𝖼𝖺𝗉. OO7 | 𝐅𝐀𝐔𝐋𝐓

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"Tus sentimientos son válidos, aunque no puedas explicarlos o entenderlos. No pasa nada por no tener todas las respuestas. Tómate tu tiempo, sé amable contigo mismo y concédete gracia".

︵‿

Evan ascendió las escaleras con el cuidado pedido por su hermano, aunque se sentía un tanto fatigado. A pesar de que el cansancio amenazaba con abrumarlo, la idea de recostarse y dejar que sus párpados se cerraran era imposible. Sus párpados parecían plomizos, pero el sueño se le escapaba. Se enfundó el pijama y se cepilló los dientes antes de ingresar a su habitación con discreción, deslizándose bajo las sábanas con cuidado. No podía explicar por qué se resistía a cerrar los ojos; tal vez creía estar viviendo un sueño despierto. Era como si algo en su interior le advirtiera que no bajara la guardia ni se entregara al sueño.

Aun siendo de esa manera, Evan no lograba encontrar una razón válida para mantenerse despierto. Su mente era un lienzo en blanco, sin pensamientos que lo mantuvieran 'despierto'. Aun así, su expresión delataba su deseo genuino de dormir; después de todo, detestaba levantarse sintiéndose cansado por las mañanas.

Con un gesto brusco, se bajó de la cama, tirando las sábanas mientras buscaba algo que pudiera distraerlo en su habitación. Entre sus pertenencias, encontró un libro. Lo miró con desdén, pero decidió que al menos eso podría ayudarlo a pasar el tiempo. "Ricitos de Oro". ¿En serio? Su memoria podía ser malísima, pero si alguien le preguntaba, al menos recordaba de qué se trataba.

Evan se acomodó en la cama, dejando encendida la pequeña lámpara mientras abría el libro y comenzaba a leer con parsimonia, deseando que el tiempo avanzara más rápido. La historia era tan simple como predecible: una niña que entraba en la casa de unos osos y manipulaba lo que no le pertenecía.

Era evidente que la moraleja era la lección de que no se debe tomar ni tocar lo que no es propio, sin permiso. Después de terminar de leer, dejó caer el libro sobre su rostro, tratando de encontrar algún significado más profundo que pudiera al menos distraerlo de su aburrimiento.

—  Una lección de vida... — murmuró para sí mismo, dirigiendo su pregunta al aire.

...

"Dime, Elizabeth, si la lección de vida de esa historia es no tomar ni tocar lo que no es nuestro, ¿por qué la vida se lleva a las personas que amamos? ¿Es porque no nos pertenecen como tal? La idea de que la vida pudiera tener un juicio sobre quién merece o no merece la compañía de aquellos a quienes aman..."

Evan reflexionó sobre la pregunta que había hecho en su mente. repitió en voz baja, dejando que las palabras flotaran en el aire de su habitación. Se preguntaba si había sido capaz de responder a la pregunta planteada por sí mismo.

Sin embargo, la respuesta no llegaba fácilmente. ¿Era cuestión de merecimiento? ¿O había algo más allá de nuestro control que determinaban el destino de las personas que amamos?

A veces, las preguntas más profundas no tienen respuestas sencillas.

︵‿

Es sorprendente cómo el mundo parece ser injusto con las personas más buenas. Me pregunto por qué ocurre esto. ¿Están pagando por los errores de otros o simplemente están siendo desafiadas para que no se rindan fácilmente?

A pesar de todo, es difícil encontrar a alguien que realmente busque el odio.

 Al menos pensaba así en aquel entonces.

A veces, la culpa no recae tanto en la vida misma, sino en las personas que la conforman. La maldad inherente en algunos individuos puede desencadenar situaciones difíciles de comprender.

︵‿

Evan logra conciliar el sueño poco tiempo después, pero se despierta temprano. Con cuidado, se frota el ojo para evitar ver borroso. Se estira con cuidado y se levanta de la cama. Aunque el sol apenas asoma, proyecta una pequeña luminosidad. Evan sale de su habitación, se lava los dientes y se enfrenta al espejo.

¿Te recuerdo? | Cassidy x Evan ⮚ FNAF AUWhere stories live. Discover now