Arreglarlo antes de que Suceda. Un Trabajo Bastante Complicado

El significado de la humildad

Si hay algo que toda persona en el mundo desea fervientemente es que en algún momento los malvados paguen por sus crímenes.

Las víctimas de un criminal, siempre esperan obtener justicia y un poco de paz.

Y en el mundo de la cultivación se podría agregar que la mayoría disfruta ver la caída en desgracia de alguien. Porque no hay nada más divertido para ellos que ver a sus compañeros cultivadores humillados vilipendiados y castigados.

Aunque para algunos lo que empezó como diversión puede terminar con un amargo final si por desgracia alguna vez cometieron el error de aprobar o emular el mal ejemplo de aquellos que eran más poderosos.

Es por eso que luego de la ceremonia de ascenso de los nuevos líderes Jin y Wen, todos ardían en anticipación de lo que estaba por venir.

Era una cosa muy pocas veces vista con anterioridad ver a los líderes de las 5 grandes sectas más un delegado de las pequeñas, caminar juntos uno al lado del otro con rumbo a uno de los patios principales para presenciar la segunda parte de los castigos de el una vez poderoso e intocable Jin GuangShan.

La primera parte se había ejecutado justo después del juicio pues no podían azotar y castrar al hombre el mismo día, es así que el procedimiento quirúrgico de castración fue realizado en QiShan, aprovechando que el hombre ya estaba en el pabellón medico a causa de sus heridas en el rostro, de esto pueden dar fe y testimonio los lideres de secta que tuvieron el difícil y doloroso (después de todo eran hombres y de solo verlo ellos también sintieron dolor) trabajo de constatar que efectivamente el procedimiento se haya realizado.

Es decir que técnicamente lo que para unos fue una espera de dos semanas, para Jin GuangShan fue una tortura prolongada por dos semanas, pues entre las heridas en su rostro y la de su castración, sentía un dolor insoportable, ( pero si hay algo que admirar en un villano es que en ningún momento por más adolorido que estuviese sintió remordimiento).

Y mientras Madam Jin con la profunda satisfacción de alguien que esperó esto por años , limpiaba su casa y ejecutaba a todos sus aliados y amantes; Jin GuangShan sufría de dolor, solo en una celda, un lugar en el que nunca esperó estar. Visto de forma frívola, hasta parecía poético.

Una vez en el patio, que era lo suficientemente grande como para albergar a todos los delegados, sus familias, sus discípulos, los chismosos, los sirvientes, los colados y hasta las mascotas, todos se acomodaron en sus lugares.

Y he aquí en el lugar menos esperado se dió un cambio que muchos ni siquiera notaron, la mesa en donde se ubicaban los lideres de secta, no se encontraba en ningún lugar elevado , y  dichos lideres estaban todos sentados al mismo nivel uno junto a otro, ninguno de ellos intentó elevarse por sobre los demás.

Un cambio que solo aquellos que recibieron a ciertos visitantes del futuro pudieron notar y suspirar aliviados, pues era un signo de que habían hecho las cosas bien.

Y entonces los guardias trajeron a las personas destinadas a ser castigadas ese día, y una vez ubicados el proceso comenzó.

El Líder de la Secta Lan, que hizo de juez, en el apresurado juicio hace dos semanas, tuvo que volver a tomar la palabra para dar un discurso.

-Estimados compañeros cultivadores, nosotros como sectas de cultivo cada quien a su manera siempre hemos hablado de seguridad, principios de justicia, equidad, protección y bondad.

-Hoy debemos admitir que hemos cometido un grave error, y es que por años ignoramos y miramos hacia un lado los comportamientos poco adecuados de varios de los nuestros, personas que se sintieron con el suficiente derecho para arruinar familias, cometer asesinatos, secuestrar personas y acabar con la honra y la reputación de muchas mujeres, simplemente porque les placia hacerlo, o porque con ello obtenían un beneficio económico.

Hizo una pausa para que todos asimilaran lo que decía y luego continuó.

- Muchas veces en el pasado hemos estado aquí, en esta Secta, en esta torre y simplemente guardamos silencio cuando su líder traía  cortesanas para que bailen en los banquetes, cuántos de buena gana se beneficiaron incluso del servicio de esas damas, miramos y callamos cuando este hombre, en presencia de su esposa, sentaba mujeres en su regazo mientras hablaba, convirtiendo el lugar en una muy buena imitación de un burdel.

-Hasta donde hemos llegado, que sentíamos que era normal y ni siquiera notamos el infierno que vivían tanto Madam Jin, como esas pobres cortesanas que se veían obligadas a venir aquí y actuar ante personas que no las veían más que como objetos, algunas de ellas ni siquiera tenían esa profesión por su propia decisión, sino por qué fueron sacadas a la fuerza de sus hogares y obligadas a venderse para que un tercero obtuviera las ganancias.

- Simplemente comentábamos en voz baja todos los devaneos de este hombre, suponíamos e incluso apostamos sobre cuántos hijos ilegítimos había engendrado el Líder de la Secta Jin.

- Brindamos en voz alta sus supuestos logros comerciales, mientras familias enteras se quedaban sin hogar por dicho logro y nos beneficiamos de sus derroches.

- Sabíamos que algo no estaba bien, si embargo era más fácil callar, porque era un hombre con dinero y podía hacer lo que quisiera con el. 

- ¿Les parece eso justo señores?.

Todos los presentes miraron hacia el piso, totalmente avergonzados por lo que acababan de escuchar, porque era la verdad mas dolorosa e incómoda que tuvieron que oir.

- Es por eso que hoy el castigo no solo es para aquellos que ya fueron sentenciados, el castigo también es para todos nosotros que de buena gana miramos a un lado y dejamos  que esto pasara, por lo tanto el día de hoy quiero que al menos simbólicamente sintamos que uno de esos azotes que los acusados estarán recibiendo cae en nosotros, y que nos haga reflexionar acerca de como funciona nuestro sistema social.

- Quiero que el día de hoy quede grabado en nuestras mentes, para que en el futuro no tenga que volver a suceder, y si sucede, al menos tengamos la presencia de ánimo suficiente como para denunciarlo en cuanto se de, no importa que tan poderosa o adinerada sea la persona.

Todos aquellos que tenían un mínimo de conciencia se sintieron profundamente culpables y de hecho este discurso los hizo reflexionar.

El Líder Lan acababa de administrar una dosis de humildad a todos los presentes incluído él mismo.

Y así como así este acto al que muchos vinieron a ver con curiosidad  casi morbosa, un momento que prometía ser divertido se convirtió en lo que efectivamente era, un castigo justo y merecido no solo para los criminales sino también para todos quienes lo presenciaron.