DELIRIO

Capítulo 2

וווווווווווווווווווו×
Nuevamente estoy acostado en el sillón, lo cual es extraño porque hasta hace un momento (no sé cuanto) la mansión se estaba incendiando.

De hecho, pensaba que me encontraba en el hospital, pero...

No puedo creerlo. Es él.

Ahí está nuevamente, con su traje de bombero ajustado. Ahora lo puedo ver más claramente. Sus ojos dorados, su cabello rosa, sus brazos musculosos y esos deliciosos pectorales.

Se está acercando, pero esta vez no intenta cargarme, sino que se coloca justo encima mío, tan cerca que podría jurar que puedo sentir su erecc10n crecer.

Se acerca y comienza a besar mi cuello, es ahí cuando caigo en cuenta que estoy desnvd0 y... ¡Él también!

¡Por todos los dioses, qué exquisita imagen!

Juraría que puedo sentir una de sus manos apretando uno a uno mis pezon3s, mientras con la otra abre mis piernas para entrar en mí.

Esto es la gloria. Sí es la gloria...
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- Satoru... ¡Satoru! ¡Despierta!

¿Qué son esos gritos? ¡Ah! ¿Por qué me duele tanto la cabeza?

- ¿Dónde estoy? - pregunto confundido.

- En el hospital, imb3c1l ¿Dónde más crees que podrías estar?

Es Suguru. Seguro se enteró lo del incendio por las noticias, y como buen mejor amigo ha venido a verme.

- ¿Qué car4j0 estabas soñando? - luego dirige su mirada a mi parte baja - ¡Ja! Mira nada más a tu amiguito. Se despertó muy animado...

- Deja de mirarme y mejor dime qué hora es...

- ¿Qué hora es? - me interrumpe y por su expresión siento que comenzará a regañarme - ¡Más bien qué día es! ¡Cómo se te ocurre ser tan imprudente! ¡Pudiste haber muerto!

- No pensé que un mald1t0 cigarro pudiera crear tanto caos...

- ¿Cigarro? ¿De qué car4j0s hablas? - volteo a verlo confundido por sus palabras - La mansión se incendió porque no realizaste el mantenimiento de electricidad, cosa que te dije hace varios meses ¿Recuerdas? Te dije: "Revisa el maldit0 cableado, Satoru. La mansión tiene años de no ser habitada y quién sabe hace cuánto le hicieron mantenimiento" - siendo sinceros, creo que recuerdo que me lo dijo alguna vez - pero el señorito se pasa por los huevos lo que uno le dice...

- ¡Ya, caray, basta de tus gritos! - le reclamo porque un fuerte dolor de cabeza me empieza a invadir - Si sigues regañándome pediré que te saquen.

- ¡Por supuesto que te duele la cabeza, id1ot4! ¿Por qué crees que sigues en el hospital? ¿Por qué aspiraste un poco de humo? ¡Tenías el organismo repleto de alcohol!

¡Ah!, ahora entiendo porqué no podía moverme de ese sillón. Estaba tan ebrio que ni siquiera pude notar el olor a quemado, y es obvio que no tenía fuerzas ni para levantarme.

Pero para mi buena suerte apareció él. Mi salvador anónimo. Ahora solo me falta saber de quién se trata. Necesito saber su nombre a como de lugar, no me importa si tengo que volver a incendi4rm3 para conseguirlo.

- Por cierto, Suguru, ahora que lo dices, Me gustaría saber quiénes fueron los bomberos que vinieron a mi rescate. Me gustaría agradecerles su ayuda.

Bonita expresión la que me regala mi amigo. Su cara es una mezcla de sorpresa, confusión y preocupación, muy propia de su personalidad.

- Satoru, dime una cosa - su expresión ahora es grave - ¿Qué más tenía el cigarrillo que te fumaste?