Capitulo 6

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Porsche se incorporó un poco para besarlo de nuevo.
-No me provoques porsche.

Porsche era un nombre que nunca le había gustado, pero él lo pronunciaba con tal elegancia que no quería que lo llamase de otro modo.

-No puedes decir esas cosas y esperar que no te bese.

-Imagino que tu jefe estaba invitado a la fiesta.

-Te aseguro que no se ha colado.

-Eso confirma mi teoría de que es un tipo inteligente. Si te ha invitado es que tienes un puesto importante en la empresa y, siendo tan joven, debes de ser muy bueno en tu trabajo.

-No soy tan joven.

-Sé que tienes más de dieciocho años, pero no muchos más. De hecho, casi me siento un viejo verde a tu lado.

-¡Solo tienes treinta y dos años!

-Ah, veo que te has informado -bromeó kinn-. Pero sigo siendo al menos diez años mayor que tú. No puedes tener más de veintiuno.

-Cumpliré veinticinco en tres meses.

Él enarcó una ceja.

-Solo ochos años mayor que mi estimación.
-Terminé la carrera hace cuatro años y ahora estoy haciendo mi segundo máster. Además, tengo experiencia profesional desde los doce años.

-Ah, entonces mi análisis no iba tan desencaminado -kinn tiró de el para buscar sus labios-. Y he cambiado de opinión, olvida a tu
jefe y trabaja para mí. Pídeme lo que quieras.

-No, no -porsche se apartó-. Ni siquiera sabes a qué me dedico.

-Da igual, siempre busco mentes despiertas y talentos
excepcionales para mi equipo. Así es como mi empresa ha crecido tanto, ofreciéndole a los candidatos todo lo que quieren: libertad, recursos, remuneración.

Porsche sabía todo eso, pero jamás se le hubiera ocurrido que kinn Anakin Therapanyakul
pudiese ofrecerle un puesto en su empresa. Y que lo
hiciera mientras estaban abrazados...
Intentó apartarse, pero él se inclinó para besarle el cuello.

-Eso solo complicaría las cosas aún más. La gente sigue
pensando que he conseguido mi puesto por nepotismo, y si trabajase para ti pensarían que lo he conseguido...

-¿Porque me vuelves loco de deseo? -terminó kinn la frase por el-. No te puedes imaginar lo poco que me importa lo que piense la gente, y tú eres la clase de talento que busco.

-Por favor...

-Tú mismo has dicho que sé analizar a la gente y eres
exactamente lo que necesito. En todos los sentidos.

A porsche le daba vueltas la cabeza. No tenía que intentar convencerlo de nada porque ya le había prometido que pasaría la noche con él. Y tantas noches como fuera posible.

-Pero pienso ir despacio en el cortejo -añadió kinn.

-Por favor, kinn...

-Sí, repite mi nombre. Dilo, belleza.

-kinn -la palabra sonó como un gemido-. Deja de hablar de negocios. Quiero que esto que hay entre nosotros sea solo algo entre nosotros, Eso es lo único que me importa.

-Como tú digas... por el momento -asintió él-. Debes de estar muerto de hambre. Vamos a cenar algo mientras esperamos a que se vayan los invitados y luego...

-¡Tengo que volver al salón! Dijo Porsche.

-¿Por qué? Ni siquiera querías venir a la fiesta.

-¿Cómo sabes que no quería venir kinn?

Amantes Y EnemigosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora