Sanders tiene novio (BL)

Capítulo 15 -Amadeus

Capítulo 15
Amadeus

—Amadeus me engañó -había dicho Juno

Sanders sintió que el coraje se le iba a todo el cuerpo. Simplemente no podía creer lo que Juno había dicho.

—¡Ese hijo de puta! -soltó casi en automático- lo voy a matar, en serio que lo haré ¡¿Cómo se atreve a ponerte los cuernos?! ¡No puedo creer que confié en él!

—No le fue infiel -habló Mikki

—Descubrí que todo lo de la manutención fue una mentira -se limpió las lágrimas- siempre fue él. Todo este tiempo estuvo mintiéndome.

—Ah -apenas pudo decir Sanders- así que era eso

—Le advertí que si descubría una mentira más terminaríamos

—¿Terminaron? -preguntó el mayor y Juno solo asintió

—Sanders, Koh -habló Mikki- no hemos cenado ¿Por qué no van a comprar algo? ¿Qué se te antoja Juno?

—Lo que sea -respondió el menor

Lo de la comida debía ser solo una excusa de Mikki para hablar con Juno a solas, pero obedecieron y fueron directo al Tsuru de Sanders.

—Pobre Juno, no me gusta verlo así -habló Koh- pero bueno, ya sabíamos que esto pasaría

—¿A qué te refieres?

—No me parece que Lex sea un mal tipo, de hecho, hasta me cae un poco bien, pero todos sabíamos que esto pasaría. Lex es un tipo sin remedio, Juno merece a alguien diferente

...................

Sanders estaba afuera del edificio donde Lex vivía. Llevaba media hora ahí afuera, debatiéndose en si debía entrar o no. Se decía así mismo que no debía interferir. Lo que tanto quería finalmente había pasado, Lex y Juno habían terminado, era su gran oportunidad. Pero ver a Juno llorar de esa manera lo destrozaba, Sanders sentía que debía hacer algo.

Respiró hondo y decidió entrar. Cada paso que avanzaba se hacía más pesado, hasta que finalmente estuvo frente a esa puerta. Tocó pero nadie abrió, así que continuó haciéndolo. Sabía que Lex estaba ahí, había visto su carro en el estacionamiento.

—¿Qué quieres, Sanders? -habló desde dentro de la puerta

—Vine a hablar

—No estoy de humor

—Por favor abre la puerta

La puerta se abrió y finalmente vio a Lex. Su mirada, que siempre lucía molesta, lucía peor, y no solo eso, sus ojos estaba enrojecidos, tal vez había llorado, o tal vez había fumado demasiado.

—Si vienes aquí a burlarte o alguna estupidez...

—Vengo como amigo -se apresuró a contestar Sanders- traje cervezas

Lex lo miró con desconfianza pero no dijo nada. Había poca iluminación, así que Sanders de inmediato notó la televisión encendida en la sala, la película de Lilo y Stitch sonaba.

—Buena película -agregó Sanders 

Lex no respondió pero caminó hasta el sofá y se sentó, Sanders fue a su lado. La película estaba a un volumen bajo, era como si Lex solo quisiera un sonido de fondo.

—¿Cómo está... Juno?

Sanders no sabía qué responderle, quería ser honesto pero no sabía si Lex necesitaba honestidad en ese momento.

—Igual que tú

Un gran suspiro salió de él, aún con su mirada fija en la pantalla. Por un momento Sanders pensó que lloraría, pero Lex estaba soportándolo.

—¿Por qué estás aquí Sanders?

Sanders se quedó pensando, ni siquiera él lo entendía por completo, simplemente sentía que era lo correcto.

—Ya te lo dije

—No es verdad -Lex puso su mirada en él, y Sanders sintió escalofrío- yo no les caigo bien

—Eso es parte del pasado

—¿Por qué mientes?

—No miento

—¿Crees que no me doy cuenta de cómo me miran? Lo puedo ver en sus ojos, cuando yo llego ustedes ven a Juno con lástima, como diciendo "que mal que el pobre de Juno esté con alguien como él" -regresó su vista a la pantalla, lucía tan afectado- me he esforzado tanto para demostrarle a él y a ustedes que realmente lo amo pero parece como si nadie lo notara.

Esas palabras lo impactaron, jamás imaginó que todo eso pasaba por la mente de Lex.

—Sé que no debería de importarme lo que los demás piensen de mí, pero ya que ustedes son tan importantes para él, por supuesto que... quisiera agradarles -dijo eso último en voz baja- pero eso ya no importa ¿o sí?

Sanders no dijo nada por un rato, se sentía muy impactado de escuchar la sinceridad de Lex. Siempre lo había considerado como un tipo serio y egoísta.

—¿Lex... cómo fue que... te enamoraste de Juno? -se atrevió a preguntar

Amadeus mantuvo su mirada en esa película que ya se sabía de memoria. ¿Sanders había hecho una pregunta imprudente? Probablemente.

—Recuerdo la primera vez que lo vi -dijo Lex- fue en un examen, nos sentaron juntos -sonrió- yo ya estaba por entregar mi examen pero escuché un sutil jadeo, lo miré, él estaba con su vista clavada en su examen mientras lloraba en silencio, sus lágrimas caían sobre la hoja de papel. Me conmovió así que le permití copiarme. Eso fue tan raro, yo no solía hacer ese tipo de cosas -suspiró- Los días pasaron hasta que un día lo descubrí espiándome. Lo confronté y descubrí que yo le gustaba. Me había escrito una carta -sonrió- "Amadeus, eres el mar en el que me quiero ahogar" -su sonrisa se fue- y al final sí terminó ahogándose ¿Qué cosas no?

Tomó una de las cervezas que Sanders había llevado y le dio un gran sorbo. Culparía al alcohol de todo lo que diría esa noche.

—Verlo llorar con la carta en sus manos me conmovió y ahí lo pensé "si este chico puede conmoverme a mí, tal vez también pueda llegar a ellos". Juno tiene el don de entrar en el corazón de las personas, y por eso le pedí ser mi espía

—¿Entonces... desde un principio fue tu plan? ¿Nunca lo quisiste... de verdad?

—Juno me intrigaba, pero no lo veía como algo serio. Solo quería saber hasta qué punto podía serme útil. Nos veíamos una vez por semana y yo veía esas interacciones como un trabajo, mantener al chico feliz para que siguiera ayudando. Pero el tiempo fue cambiando lo que yo sentía. Comencé a ansiar esas visitas, verlo cada semana se convirtió en algo que esperaba impaciente. Me fui enamorando pero no me di cuenta hasta el día que lo perdí.