VIII

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—¿Pasó algo con tu abuelo? —preguntó la madre de los chicos, pero no obtuvo respuesta— ¡Milán contesta!

Sofía al ver que su hermano no decía nada le sacudió el hombro para que reaccionara.

—¿Pasó algo con el abuelo? —preguntó la niña en voz baja, temerosa de la respuesta.

—El abuelo está bien, es... Es la hermana de María. —dijo más para su hermana que para los demás. —Papá acelera, por favor, es urgente.

Sofía no entendía nada, ¿qué le había pasado a la mamá de Elías? ¿Elías estaría bien?

El padre de Sofía aceleró tanto como pudo y llegaron al hospital en cuestión de unos minutos. Milán y Sofía fueron los primeros en bajar del auto, mientras que sus padres iban a buscar un lugar para estacionar. Al entrar al hospital Milán llamó a María para avisarle que ya estaban allí. Al cabo de unos minutos la mujer apareció con una apariencia lamentable, sus ojos estaban rojos de tanto llorar y su nariz también, tenía su lindo cabello amarrado en un moño que ya se estaba soltando.

Milán corrió a abrazarla nada más al verla llegar. Luego de esto, ambos adultos trataron de disimular la tristeza en su rostro, pero la niña seguía sin enterarse de nada.

¿La madre de Elías estaba mal? ¿Por qué no veía a Elías por allí?

—María, ¿dónde está Elías? —la niña se atrevió a preguntar y María arrugó los labios, se mantuvo unos momentos en silencio antes de por fin hablar.

—Elías está durmiendo.

La niña lo entendió, se había quedado en su casa descansando y así que se quedó tranquila.

Paredes BlancasWhere stories live. Discover now