tenías que ser tú › bospa.

32 | Nuevo.

               ⊹⠀ֹ⠀

—El lago les va encantar —Esteban iba en el auto con sus tres hijos.

Observó a Bosco, que sonreía y tecleaba rápido en su celular.

Esteban sonrió al verlo y devolvió su mirada a la carretera, la malvibrosa de Ginebra se había largado de viaje con su hermano Mauro y Esteban decidió llevarse a sus hijos a un bonito lago, y pasar toda tarde ahí con Paz y el resto de la familia Roble.

Una media hora después, Esteban se estacionó y bajaron para admirar el lago.

—Dice Salo que ya vienen cerca... —Bosco escuchó la voz de su hermana mayor.

Y en eso, una camioneta se paró junto al auto de Esteban, y todos los Roble bajaron, también Monito, Samara y Kenzo.

—¡Que hermoso! ¡¿Me puedo aventar?! —exclamó Samara corriendo hacia el lago, Salomón la cargó antes de que lo hiciera.

—No, no, no, mi Sam.

—¡Ay! Pero...

—¡Mira, mira! Te llama tu Pazita, corre —señaló Salo y Sam corrió hacia donde Paz.

Pedro Pablo rió y dejó de hacerlo cuando alguien lo abrazó por detrás.

—¡Hey, hey, hey!

Bosco soltó una risita y se puso frente a él, tomándolo de las manos.

—Te extrañé, tanto sin verte —sonrió tocando su mejilla.

—Nos vimos hace como una hora, Bos.

—Fue mucho, Pepa.

Pedro Pablo negó riendo.

—No me quiero separar de ti nunca —le dijo, abrazándolo fuerte.

—Yo tampoco.

—¡Que lindos novios! —exclamó Sam uniéndose al abrazo.

—¡Yo también quiero abrazar a los novios! —gritó Monito y se juntó al abrazo.

—¡Y yo! —y Eder también se les unió.

Gala aprovechó para tomarles varias fotos así.

Bosco y Pedro Pablo se abrazaron y también a los tres niños, quienes se reían y hablaban entre ellos. Bosco dejó de escucharlos, dejó de escuchar todo a su alrededor, su atención estaba puesta en él, su novio, su Pedro Pablo.

—Te quiero —Pedro Pablo leyó sus labios.

—Yo te quiero... más.

Bosco negó.

—No, yo te quiero más.

—A ver... bésense —la vocecita de Samara los hizo reaccionar.

Los demás a su alrededor rieron.

—Que se besen, que se besen, que se besen.

. . .

Bosco se sentó debajo de uno de los árboles, se recargó y observó a las familias jugar con un balón.

—Se les va ir para el lago —Pedro Pablo se sentó a su lado y Bosco lo abrazó por los hombros.

—Es lo que les dije.

Los dos se miraron y sonrieron.

Después volvieron a observar a Esteban, Kenzo, Nandy, Salo, Gala y los niños.

—Tu hermana es buena en esto del fút.

Gala pateó fuerte el balón y esta le dió a Salo en la cara.

Gala se llevó las manos a la boca y vió como su novio se iba para atrás.

Los demás en vez de ayudarlo, se rieron de él.

—¡Perdón! —la chica se disculpó varias veces y se acercó para ayudarlo.

Bosco rió con más ganas, en su cabeza solo tenía la escena del pelotazo.

Pedro Pablo lo miró y sonrió.

Como amaba verlo y escucharlo reír.

_________________________________________

Sin revisar