Más allá del sueño: sobrevivir a mundos infernales

#8 sangre fría

#8 sangre fría

"¡¿Qué clase de cosa fue esa?!" Exclamó Billy, completamente impresionado. Su voz se contrajo como si no pudiera creer lo que había visto, pero de su viaje a este lugar, las cosas extrañas que había presenciado eran tan numerosas que no tenían comparación con muchas de las anteriores. Sin embargo, ahora estaba realmente impresionado.

"Quizás una mutación", dijo Jonathan con una voz algo sombría. Entendía perfectamente que esas cosas eran armas biológicas creadas por la Corporación Umbrella, pero no tenía intención de decir nada más que pudiera ponerlo en peligro.

Su situación en este lugar era realmente terrible. No sólo su identidad asumida en esta simulación era la de un científico jefe, sino que también cargaba con cierta culpa por los acontecimientos en este lugar, ya que su dueño anterior podría ser responsable de los acontecimientos aquí.

Sabía muy bien que debía protegerse a sí mismo por encima de todo. No sabía, ni le importaba, si este mundo era real, ya que venía de uno donde esto era sólo ficción. Independientemente de si todo era real, no abandonaría su responsabilidad de cuidar a sus padres y salvar este mundo. Ya hubo suficientes errores en el cementerio como para que se añadieran más. Por ahora, la única idea que tenía en mente era sobrevivir.

Después de darse cuenta de que las armas biológicas estaban en movimiento, se preguntó si su limitada información sería de alguna utilidad para la supervivencia de estas dos personas. En primer lugar, habían sobrevivido sin su intervención, por lo que sólo necesitaba mantenerse al margen y ayudar en todo lo que pudiera. Sólo entonces podría obtener beneficios en lugar de más heridas en su cuerpo.

"Necesitamos movernos. Si hay más de esas cosas en este lugar, es mejor seguir en movimiento", dijo Billy, sin prestar atención a nada más.

Rebecca miró a Jonathan con asombro y realmente pensó que tenía algún tipo de miedo, pero su rostro indicaba lo contrario. No había miedo, emociones fuertes ni ningún signo de que estuviera en mal estado. Por el contrario, Jonathan miró fríamente el cadáver del monstruo antes de seguir a Billy.

Desde que conoció a Jonathan, había actuado de manera muy extraña, como si cada paso que daba el grupo los condujera a una trampa. También notó que parecía estar recogiendo algunas hierbas extrañas del suelo. No estaba realmente interesada en lo que él estaba haciendo, pero sentía curiosidad.

"Él sabe más de lo que nos dice", murmuró Rebecca con un mal presentimiento. Aunque ella no era psicóloga y entendía poco sobre el comportamiento humano, era evidente que Jonathan ocultaba más de lo que les había contado sobre este lugar y su trabajo.

Ahora que lo pensaba, era muy extraño desde el principio que un investigador fuera solo a buscar el tren que no había llegado en primer lugar. ¿No había gente capacitada como guardias de seguridad para eso? Cuanto más pensaba en ello, más sabía que no debía confiar demasiado en Jonathan.

"Señorita Rebecca, si puede sacarme de aquí de manera segura, podría encontrar una manera segura de salir del bosque e informar a las autoridades pertinentes sobre este lugar. Si me pregunta, bombardear todo este lugar sería la mejor opción para evitar el la infección se propague a la ciudad", dijo Jonathan con una sutil sonrisa en su pálido rostro, sorprendiendo un poco a Rebecca.

"¿Es esa la única manera?" Billy, que estaba al frente, se detuvo y miró a Jonathan, que los seguía por detrás.

Al escuchar esto, Jonathan asintió y dijo: "Aunque es muy poco probable que suceda, las cosas realmente podrían salirse de control si la ciudad sufre porque este virus se propaga tan rápido como el humo. No solo la ciudad, tal vez todo el país sufriría mucho". esta nueva amenaza, que es la contaminación."