Más allá del sueño: sobrevivir a mundos infernales

#10 Soy sólo un humano que quiere sobrevivir

#10 Soy sólo un humano que quiere sobrevivir

"¿Estoy muerto?" Ese fue el primer pensamiento de Jonathan al sentirse flotando en aguas frías, pensando sólo en sus padres. No temía a la muerte ya que era una parte natural de la vida; lo que temía era dejar atrás a sus padres.

El recuerdo de perder a uno de sus mejores amigos quedó grabado en su mente luego de dar el pésame a sus padres. Sufrieron tanto que se quitaron la vida unos días después. Fue entonces cuando Jonathan supo que un padre nunca debería presenciar la muerte de un hijo.

Estaba bien viviendo su vida, queriendo alcanzar nuevas metas, pero incluso si no lo lograba, estaba bien con lo poco que tenía. Al comprender que cada vida exige cosas diferentes para sostenerla, se sintió cómodo con las exigencias para mantener su vida y no estaba enojado con su vida en absoluto.

Pero morir de esta manera era algo que detestaba. No quería ser olvidado en este mundo que podría ser sólo un mal sueño. Maldita sea, eso es lo que más anhelaba desde que mató al primer zombie con un arma que solo había visto en películas.

Su corazón en ese momento latía como un tambor; podría jurar que ver esa sangre oscura, parecida a la tinta, era algo que nunca quiso ver en la vida real. Ver un cadáver sin vida es extraño; esa sensación de vacío es tan asfixiante que preferiría no haberla sentido nunca. Cuando uno piensa que detrás de ese cadáver había toda una vida y que ahora no había nada, es cuando sientes profundamente que la vida es frágil.

Jonathan no sabía dónde estaba ni cómo había llegado hasta aquí; sólo quería sobrevivir porque la muerte le parecía tan real y aterradora que no podía morir. Si es como en las películas, necesitaba superar todo lo que tenía delante y nunca dar un paso atrás. Sólo entonces podría volver a su realidad; sólo así podrá volver a ver a sus padres.

"Jonatán..."

Jonathan, que se sentía profundamente entumecido, escuchó una voz que lo llamaba. Estaba a punto de cerrar los ojos y dormirse, lo cual era muy extraño. Tenía sueño, pero una parte de él le decía que tenía que levantarse y luchar contra todos para sobrevivir. Era consciente de que si cerraba los ojos no los volvería a abrir, pero aun así quería dormir.

"¡¡¡Jonatán!!!" Esa voz femenina volvió a gritar.

Justo cuando Jonathan estaba a punto de quedarse profundamente dormido, solo hicieron falta unos segundos más para no volver a despertar. Pero cuando recordó vívidamente esa sensación de terror, abrió bruscamente los ojos y se llevó las manos al pecho porque su corazón latía tan rápido que pensó que se detendría en algún momento.

"¿Ganamos?" Preguntó Jonathan mientras miraba sus manos vendadas y su visión borrosa pronto se estabilizó. Vio a Rebecca agarrándose de su brazo y cuando escuchó su pregunta, asintió.

"Lo hemos derrotado..." Rebecca sonrió levemente y dijo: "Aunque debería protegerte, al final lo hiciste; te debo mi vida".

Al mirar el ciempiés muerto a unos pocos metros de él, Jonathan sintió un dolor agudo en la cabeza y trató de sostenerlo, pero Rebecca lo detuvo y dijo: "Te he dado primeros auxilios. No Ten las cosas que hubiera querido, pero al menos todas tus heridas están vendadas".

Al escuchar esto, Jonathan se recostó, se sostuvo el pecho con la mano derecha y trató de estabilizar su respiración para controlar esos latidos de su corazón acelerado. Sabía que estaba a punto de morir, esa sensación de tranquilidad en realidad lo aterrorizaba, pero ahora que despertó se sentía feliz de haber sobrevivido.

"Estás despierto, descansa por ahora, yo me encargo de las cosas..." Billy apareció a lo lejos sosteniendo un rifle que había conseguido de quién sabe dónde y una escopeta.