Cielo en llamas

CAPÍTULO 12

Isabella subió fúrica a la oficina de Massimo.
Abrió la puerta de golpe, lo cual tomó por sorpresa al hombre.

–¿Qué diantres acaba de pasar allá abajo? —cuestiono irritada.

–No sé de qué me hablas —miró para otro lado fingiendo no saber del tema.

–Si crees que la cena del otro día te da el derecho para meterte en mi vida, acosar a mis amigos para que te inviten forzosamente a un lugar donde claramente no estás invitado, lamento informarte que no, esa cena no fue una invitación a que seas tan entrometido —dijo irritada.

Massimo dejó de sonreír, se puso de pie, caminó hacia Isabella, quedando a unos pasos frente a ella.

–¿Qué harás el sábado? —su voz sonaba seductora.

–Nada que sea de tu interés —respondió bruscamente.

Él sonrió y dio un paso más hacia delante, quedando a solo centímetros de Isabella, quién no retrocedió.

–Es mi turno de invitarte a cenar —dijo en voz baja.

–Y qué te hace pensar que voy a aceptar tu invitación.

–Mírame, ¿Quién podría negarse a mi compañía?

–No puedo creer tu nivel de arrogancia; limítate a hablarme solo para asuntos laborales.

Ella dio la media vuelta, tomo el picaporte para abrir la puerta.

–Una actitud muy grosera para con alguien que te salvó de tu ex, ¿no crees?.

Isabella soltó el picaporte, dio la vuelta enfadada y se dirigió hacia él.

–Te lo dije esa noche, pero te lo voy a volver a repetir porque parece que no quedó claro, agradezco mucho lo que hiciste por mí, pero si eso te hace creer que obtendrás algo más de mí o que voy a tolerar tu arrogancia, tu egocentrismo y tú nefastes creo que estás muy equivocado. —aclaró severamente.

–Solo es una cena, nena, no quería acostarme contigo, no te preocupes —la miró de arriba abajo, dio media vuelta y volvió a sentarse en su escritorio, dejando a Isabella con una cara de indignación.

Ella se dirigió hacia la puerta para ahora sí salir del despacho.

–El sábado a las siete —exclamó Massimo en voz alta sin mirarla.

<<Qué demonios se cree, es un maldito arrogante, egocéntrico, narcisista, me exaspera>> pensó Isabella mientras tomaba el elevador para ir a su oficina

<<El sábado es la noche, tengo que acabar con esto de una vez por todas>> dijo Massimo para sus adentros cuando Isabella salió del despacho.