CAPÍTULO 6 - HERMANOS

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Habían pasado unos días desde su encuentro en aquel establecimiento de comida callejera, y por fin era fin de semana, Iida se encontraba en el baño de su casa, peinándose y mirándose al espejo, pensando en los consejos que le había dado Sero a la hora de vestir, usando unas prendas que habían ido a comprar aquella tarde que hablaron.

Por otra parte, Shoto estaba en su casa, ya vestido para salir.

—Que guapo —dijo Fuyumi al verlo poniéndose los zapatos en la entrada.

—Gracias... hoy es mi cita con Iida —dijo sin inmutar mucho su expresión.

—Vaya careto —dijo Toya a la espalda de su hermana —ni que fueses a un entierro...

—Tengo la cara de siempre... —respondió Shoto confuso.

—Toya, déjale...

Shoto vio como su hermano mayor ignoraba a su hermana, algo que le hizo gracia, y no pudo evitar pensar en sus palabras, iba a una cita, debía estar contento, pero realmente no sabía interpretar lo que sentía. Había aceptado la cita con Iida porque no le pareció mal ir con un amigo a algún sitio, y tras haber fallado su declaración a Izuku dos años atrás, y aunque todavía no había podido olvidarlo del todo, poco a poco estaba empezando a mirar a otras personas.

Su experiencia amorosa no era muy extensa, sin contar de que había sido algo truculenta, pues si se fijaba en la realidad, su primer amor había sido su propio hermano, pero que no podía contarse, pues todo fue obra de un quirk, pero no podía hacer como si todo ese sexo que tuvieron no hubiese pasado.

A lo mejor, su hermano podría ayudarle en este asunto.

—Toya, ¿puedes llevarme al centro?

El peliblanco lo miró alzando una ceja.

—¿A qué viene eso?

—Bueno, ir andando es cansado y así me llevas en tu moto nueva...

Fuyumi y Toya se miraron, era muy evidente que Shoto quería hablar a solas con él; se encogieron de hombros y suspiraron.

—Está bien, espera que vaya a por mí chaqueta y voy, ve al garaje y espera allí —dijo el hermano mayor subiendo las escaleras hacia su habitación.

Minutos después, una moto de color negro y llamas azules surcaba las calles, a los manillares, Toya se inclinaba hacia delante para hacer frente al viento, con su casco de color negro y su chaqueta de cuero; tras él, Shoto se abrazaba a su espalda, para evitar caerse. Estaban en silencio, y estaba empezando a ser incómodo, pues Shoto hacia ademanes de hablar, y eso ponía de los nervios a Toya, que al final no pudo mas.

—¿Me dices ya de una vez que pasa?

—Oh... bueno... ¿puedo hacerte una pregunta personal?

Toya alzó una ceja, confuso.

—Supongo que sí.

—¿Cuándo tuvimos sexo, te gustaba hacerlo conmigo?

La trayectoria de la moto hizo un movimiento brusco, y si no llega a ser por el control del mayor de los Todoroki, se hubiesen estrellado contra un coche, tras eso, aparcó la moto a un lado y se bajó, respirando fuerte y llevándose la mano al pecho, asustado.

—¡¿Se puede saber que dices?! —gritó el mayor.

Shoto, que apenas se había inmutado agachó la cabeza, no quería molestar a su hermano, pero era el único con el que había hecho eso, al menos de forma consciente.

—Es solo que... no estoy seguro de como sentirme en este momento, y creo que si tengo sexo con Iida... podría saberlo, porque cuando lo hacía contigo me sentía bien y sabía con claridad como me sentía.

Explosión Verde 2: El Retorno del Discurso Maldito (Bakudeku)Where stories live. Discover now