Thirty-Five. Perro en apuros

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Jungkook rompe la pared de un puñetazo. Jimin toca el auricular dentro de su oreja, dejando que Jungkook empiece con la destrucción. Él sabe muy bien que hacer. No necesita guiarlo de forma exacta—. Leeseung, bebé, estamos en un pequeño problema.

— ¿¡Los descubrió!? ¿¡Jungkook rompió algo!?

No. Nos descubrió de alguna forma. Estaba esperándonos por lo que parece—Jimin se recuesta en el muro. Sacude la cabeza, aturdido por el dolor que le genera el magnetismo del unobtanio. Siente ganas de vomitar y que le cuesta mantener la consciencia—. Envía gente, haremos lo posible por alejarlos de aquí y que tomes la mercancía.

—Entendido. Voy en camino. Llegaré en diez minutos. Llevo gente de más en caso de que haga falta.

Jimin asiente y apaga el comunicador. Toma un profundo respiro. Empieza a considerar que debería priorizar alejarse para no sentirse afectado por el unobtanio. Al mismo tiempo, quiere completar su transformación corporal lo más pronto posible. Ya ha esperado lo suficiente para eso. También es el acuerdo al que llegó con Namjoon.

Si quiere que funcione de manera apropiada, Namjoon tendrá que cargar a su propia cuenta esta clase de inconvenientes.

Logra despejar su mente lo suficiente para entrar. Jungkook se ha hecho paso de forma muy eficaz y buena, aunque no quita que ahora está teniendo problemas con las balas y misiles de mayor calibre. No porque lo lastimen precisamente, sino que no puede permitirse que le den en la cabeza o en el pecho.

Están muy lejos del laboratorio de Namjoon. Sería riesgoso ponerse en una situación de vida o muerte sin la capacidad de remediarlo. Jimin lo usa de parada momentánea—. Apenas termine con los que tienen las armas de calibre grande, quiero que vayas directo por Junghwa.

Jungkook asiente y Jimin se acuclilla, corriendo a cuatro patas para eludir la balacera que, por obvias razones, va a la cabeza de Jungkook. Muy alto para atinarle. Corta la garganta de uno con las garras, los otros caen por disparos en la cabeza y pelear con cuchillos.

Se siente... mal.

Hay algo que va mal.

Lo puede percibir.

Gracias a la última mejora que Namjoon le hizo, una especie de instinto animal que ahora, puede definir con ligera proximidad lo que es bueno o malo de enfrentar. Gira bruscamente la cabeza, notando que Jungkook hizo lo que pidió, pero Junghwa lo apunta con un arma que luce enorme. La reconoce y por ello, se apura en ir tras él.

Jungkook elude el disparo solo por Jimin, que en el camino lo empujó y ahora, salta sobre Junghwa. Tose y trata de romper el arma con las manos, pero no es posible. Sus fuerzas merman. Su visión se dificulta. Junghwa sonríe creído, mantiene el armatoste enorme con una mano y con la otra, apunta a Jimin al cuello con una pistola de inyección. Jungkook define el líquido como morfina—. Cuando no tienes todo ese Altered funcionando, te vuelves tan torpe.

Jimin aprieta los dientes y aunque dobla el metal lo suficiente para impedir que vuelva a usarla, el sedante casi le da en el cuello. Jungkook lo evita, cogiendo la pistola en su mano y destruyéndola de un solo apretón.

Toma a Jimin y corre en el otra dirección, siendo perseguido por el grupo. Aun si no sabe qué era el objetivo, pues Jimin no le dijo, es lo único que se le ocurre para dejarlo asegurado.

Está mal.

Lo siente mal.

Está muy débil.

Debe ponerlo a salvo.

Jimin sacude la cabeza, habiendo cobrado un poco de distancia, tiene el pensamiento más claro, pero sin todos sus reflejos. Contiene el aire, tensando todo el cuerpo de forma terrible y hasta dolorosa para él mismo. Jungkook se espanta al inicio, considerando demasiado escandaloso y brusco el movimiento.

— ¡POR AQUÍ NO! —chilla Jimin, retorciéndose en el agarre de Jungkook, que mira alrededor ¿Hay algo? No ve nada. El suelo bajo suyo se mueve para su espanto y acaba tirando a Jimin hacia la derecha. El Altered gira y se consigue poner de pie, sin tambalear demasiado. Vomita, el suelo abierto y teniendo una jaula que se cierra en torno a Jungkook y los barrotes, hechos en su totalidad de unobtanio.

