Twenty-Eight. Pequeña trampa para el gato y el perro

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Aun no hay señales de Mad King.

Necesitan información a como dé lugar.

Y a Namjoon se le ocurrió la brillante idea de interrogar a supuestos empleados de Mad King. Al menos son personas que estuvieron cerca de él. Es lo único que tiene. El problema es que deben infiltrarse en una prisión. Más específicamente Jimin y Jungkook. Hoseok es el encargo de que nadie pase, que nadie moleste en tanto Jimin saca la información. Como de costumbre, Jungkook es la intimidación, es la fuerza.

Todo iba bastante bien. Jungkook considera que podían tener la información relativamente pronto. Ninguna de las dos mujeres a las que deben interrogar están muy drogadas o tienen opciones. Menos con la masacre que hizo en torno a ellas a propósito. Tal como Jimin le ordenó que hiciera.

El punto de la misión... se fue a la mierda.

Jungkook lo detecta mucho más rápido que Jimin y Hoseok. Quienes caen como peso muerto debido al gas somnífero disparado a presión por toda la presión. Carga a Jimin y luego a Hoseok, activando los guantes en sus brazos. Si da un salto los suficientemente fuerte, podrá salir por el techo.

Jimin y Hoseok no resisten sedantes. Son capaces de despertar después de una hora de haber sido contaminados, pero no quita la hora de vulnerabilidad. Es la única ventaja a medias. No es una ventaja ahora mismo, aquí y ahora, donde los quieren atrapar, desconoce la razón. Gira bruscamente hacia los soldados que se acercan con trajes herméticos y máscaras que los protegen del sedante. Apuntan con sus arma y Jungkook estima que puede con ellos. Seria cuestión de dejar a Jimin en alguna de las celdas.

El cristal resistirá los disparos. Él puede aguantar el gas. También las inyecciones hasta cierto punto. Será hasta poder escapar. Si logra ir afuera, dejar a Jimin y Hoseok en una zona segura, se da por servido. La velocidad de su mente se detiene ante la amenaza.

—Si no quieres que se mueran, vas a quedarte donde estás.

Gruñe, animal y salvaje. Rabioso a quien aparece apuntando. Huele extraño ¿Unobtanio? Jimin no aguanta esa cosa. Se pone débil, se marea, vomita, lo odia. Eso podría hacerle daño.

No, huele más parecido a-

—Esto tiene una dosis enorme de Haegum —Jungkook aprieta los dientes. Namjoon fue muy enfático: no pueden consumir eso. De ninguna forma. Jimin podría explotar si deja que eso entre en contacto con él. El más mínimo roce—, y a menos que quieras explotar y ellos también, quédate... quieto...

Ruge con fuerza, dando pisotones enojados, pero manteniéndose donde está ¡NO PUEDE ARRIESGARSE A DEJAR QUE JIMIN MUERA! O hacerlo él mismo ¿Y si lo deja solo? Podrían apoderarse de él y eso, es incluso más imperdonable. Lo mantiene abrazado hacia sí mismo al igual que Hoseok, gruñendo y amenazando que no pueden tocarlos.

—Bueno, ya que insistes en esto... acompáñanos. Sin nada extraño. —Advierte el tirador, dándole golpes con la pistola.

Para nada, asustado y aterrado se echa atrás por el rugido que Jungkook le da en la cara, habiendo tomado el arma con los dientes y roto de un mordisco. Los demás tragan duro, sin acercarse más de lo necesario. Jungkook se mueve a donde le piden, tranquilo y sin variar su agarre en el par de Altered.

Lo bueno por una parte, es que Jungkook sabe que tienen rastreadores. Será cuestión de tiempo para que Namjoon se dé cuenta y se digne a hacer alguna cosa por su cuenta. Por primera vez en su maldita vida.

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Lo separaron de Jimin.

Se atrevieron a separarlos.

Black Cat | KookMin || BOOK 2#Where stories live. Discover now