Ten. Inicio del espectáculo

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Jimin siente que ahora su trabajo es mucho más sencillo. Namjoon lo usa en situaciones más específicas. Entre ellas, pocas son junto a Junghwa. Él se ha mantenido ligeramente apartado, manejando como mejor se puede las relaciones con Corea del Norte. Al mismo tiempo, con Hongjoong y compañía haciendo parte del trabajo, Jimin tiene tiempo libre.

Jihyo, Momo, Chaeyoung, Leeseung, Matthew y Wonho deben entenderse con alguno de los siete ayudantes de Namjoon. Haber subido el número trajo más de una risa al respecto. Es como si Namjoon no resiste la ganas de tener más éxitos. Aunque se puede notar que ninguno es igual es especial o bueno que Jimin y Hoseok.

Ellos sobresalen. No solo por sus formas de ser tan extravagantes, sino también la obvia diferencia. Hongjoong y compañía jamás podrían hacer las maniobras tan arriesgadas que Jimin y Hoseok sí. Pueden considerarlos directamente un arma secreta y pretenden seguir de parte de Namjoon. Así, esas armas secretas serán una ayuda cuando sea necesaria.

Poco trabajo nos significa precisamente no tener trabajo. Lo único bueno, es que no tiene que llevar a Hoseok con él y en esta ocasión, él está quemando un lugar importante en el centro. Nada que le importa. Luego se enteraría que incluso ASCAR fue a perseguirlo por culpa de esa tontería. Mientras Hoseok se divertía, Jimin, desgraciadamente, tiene que lidiar con Junghwa de nuevo.

—Esto es muy aburrido ¿Por qué tengo que estar aquí? —reclama Jimin, colgado cabeza abajo en una baranda. Junghwa levanta una ceja.

—Antes de darme cuenta, no tendrás ningún hueso dentro del cuerpo.

—Eso sería espectacular. —Jimin sonríe amplio y emocionado ante la idea. no tendría que preocuparse por las rejas. Si sus huesos se aplastan, podría aplastarse un poquito y entrar sin problema. Junghwa rueda los ojos.

—Tienes que estar aquí porque este cargamento es muy grande. Hay una larga variedad de personas que buscan esto. Incluido el gobierno—informa Junghwa y Jimin saca los labios. Pintados de rojo y los ojos con voluminoso trabajo de sombras que los hacen ver más afilados. Su ropa negra, pero ajustada y adornada. Es más un traje de noche que un traje para una misión. Junghwa ya ha visto sus piernas y ropa interior—. Debes matar a cualquiera que intente hacerse paso. Es todo. Nada complicado. Ni siquiera para ti con la poca cabeza que tienes.

Jimin baja de donde esté, aterrizando en sus manos e impulsándose atrás, acabando de pie en sus botas de plataforma. Se acerca a Junghwa, balanceando su cadera de un lado a otro, buscándole la mirada una vez está de frente a él.

—No creas que soy estúpido... Si lo fuese, Namjoon no me enviaría a estos bodrios. —notifica con una leve sonrisa en los labios. Junghwa bufa, despectivo.

—Dudo mucho que te tenga por intelecto, todos sabemos por qué te tiene en realidad.

—Porque le gustan los gatos—burla Jimin inclinando la cabeza—. Porque le gusta trabajar en mí cuerpo de todas las formas posibles—Añade con una mano en su pecho—. Y porque soy irremplazable... en diferencia a ti. —concluye en un susurro, tomando al pistola con su otra mano.

Junghwa lo percibe, pero no se puede lo suficientemente rápido para evitar que Jimin lo puente bajo la mandíbula. Jimin se ríe, dejando la pistola caer y de su manga desliza el cuchillo, lanzándolo atrás.

—Que idiota, pensó que no lo escuche. —mofa Jimin divertido y encarando toda el desembarco detenido, culpa de la gente que llegó.

Todos apuntan hacia ellos con sus armas, advirtiendo alguna cosa que Jimin no comprende del todo. Los norcoreanos hablan un poco extraño en su estima. Se agacha, cuenta cuantos hay y cuando uno se acerca, estirando su mano para cogerlo y apresarlo, Jimin lo toma del brazo, torciéndolo sin problema y poniéndolo de escudo delante suyo. Los disparos impactan con el cuerpo y él aprovecha del arma ajena para disparar a todos quienes estén al descubierto.

Black Cat | KookMin || BOOK 2#Donde viven las historias. Descúbrelo ahora