Capitulo 9

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Capitulo 9: Punto y aparte: El fin de una etapa y el inicio de otra.

El dia de hoy... el cenizo enano no tan gritón pero si bien optimista llamado Asta Novachrono, estaba teniendo su primer sueño normal en mucho tiempo.

Era... extraño... se había acostumbrado a tener visiones por sueños, y uno normal, una exageración de sus deseos, era raro para el.

Soñó con su madre, en como había encontrado la espada que podría anular su maldición.

Soñó con Yuna, dónde ella siguió a su lado para ver quien sería el rey mago.

Soñó con Rose, quién siempre estuvo ahí para una buena pelea.

Y... soñó con su padre... que estaba ahí para ver como se le daba el título de "Maestro espadachín del Trébol", y luego el de "Comandante general del Trébol".

Soñó con un padre que estaba ahí para ver todos y cada uno de sus logros, para felicitarlo y abrazarlo con una sonrisa, con un "bien hecho" saliendo de sus labios... dónde no podía evitar llorar... lloró tanto, que despertó.

Sniff... cuando fue la sniff... la última vez que lloré... y es por un sueño... nada más... - Mientras limpiaba las lágrimas de su rostro, el joven cenizo, que no era nada mas y nada menos que un niño de 9 años, un niño que necesitaba el amor de su padre, habló con dolor, se habló a sí mismo, intentando que las lágrimas pararan de caer.

Shhh... tranquilo, hermanito... todo estará bien, todo estará bien - La demonia, Art, su hermana adoptiva, se manifestó única y solamente para consolarlo, flotando para que este alcanzara su hombro, para llorar todo lo que necesitaba.

No deberías verme así... lo siento, Art... perdona a tu hermano mayor... - Esas palabras se formularon entre sollozos, mientras la demonia solo le daba caricias en la cabeza, tarareando la melodía que su madre les solía cantar.

Te entiendo, Asta... yo también extraño a papá... y... nunca me ocultes lo que sientes, prométeme eso... yo siempre estaré ahí para escuchar todo lo que tengas que decir - La peliblanca habló con un tono suave, amable y cariñoso, era como un ángel... debía de serlo... para poder calmar el dolor de alguien de esa forma.

El cenizo siguió llorando por un buen tiempo, hasta que lentamente comenzó a calmarse, sus lágrimas habían empapado el vestido de su hermana, pero a esta no le importó en lo absoluto, sus ojos estaban rojos e hinchados, pero ya se sentía mucho mejor.

Gracias... gracias, Art... lo... lo necesitaba, mucho... - El cenizo habló con un tono aún triste, pero mas tranquilo.

No hay de que, hermanito... no olvides que tu hermanita siempre estará aquí para oirte, ¿está bien? - Ella rió suavemente mientras intentaba animarlo.

Está bien, te lo prometo, Art - Respondió con una leve sonrisa, antes de que la peliblanca desapareciera, no sin antes darle un fraternal beso en la frente, justo a tiempo, porque alguien abrió la puerta.

Veo que estás despierto, Asta - Una voz familiar habló mientras se acercaba, un pelinegro que siempre tenía los ojos cerrados.

¿Morgen? ¿Qué te trae por aquí? - El cenizo preguntó confudido por la visita.

Soy Nacht... - Este respondió con un cara poker.

A... bueno... Nacht... ¿te teñiste el cabello? ¿No era blanco? - Este volvió a preguntar.

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⏰ Última actualización: Mar 07 ⏰

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