de donde obtienen el agua?

La hemos estado obteniendo de vendedores que vienen de otros reinos, pero nos estamos quedando sin dinero, así que nuestro destino ya está escrito.

Yo no pienso igual, el destino no es algo que te va a pasar si no lo que tu quieras que te suceda, así que hay que pensar en que todo saldrá bien, ¿No cree?

Espero que sea como dices, he estado en esta aldea toda mi vida, todos aquí somos como una gran familia, no quisiera perderlos.

Y no lo hará.

Abril le hizo señas a Taren para que se llevará al anciano, necesitaba estar a solas para purificar el agua.

Señor, podría mostrarme dónde están los enfermos.

Por supuesto, siganme.

Nosotros ahora iremos.

Dijo Sirius. Una vez estuvieron lo suficientemente lejos como para que no vieran que era lo que estaban haciendo, Abril introdujo su mano en el agua, ella podía sentir algo malvado y oscuro que provenía de las profundidades. Ella dejo salir su magia como un torrente, poco a poco el agua fue aclarandose, de pronto un monstruo salio del agua, era bizcoso y desprendia un liquido negro.

Antes de que Sirius hiciera algo, Abril lanzó sus llamas plateadas y lo convirtió en cenizas.

_ Creo que era ese monstruo el que estaba contaminando el agua.

Abril volvió a introducir su mano en el agua como si nada hubiera pasado, termino de purificar el agua y dijo.

Creí que habia acabado con todos los monstruos, al parecer me equivocaba, aún hay algunos que están por ahí causando estragos.

Tu has cambiado mucho.

_Después de todo lo que he vivido, seria extraño que siguiera siendo la misma, ¿No crees?

Abril le echo una mirada al pozo, el agua se veia limpia y cristalina.

Esto ya está, ahora vamos a ver a los enfermos.

¿Cómo piensas explicar que has purificado el agua?

_No pienso hacerlo, encargate tu de eso, yo ire a ver a ver los enfermos, así que inventate una buena historia e intenta ayudar de alguna en algo.

Abril empezó a alejarse, Sirius suspiró y dijo para si mismo.

Había olvidado que puede llegar a ser muy molesta cuando quiere.

Abril se fue en la dirección que Taren y aquel anciano había tomado, en mitad del camino una niña se encontró con una niña, ella se veía delgada y ojerosa, se le acercó y con una voz ronca y apenas audible le preguntó.

¿Tienes algo de comer?

Abril sintió que su corazón se rompia al ver aquella niña, ella sacó una manzana del macuto que aún llevaba en su hombro y le preguntó.

¿Te gustan las manzanas?

La niña asintió enérgicamente, Abril le entregó la manzana; la niña devoró la manzana con una hambre feroz. Abril acarició su cabeza, usó su magia de sanación e inmediatamente el semblante de la niña cambió.

¿Es una manzana mágica? Preguntó la niña con la boca llena.

Me siento mejor después de comerla.

Abril le dedicó una suave sonrisa llena de ternura y respondió.

Así es, así que mantenlo en secreto.

La niña terminó de comerse lo que tenía en la boca y le dijo.

Toda mi familia está enferma, si les doy un poco, ¿ ellos se pondrán bien?

No hace falta que hagas eso, los ire a ver y pronto estarán bien.

¿Tienes más manzanas mágicas?

No, pero soy curandera, hago que las personas enfermas se pongan bien.

La niña dio un brinco de alegria, tomó la mano de Abril y la arrastró hasta su casa, una pequeña cabaña, al entrar Abril vio a un hombre, una mujer y dos jovencitas tendidos en el suelo, la niña le dijo.

Ellos no pueden moverse, están muy mal, todos dicen que ellos morirán, pero no lo harán, ¿Cierto?, ¿Tu les vas a curar, verdad?

Abril podía ver terror en de perder a su familia en los ojos de aquella niña, ella acarició su cabeza y le dijo.

No, ellos no morirán, pronto estarán bien, te lo prometo, necesitare un poco de agua, podrías ir a buscarla.

Con tristeza la niña dijo.

La poca agua que teníamos se acabó y el agua del pozo está contaminada.

No te preocupes por eso, el agua ya no está contaminada, ¿Por qué no vas y lo compruebas?La iña tomó una vasija de barro y corrió hacia el pozo a buscar agua.

Una vez sola, Abril se acercó a la familia de la niña, ellos se veían muy mal, estaban medio muertos. Ella infundió su magia en ellos e inmediatamente les volvió el color al rostro.

Después de asegurarse de que estarían bien, ella se fue antes de que la niña regresara. Taren había ido a buscarla y le dijo.

Su majestad, ¿Dónde estaba? Estaba ayudando a una niña, ¿Ya sabes donde están los demás enfermos? Si, todos parecen estar muy mal.

Llévame con ellos.

Taren llevó a Abril hasta un granero, ahí tenían a todos los enfermos tumbados en el suelo cubiertos con delgadas mantas, los que se encontraban un poco mejor atendían a los que no podian ni levantarse. Taren dijo.

Todos en el pueblo se han enfermado.

Abril se acerco a una joven de piel morena, cabello negro y ojos verdes. Y le preguntó.

Hay alguna medicina que estés usando para tratarlos.

Hemos preparado un té de hierbas, pero no esta funcionando, todos han empeorado.

Muéstrame qué hierbas has utilizado, te ayudaré a tratarlos.

Aquella joven le agradeció su ayuda, poco después ella empezó a tambalearse, Taren la sostuvo en brazos antes de que se desmayara.

-¿Qué hago con ella?

Debe de estar agotada, busca un lugar donde recostarla y después ve al pozo por agua, necesitamos hidratarlos.

De acuerdo.

Abril le pidió a otro de los aldeanos que estaban ayudando y le pidió lo mismo que le había pedido a la joven que se habia desmayado.

Después de ver las hierbas que tenían, cuando Taren volvió con el agua, ella preparó un té de manzanilla, empezó a repartirla entre los enfermos, aunque esa solo era una excusa para poner su mano sobre ellos y poder usar su magia sin que se dieran cuenta.

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⏰ Last updated: Feb 12 ⏰

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