Capítulo 3

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- Amor, ya llegué - dijo Murray entrando a la cocina quedando sorprendido al ver a la pelinegra ahí - Buenas noches, Merlina.

- Señor Sinclair - respondió Merlina en son de saludo mientras ojeaba el libro de postres de la señora Sinclair y esperaba a que los muffins terminaran de hornearse.

- Huele delicioso ¿Qué es de cenar? - preguntó el hombre mirando con intriga a su mujer quien estaba revolviendo la pasta.

- Pasta con albóndigas y muffins con chispas de chocolate como postre - respondió la señora - Cariño ¿Podrías ayudarme a poner la mesa? Por favor - dijo Esther a su esposo, el cual enseguida captó la orden y empezó a sacar los platos de la alacena.

- Merlina te quedarás a comer con nosotros ¿Verdad? - preguntó el señor recibiendo un asentimiento de cabeza por parte de la pelinegra.

- Mer ya puedes ir tomando asiento si gustas, en un rato ya estará la comida - informó la señora a la pelinegra.

- Está bien, señora Sinclair - respondió Merlina saliendo de la cocina, al final no resultó ser tan mala idea quedarse con la madre de Enid, aunque la pelinegra es alguien de pocas palabras todos los Sinclair saben como sobrellevar su relación con ella y es algo que aprecia mucho.

Unos minutos después casi todos los integrantes de la familia Sinclair estaban en la mesa, sólo faltaba la rubia quien no daba señales de vida.

- ¿Alguien sabe dónde está Enid? - preguntó Murray viendo a todos sus hijos y a Merlina.

En eso se escucha como alguien ingresa a la casa.

- Perdón por la demora - dijo la rubia ingresando al comedor disculpándose por haber tardado más de lo que esperaba y de lo que tenía permitido - Buenas noches, papi - dijo Enid dándole un besito a su padre en la cabeza como de costumbre.

- No hay problema, estábamos esperándote para cenar - informó su madre.

Enid simplemente asintió y se sentó a comer pasando por desapercibido a Merlina quien sólo miraba su plato y jugaba con la pasta, la rubia ni siquiera se había dignado a saludarla.

- Bueno, hoy hay postre, hecho por Merlina y por mí - dijo la señora Sinclair recogiendo los platos de la mesa junto con su esposo. Ahí recién fue cuando Enid se percató de la presencia de la joven Addams en el comedor, pero no hizo nada, sólo se quedó observando a Merlina con detenimiento, luego le hablaría.

- Gracias madre, pero no quiero postre - dijo Enid.

- Son muffins, mi niña, tus favoritos - hablo con confusión la mayor de los Sinclair, no entendía porqué su hija no quería postre.

- Es que ya comí postres con Yoko. Mañana me como estos ¿Si? - dijo Enid y su madre sólo asintió - voy a estar en mi habitación por si necesitan algo - dicho esto la oji azul se retiró de la mesa.

- Hey! Gótica - susurró Ian dándole un codazo a Merlina en su brazo llamando la atención de la pelinegra - ¿Mi hermana y tú se pelearon o algo así?

- Tu hermana es una idiota - fueron las palabras que salieron de la boca de Merlina.

- Oh... bueno ¿Me preguntarás cómo me fue en mi cita?

- Eso es para gente metiche que no sabe qué hacer con su propia vida y tienen que ir husmeando en la vida de los demás, para tu desgracia yo no soy así - dijo la pelinegra dando por terminada la conversación con el hermano mayor de la rubia.

- Ugh, amargada - susurró el rubio tomando una cucharada de su postre - Está delicioso ¿Realmente tú lo hiciste? - Merlina sólo lo ignoro, no quería hablar con nadie. No cuando su mente estaba llena de preguntas sin respuestas.

Enid sólo llevaba tres meses en la preparatoria no era el tiempo suficiente como para que ya se haya olvidado de ella o haya cambiado de la manera tan drástica como al parecer lo hizo ¿Verdad?

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Aprovechando que ahora estoy inspirada aquí les dejo un capítulo más, también actualicé "Arañas = Mariposas" por si quieren ir a leer esa historia.

Hasta la próxima

Byeee

AceptaciónWhere stories live. Discover now