Lo que dicte el corazón

80 5 0
                                    

DRACO MALFOY

Ella...se había ido, su habitación estaba desierta.
"LA PERDISTE MALDITO IDIOTA", atacó mi conciencia.
Me siento una mierda de persona, me dejé llevar por mis jodidos impulsos y la humillé, estoy seguro que la destrocé en mil pedazos y todo por un jodido rumor.

-Vamos por ella.- exclamó Nott.

-¡La chimenea!.- gritó Blaise.

-No, no se va poder.- dijo Tom.- está bloqueada, la bloqueó antes de irse y solo ella puede desbloquearla.

-¡ERES UN MALDITO HIJO DE PUTA MALFOY!.- gritó Berkshire golpeándome en el rostro, Tom con un hechizo inmovilizador lo calmó.

-Entonces voy yo.- exclamó Mattheo, golpeando mi estómago. Tom hizo lo mismo.

-¡Bastardo!.- exclamó Nott golpeando nuevamente mi rostro. Tom acabó inmovilizándolos.

-Dime Zabini, lo vas a golpear también o me ahorro la molestia de inmovilizarte.- preguntó Tom.

-¡PORQUE CARAJOS LO DEFIENDES RIDDLE!.- gritó Berkshire intentando moverse.

-¡SUÉLTAME JODER!.- exclamó Mattheo.

-¡NO LO DEFIENDAS!.- gritó Nott.

-No lo defiendo, muy al contrario, se van a ensuciar las manos golpeando a Malfoy, pero las heridas cierran y los morados desaparecen, en cambio el dolor que le va causar el haber perdido a Sele lo quemará por el resto de su puta vida, déjenlo que viva con eso y vámonos.- dijo Tom.

Todos salieron de la habitación dejándome ahí, Riddle tenía toda la puta razón y odiaba admitirlo, la perdí, perdí a la única chica que he amado y de seguro amaré por el resto de mi miserable vida.

Soy un idiota.

Luego de estar un par de horas en su habitación admirando las paredes, cama o escritorio en los cuales tuvimos intimidad y pudimos aprender a amarnos decidí por irme a mi cuarto, al abrir la puerta di un último vistazo y salí de ahí dejando todo lo que alguna vez fuimos en esas cuatro paredes.

Como dolía, joder...

ELARA PEVERELL

Llegué a la mansión Peverell totalmente destrozada, mis abuelos no se encontraban entonces los elfos me ayudaron a subir mis cosas, llegué a mi habitación, lloré un par de horas hasta quedarme dormida, como dolía esta sensación, fui traicionada por las personas que más adoraba en este mundo y por el chico que había robado mi corazón.

Desperté luego de un par de horas, ya era bastante tarde, no tenía hambre pero decidí bajar por agua, en la sala de estar se encontraban mis abuelos, así que me acerqué a saludarlos, mi abuelo como siempre leyendo su periódico y mi abuela tomando el té.

-Hola.- hablé.

-¡Mi niña!, pero que haces aquí.- exclamó mi abuela con emoción.

-Hola cielo, ¿que te trae por acá?.- contestó mi abuelo.

-Pues, tuve una charla con Dumbledore, aceptó que tomara exámenes libres,me enviarán las materias por lechuzas, lamentablemente es solo por un mes.- respondí.

-¿Pasó algo querida?.- preguntó mi abuelo.

Enseguida mi semblante cambió y mi abuela lo notó, ella era más comprensible que mi abuelo entonces me ayudó con la situación.

-Querida, acompáñame al jardín.- exclamó mi abuela, yo asentí y salí detrás de ella.

El jardín seguía igual de hermoso y lleno de vida como siempre, flores hermosas catalogadas por colores, la fuente de agua, los árboles frutales, los juegos que construyó papá para nosotros aún estaban en perfecto estado.

LA MALDITA APUESTA (Draco Malfoy)Onde histórias criam vida. Descubra agora