—Parece que han mejorado un par de cosas con los años—comenta Junghwa. Jungkook no puede mover los puños. Balbuceando con los ojos abiertos de par en par. Demasiado magnetismo en torno a él que simplemente lo idiotiza, lo vuelve incapaz, quedando sentado en el suelo, flojo y babeándose por no poder cerrar la boca—. Me pregunto si él vale lo mismo que tú—Da golpecillos a la jaula y sus trabajadores apuntan a Jimin, que se apoya en un árbol que hay junto a él—. Después de todo, el trato que tengo es venderte a ti, no a él. No tengo información sobre este en específico.

—Hablas muchas estupideces ¿Por qué hablas tanto? —queja sin aire. Jimin trata de enderezarse, pero su cabeza se siente como un revoltijo desagradable, imposible de arreglar. Mira hacia Junghwa, sin poder enfocarse en él del todo.

Muy borroso.

Muy distorsionado.

—Mi perro... dame... a mi perro... —exige Jimin sacando las garra y rasguñando el tronco. Junghwa da un vistazo a Jungkook, que cabecea y está a poco de caer recostado por falta de fuerza en todo su cuerpo.

—A menos que tengas una buena oferta para hacerme y que te lo dé... No va a pasar—informa Junghwa cruzado de brazo y Jimin toma profundos respiros—. Te voy a ser franco: no me interesa tanto él. No es naturalmente ingenioso como tú. Es solo una bola de demolición. El ladrón y estratega, es el gato, no el perro—señala aquel detalle y Jimin cierra los ojos un momento—. Tal vez lo suelte si decides venir fácilmente y no quéjate demasiado.

—Dame... a mi perro... ¡DAME...!

El tiroteo los interrumpe. Junghwa silba y el helicóptero se levanta, llevándose la jaula. Leeseung llega hasta Jimin, recogiéndolo para que no caiga al piso. Junghwa se marcha a prisa en un auto que recibe algunos disparos, pero nada que lo detenga por desgracia. Leeseung maldice entre dientes ¿Cuándo Jimin ha tenido fiebre? Esto es imposible.

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— ¿Quiere venderlo?

—Es lo que puede entender de toda la conversación. Aunque no me extrañaría que sea el caso... debe tener algún aliado dentro del gobierno y lo estuvo probando todo este tiempo—Jimin se mantiene una bolsa de hielo pegada a la frente y resuella cada tanto. Bam por un lado lloriquea, echado sobre una camisa de Jungkook. El novio de su dueño volvió, pero su dueño no ¿Por qué no está aquí? —. Eso explicaría su empeño en probar cuán útil era.

Eso no me explica cómo es que sigue vivo—recrimina Namjoon y Leeseung encoge de hombros. Tampoco tiene idea. No es parte de que trabajo investigarlo o descubrirlo. Lo mejor que tiene, es que seguro tiene alguna explicación a través de Yoongi y Agust, Mad King—. Se como sea, vayan a recuperar a Jungkook pronto. No me agrada la idea de que esté en manos de cualquier otra persona ¡Si lo examinan podrían replicarlo! No quiero replicas baratas por ahí.

—Hay un solo problema con eso—notifica Leeseung y señala a Jimin que resuella, tendido en el mesón del comedor—. No se puede mover bien. Ni siquiera funciona. Los niveles de unobtanio que tienen reunido son muy altos y le hacen un desastre en la cabeza.

Eso puede solucionarse—Namjoon se inclina a un lado—. Jimin, colócate el doble de inyecciones a las normales—El Altered le dirige una mala mirada—. De esa forma, el magnetismos será menos fuerte y podrás hace lo que quieras... ¿Recuerdas esos repuesto para los guantes de Jungkook? Pónselos todos. Apenas estés cerca de él, debes usarlos en él. Así podrán salir de dónde sea que estén. Unobtanio o no... hablando de eso ¿Lo consiguieron?

—Alrededor de un sesenta por ciento.

Bien—celebra Namjoon—, lo siguiente es Jungkook entonces. Todo tuyo. Es tu perro y debes cuidarlo ¿Te acuerdas?

Jimin golpea la mesa y se levanta de mala gana. Por supuesto que se acuerda y lo sabe. Lo único que estuvo esperando, era una solución para ir por él y no morirse en el intento. Quiere vivir con Jungkook, no ser patético de dejarse balacear apenas un pie adentro. Leeseung da un suspiro agotado. A veces Namjoon pide demasiado.

Debería mandar al menos un refuerzo o—. Matthew envió las armas que le pedí. Úsalas y ayúdalo a escapar de ahí entero.

V-vale... 

Black Cat | KookMin || BOOK 2#Donde viven las historias. Descúbrelo ahora