Quemarme por ti

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Naiara y Lucas cada vez estaban más juntos, se habían convertido en el pilar fundamental del otro ahí dentro.

Salían a la terraza a tomar café y hablar de la vida, bromeaban todo el día y cuando alguno de los dos estaba mal el otro siempre tenía los brazos abiertos para apoyarle.

Una noche Naiara no podía dormir y no paraba de dar vueltas por la habitación.

- Hey, wachita - susurró Lucas - ¿No podés dormir?

- No, no puedo parar de pensar en todo, no consigo desconectar la mente.

- Vení acá - dijo el uruguayo abriendo las sábanas.

Naiara se lo pensó un segundo y se acercó a la cama de Lucas. Se acurrucó a su lado y Lucas la abrazó desde atrás.

- No te preocupes Nai, descansa y no pienses en nada, hay que vivir el momento, esto se acabará en 2 meses. - El subconsciente de Lucas dijo eso sin pensar en lo que significaba -

A Naiara le confundió lo que dijo el chico. Esta se giró quedando de frente a él.

Lucas se lamentó de la situación en la que se había metido. Podía luchar contra la espalda de Naiara, pero contra sus ojos marrones y su mirada intensa era otra cosa completamente distinta.

- Yo también quiero vivir el momento Lucas, pero es inevitable pensar en lo que hay fuera ‐ susurró casi inaudiblemente -

Naiara llevaba días sintiéndose extraña con la compañía del uruguayo, su conexión cada vez era más fuerte y no podía parar de pensar en cómo se sentía él.

Al principio pensó que esa conexión pararía de crecer en algún momento, como pasó con todos los compañeros, pero parecía que cada día que pasaba iba en aumento y no sabía cómo hacerla parar.

- A veces me gustaría que no pensáramos tanto - comentó el uruguayo mientras la miraba intensamente -

- Pensar está sobrevalorado - dijo Naiara mientras sus cuerpos se rozaban -

Lucas no pudo evitar mirar los labios de la aragonesa. Cuando levantó los ojos y se encontró con la mirada de la morena supo que estaba perdido.

Naiara observó como el chico focalizaba la mirada en sus labios, ella sentía que todo era contradictorio.

Se moría por besarle, pero sabía que no podía hacerlo. Lo consideraba un amigo, pero cada vez que se miraban sentía que lo demás desaparecía, que solo estaban ellos dos.

No tenía ni idea de lo que le estaba pasando.

Podía sentir el fuego que la avisaba de que no debía cruzar la línea, que podía quemarse, pero Naiara no era de las que tenían miedo a las cenizas.

La morena se acercó aún más, el pecho de la chica rozaba el del uruguayo.

Lucas aguantó la respiración rezando porque no pasara nada y a la vez porque pasara todo.

Las llamas empezaron a rozarles los brazos y el sonido del fuego se hizo más presente a medida que se iban acercando. Ese recordatorio de que no debían hacer todo lo que deseaban con ansia.

Naiara salió del trance cuando escuchó a alguien entrar al baño y se separó rápidamente de Lucas.

Por su parte, el uruguayo en lugar de sentir alivio, encontró decepción en su interior.

Sabía que si la hubiera besado, la habría cagado con todas las consecuencias. Y, sin embargo, echaba de menos el fuego que se producía en su interior cuando la morena se encontraba a centímetros de su piel.

- Ehh, gracias por el apoyo Lucas, creo que ya voy a poder dormir - dijo la morena mientras se separaba del uruguayo -

Lucas empezaba a sentir el frío que dejaba Naiara al separarse, pero sabía que lo correcto era que se fuera a su cama.

- Buenas noches Nai - murmuró.

Naiara se metió en la cama con la cabeza repleta de pensamientos contradictorios. A ella no le importaba quemarse, siempre había hecho las cosas sin miedo y no quería empezar a dudar ahora.

Pero la chica no dudaba por ella misma, a ella no le daba miedo el riesgo, dudaba por Lucas y por como podía afectarle a él todo esto.

Al fin de al cabo Naiara sabía que Lucas estaba enamorado de su novia, puede ser que ellos tuvieran una atracción física muy fuerte y que en la academia se intensificara todo, pero no iba a permitir que se arruinara su amistad por un beso.

Si es que eso era todo...

//////////

Al día siguiente, Naiara actuó de manera normal con Lucas, se propuso hacer como si nada hubiera pasado. Técnicamente, no había pasado nada.

Naiara se recordaba que los dos estaban faltos de cariño, ya eran muchos días sin contacto con el exterior y se habían dejado llevar por el momento, pero tenía que recordar que ellos eran amigos.

Lucas, por su parte, estaba confuso. La reacción de la morena le sorprendió pero sabía que era lo más sensato, no podían dejar que todo se fuera a la mierda por un momento de debilidad.

El uruguayo no sabía que le había pasado, solo sabía que quería a Naiara en su vida y que no iba a perderla.

La vida no te pone una persona así en tu camino para que no luches por mantenerla a tu lado.

El uruguayo se dirigió decidido a la cocina en donde Naiara se estaba preparando una tostada y la abrazó por detrás sin decir una palabra.

Naiara sonrió sabiendo lo que le estaba intentando transmitir.

Cuando la morena empezó a separarse del uruguayo, la chica sintió que los brazos del chico la acercaban aún más a su cuerpo.

- No sé que nos pasó anoche Nai, pero te juro que mientras hoy pueda abrazarte, el resto me da igual - susurró Lucas en su oreja -

Naiara se quedó estática, un escalofrío recorrió toda su espalda mientras observaba como el uruguayo le sonreía. Ignoró la extraña sensación que se había instalado en su cuerpo y se limitó a disfrutar de los cálidos brazos que la envolvían.

Durante esos segundos, ambos sintieron que estaban en el lugar correcto, y ninguno de los dos estaba pensando en las paredes de la academia que los rodeaba.

...

¡Hola! Espero que os guste este capítulo. ¡Como autora agradezco muchísimo el apoyo que está recibiendo la historia y pese a que estoy de exámenes intentaré actualizar lo antes posible!

Tengo tantas ganas de ver como avanzará la historia como vosotros.

¡Gracias por leer, nos vemos pronto! ♡

Aún Nos Queda Una Razón || LunaiKde žijí příběhy. Začni objevovat