What I expect from you

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Su vida siempre ha sido un poco ocupada, no siempre puede salir sin antes tener su habitación ordenada o la cocina reluciente. Asímismo como ayudar a sus pequeños hermanos a estudiar o jugar, realmente los amaba. Pero algo que le apasionaba, era salir a patinar o salir a las calles con sus amigos sin importar la hora o el lugar, aun era menor para salir solo o estar en la calle. Sus padres fueron demasiado liberal con él por el hecho de ser responsable en casa y la escuela. Sin embargo, no siempre tenía aquel beneficio de irse como un vago y no volver hasta tarde.

—Tuenes que quedarte a cuidarlos. Tu hermano tiene clases hasta tarde, yo y tu padre saldremos por un pequeño cambio de horario...

Su madre comenzó a hablar mientras bajaba las escaleras con Abraham detrás suyo con un rostro adormilado.

—Entonces, te encargó la comida, la cocina y sala.

También las habitaciones de Laura y Luis-.

Se detuvo en la entrada de la casa mirando a su hijo con los brazos cruzados, parecía no entender nada.

—¿Entendido? Nada de salidas de casa por ahora.

Abraham asintió con algo de pereza. No tenía buena mentalidad de lo que pasaría durante el día.

Finalmente su madre se despidió de sus hijos antes de dejar la casa. Claramente sabía que sería todo un desastre y que no limpiaria hasta tarde.

No tardó mucho para que se escuchara las voces de sus hermanos pequeños.

- iTengo hambre!

- ¿Donde esta Ray?

- ¿Puedes hacer pan francés?

Su cabeza daba vueltas, no sabía a quien ponerle atención. Almenos agradecía que Kamila seguía dormida en su habitación por desvelarse la noche anterior.

—¿Por que no miran la tele mientras yo hago desayuno -. Explicó con una sonrisa. —Ray esta en la escuela.

Advirtió a su hermano menor mientras lo sentaba en el sofá mientras él pequeño hacia un pequeño puchero con sus labios.

Prendió la televisión dejando una película infantil.
Todos los menores se quedaron embobados con la televisión.

Abraham suspiro antes de irse a la cocina y comenzar a preparar el desayuno, ya tenía un poco más de experiencia, siempre le gusto cocinar desde que su hermano mayor le enseño, era entretenido mezclar los ingredientes en un sartén para preparar algo rico para sus hermanos menores.

El olor del pan y la miel comenzó a florecer por la cocina llegando a las pequeñas narices de los menores, claramente llamando su atención. En cuanto escucharon un "a comer" de su hermano mayor, no dudaron en correr al comedor listos para disfrutar de la deliciosa comida de su hermano mayor.

- Coman todo, no hagan desastre. Iré por Kamila- . Sonrió con amabilidad mientras subía las escaleras.

Sabía lo difícil que era despertar a alguien con el sueño pesado. Era algo difícil, la pereza era demasiada, algo que lo complicaba bastante.
Entró a la habitación de su hermana menor en silencio antes de sentarse en la cama intentando despertarla.

Susurraba a su oído con una voz gentil, esperando a que despertara, no importaba lo difícil que sería, ya estaba bastante acostumbrado.

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Las niñas jugaban en el patio trasero mientras que Kamila miraba una serie junto a Abraham.

—Abraham, tengo sueño─. Murmullo Luis sintiéndose acurrucado contra el regazo de su hermano mayor.

—Duerme, no pasa nada.

Sonrió sabiendo que su hermano tenía varios miedos al dormir. Siempre sentía ternura por él, era tan pequeño e indefenso con sus palabras y acciones.

Minutos después de escucharon los gritos de Daniela por el patio.

- ¡Abraham! ¡Abraham! Laura se manchó otra vez de tierra. No quiere meterse—. Acusó a la pequeña sintiéndose frustrada por no tener éxito en su pequeño trabajo.

- Ya voy, cuida a Luis. Quiere dormir.

Se levantó dejando al pequeño en el sofá quien ya estaba plácidamente dormido.
Se dirigió hasta el patio trasero encontrándose a la gemela de su hermano jugando con la tierra.

Aveces le impresionaba lo diferentes que eran siendo tan iguales.

—¿Estas haciendo travesuras otra vez? No quiero bañarte tan temprano.

Se cruzó de brazos frente a su hermana pequeña, quien tenía su pequeño vestido manchado y sus manos llenas de tierra.

Rápidamente levantó la mirada mostrando sus ojos llenos de ilusión.

—Estoy plantando una flor, mira.

Ignoro las palabras de Abraham dejando ver la pequeña flor mal plantada en medio de un pozo de tierra. Una pequeña risa vino del mayor, no podía regañarla por hacer algo tan inocente.

—Esta bien, no le digas a mi madre. Se enojará-. Levantó a Laura cuidadosamente en sus brazos para entrar nuevamente a la casa.

—Estaré ocupado, no hagan nada que no deben.

Subió arriba para preparar la bañera y ropa para su hermana menor. Dejó pequeños juguetes en la tina antes de lejar caer suavemente a Laura en la bañera. Dejaba que jugará con el agua mientras él la llenaba de jabón por su pequeño cuerpo y shampoo en su pequeño cabeza llena de tierra.

Ambos tarareaban divertidos en el agua. Al final de todo se divertía con sus hermanos, no era tan malo pasar tiempo con ellos. Siempre pensaba eso cuando el los cuidaba, aveces sentía que estaba mejor en casa que con sus amigos o en la calle.