0

3K 181 45
                                    


Pedro Pablo.

-6, 7, 8, 9, 10, ¡listos o no ahí voy!

Exclamó Kenzo y lo escuché subir por las escaleras rápidamente. ¿Dónde me escondo? ¿Dónde me escondo? Pensé empezando a caminar de un lado a otro buscando un buen escondite, moví la cortina más cercana y ahí me encontré con el hijo mayor de Kenzo, Jerónimo, quien me dió un leve empujón y negó con la cabeza. Me di la vuelta y entré a una de las habitaciones, pasé mi mirada por todo el lugar y paré en un clóset.

¡Perfecto! Ahí no me va encontrar. Abrí la puerta y mi mirada se encontró con la del molesto Mosco, quiero decir, Bosco.

-Tenías que ser tú -murmuró cruzándose de brazos.

-Hazte a un lado.

-¿Qué...

No lo dejé terminar, lo empujé y me encerré con él dentro del clóset.

Encerrados en el clóset.

Bosco picoteó mi hombro, iba hablarme, pero escuchamos la voz de Kenzo.

-¡Encontré a Gala! ¡Y a Salo!

-Pedro...

-No, cállate, cállate -tapé su boca desviando mi mirada hacia la puerta.

Yo tengo que ganar este juego.

-Tarado -susurró apartándome de un manotazo- No vuelvas a hacerme así.

Rodé mis ojos y le murmuré un simple "Bueno, ya".

-No, es que tú siempre...

Y aquí va.

Vamos.

Ambos empezamos a discutir y manotear ahí dentro del clóset.

-Pero que idiota eres -señalé, estaba empezando a molestarme.

-Tú más.

-No, tú más, idiota.

Idiota, mil veces idiota.

-Cállate.

-No, idiota, idiota, idiota, idiota -repetí dando varios pasos hacia él.

-Ya, ya cállate.

Bosco evitó que siguiera acercándome, sus manos se posaron sobre mis brazos y me apretó.

-Hey, no me hagas así, idiota.

Ahí todo cambió, me di cuenta que estábamos cerca, muy cerca. Nos quedamos así, mirándonos y... mirándonos.

Ok.

¿Que está pasando?

¿Que me está pasando?

Poco a poco fue soltándome.

¿Por qué estoy sintiéndome así?

¿Tan raro?

Sentí toda mi cara arder, no podía apartarme, no podía apartar la mirada de sus ojos, de sus labios.

tenías que ser tú › bospa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora