PRÓLOGO

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—Quiero romper.

Bakugo miraba con una expresión incrédula y totalmente aturdido a Izuku, que frente a él y al resto de sus compañeros de la clase A, estaba rompiendo su relación.

—¿Qué?

—Estoy cansado... ya no te amo.

Katsuki no entendía nada, llevándose las manos a la cara miraba la impasibilidad del peliverde y como sus compañeros comenzaban a murmurar en voz baja.

—¡¡CALLAOS!! —gritó el rubio y se acercó con violencia a Izuku, agarrándole de los hombros —¿a qué viene esto?

—Ya te dije, ya no te amo... ahora me gusta otra persona —Izuku desvió la mirada hacia el grupo de su clase, mirada que siguió también Katsuki que fue directa hacia Todoroki.

Al volver a mirar a Izuku, algo le hizo retroceder, pues la cara del peliverde ahora parecía estar derritiéndose y como otras ocho caras empezaban a formarse, pudiendo reconocer sin problema la de All Might, lo que indicaba que debían ser los portadores.

Fue en ese momento de terror que Bakugo abrió los ojos, encontrándose en la habitación de su casa, hiperventilando, sudando e incorporándose con rapidez mientras con la mano en el pecho, donde una gran cicatriz estaba muy presente, procuraba calmar su respiración.

—¿Kacchan?

Katsuki miro a su lado, Izuku, yacía allí, junto a él, con un ojo cerrado y otro abierto lo miraba y le ponía una mano en la cara.

—Kacchan, ¿Qué pasa?

Katsuki tardó un momento en reaccionar y comprender que aquello había sido un sueño. Izuku se sentó a su lado, asustado por la expresión de su novio.

—¿Kacchan?

Una vez todo se calmó, el ceño del rubio se frunció y con sus puños empezó a frotar la cabeza del peliverde, sacándole unos pequeños gritos.

—¡¡Maldito Izuku, como se te ocurra volver a dejarme en un sueño te mataré!!

—¡¡Ahh!!, ¡¿Kacchan, pero que dices?!

Tras dejar esa pasiva agresión, agarró las mejillas del peliverde mientras este se frotaba la cabeza y lo besó.

—No vuelvas a asustarme así... —dijo el rubio y puso su cabeza en el pecho desnudo del peliverde, el cual no entendía bien, pero abrazó la cabeza del rubio y le besó.

—Te lo prometo.

Habían pasado dos años desde aquel trepidante primer año en la U.A, y ahora tras haberse graduado en la especialidad de héroe, Izuku y Bakugo habían pasado a formar parte de la agencia de Endeavor, y hoy era su primer día como integrantes oficiales.

Sabían que todos sus compañeros habían encontrado agencias en las que trabajar, eso hizo bastante feliz a Izuku, y aunque tampoco le sorprendió saber que Shoto estaría con ellos en la agencia de su padre, le hizo la misma ilusión, pues podría verlo a menudo.

No tardaron mucho en llegar a aquel edificio. Antes de entrar y reflejados en los cristales de la puerta se miraron, ataviados con sus trajes de héroes, algo modificados tras esos años de enseñanza. El de Izuku no había cambiado mucho, seguía siendo verde, con líneas naranjas y había adoptado la capa de Gran Torino, que le regaló tras graduarse. El de Bakugo era exactamente igual, el rubio decía que el diseño de su traje era tan perfecto que no necesitaba cambios.

Una vez chequeados en ese cristal, entraron, para nada mas poner un pie dentro toparse de frente con Shoto, que hablaba con una mujer de pelo verde llameante.

—¡Todoroki-kun! —saludó Izuku, haciendo que el chico de pelo bicolor los mirase y se acercase a ellos.

—Hola, Midoriya y Bakugo, ¿ya habéis llegado?

—¿No ves que estamos aquí? —respondió el rubio cruzándose de brazos.

—Kacchan...

—Veo que sigues como siempre, Bakugo... bien, ¿vamos a ver a mi padre? —dijo encogiéndose de hombros —yo acabo de llegar.

Una vez se reencontraron y mientras atravesaban unos pasillos y subían por el ascensor hasta la última planta, se pusieron al día sobre sus vidas. Al parecer Shoto seguía viviendo con sus padres y sus hermanos, por lo que había pocas novedades, Izuku le contó que ahora Bakugo y él se habían mudado juntos a un pequeño departamento.

—Que bien, así podréis estar solos sin que os molesten... —dijo Shoto recordando algunas veces que en esos tres años en la U.A. había tenido que presenciar algunas cosas.

—Jeje... —Izuku se rascó la cabeza algo avergonzado.

Finalmente llegaron al último piso, donde tras dar unos toques a una puerta y que una voz masculina los indicase que pasasen, entraron en la zona de espera del despacho de Endeavor, donde en una mesa, sentado había un hombre de cabello blanco acomodando unos papeles, que al oír la puerta se levantó y comenzó a caminar hacia ellos.

—Bienvenidos, pas... —el chico se quedó un momento traspuesto mirando a los tres chicos, en especial a Izuku y Bakugo, que también miraban al peliblanco con una expresión de sorpresa absoluta.

—¡¡¿DABI?!! —señalaron Bakugo e Izuku al mismo tiempo señalando al chico de pelo blanco y ojos azules.

—¡¿QUÉ MIERDAS HACEIS AQUÍ VOSOTROS DOS?!





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Y así empieza esta nueva aventura, veremos que les deparan a nuestros aprendices de héroes favoritos.

Un saludo.

Mr. Enxant.

Explosión Verde 2: El Retorno del Discurso Maldito (Bakudeku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora