Capítulo 1

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- Merlina ¿Jugamos? - preguntó la hermosa niña de ojos azules a su mejor amiga quien cabe recalcar, no le estaba prestando atención.

- ¿Ah? - no era que Merlina no quisiera atender a la rubia, sino que aquella pelinegra se sentía perdida en los ojos de la linda y risueña niña.

- ¿Quieres jugar conmigo? - volvió a preguntar la rubia con una mirada suplicante.

- Mm... Está bien.

- Siii, vamos al parque - sin pensarlo Enid tomó de la mano a la pelinegra y la jaló con ella hasta llegar al parque, como ellas vivían en una urbanización tenían el parque al frente de sus casas, lo cual era aprovechado por la niña de 6 años llamada Enid Sinclair.

Enid siempre había sido una persona linda y risueña, Merlina era todo lo contrario a Enid, una niña cerrada, casi sin amigos y gótica, no esperen a que ella vista algo rosa porque primero sería capaz de arrancarse los ojos antes de usar esos colores tan extravagantes que la rubia siempre vestía, sorpresivamente a Merlina no le resultaba desagradable ver a la rubia vestida de esa forma, es más si le preguntaran como se veía su amiga ella respondería que su vestimenta es un vomito de arcoiris, pero agradable a la vista de los demás.

La rubia y la pelinegra se conocían desde el kinder, cuando los Addams decidieron mudarse de estado gracias a que iban a abrir una nueva sucursal en el estado de Massachusetts donde por coincidencia vivía la familia Sinclair.

Los Addams y los Sinclair se llevan de maravilla, Murray; el padre de Enid y Homero; el padre de Merlina, fueron amigos desde el colegio donde conocieron a sus esposas; Esther Sinclair y Morticia Addams, al terminar sus estudios cada pareja lamentablemente tomó caminos separados, Morticia y Homero se mudaron a New York mientras Murray y Esther se fueron a Texas a estudiar, pero al graduarse regresaron a Massachusetts donde finalmente formaron una familia.

Los primeros años fueron los mejores, tanto Merlina como Enid se llevaban de maravilla, sin duda Enid era la única que lograba despertar una pequeña chispa en el corazón de la pelinegra y eso les quedó claro a sus padres cuando un día encontraron a Merlina tomando un vaso de agua, una y otra y otra vez.

- Mi pequeña escorpión ¿No crees que ya has bebido demasiada agua? Ya te acabaste la jarra - dijo Homero viendo a la adolescente de 13 años.

- No padre, no es suficiente. Tengo que hacer que se ahoguen.

- ¿Quiénes? - preguntó Homero tratando de entender a su pequeña.

- Las arañas que están caminando por la boca de mi estómago, son molestas, no me dejan en paz - respondió la pelinegra con irritación, estaba segura que algo le tuvo que haber caído mal como para sentirse así, pero no entendía qué era ya que no recordaba haber comido algo mientras estaba con Enid.

- Mon Cheri - dijo Morticia viendo a Homero con una sonrisa en sus labios - nuestra pequeña está enamorada.

Al escuchar esas palabras Merlina sintió como si le hubieran tirado un vaso de agua en su cara.

- No, madre - dijo Merlina en un tono serio - Estoy segura que es una infección.

- Es Enid ¿Verdad? - la pregunta hizo sonrojar a la pelinegra quien sólo se quedó callada y simplemente se fue a su habitación. Tenía que pensar las cosas con claridad, ella no podría estar enamorada de su mejor amiga y única amiga, no.

Pasó un año y Enid tuvo que ir a la preparatoria, ella era un año mayor que Merlina entonces se tendrían que separar por un tiempo.

Merlina pensó que las cosas seguirían igual que antes, pues la única diferencia era que no se verían en el colegio, pero aún se verían por la tarde en sus casas ¿Verdad?

AceptaciónWhere stories live. Discover now